38

12.7K 772 230
                                    

—¡Oh! ¿Y ya tienes lo que estipularas en él? ¿O quieres escribirlo antes y después lo modificamos? — pregunta.

—Ya sé lo que quiero en él, todo irá a mi esposa y mis hijos nada más— me encojo de hombros.

  —Bueno tendrás que escribir todo lo que tienes de propiedades, negocios, etc y si lo dividirás específicamente a cada uno de tus hijos y tu esposa.

—No quiero eso, quiero que tengan derecho igual de todo lo mío sin dejar nada en específico a cada uno— aclaro, no quiero dividir nada quiero que cada uno goce de todo sin limitarse a algo.

— Esta bien—dice apuntando algo en unas hojas que saco minutos antes.

 —¿No preguntaras porque quiero hacerlo?— pregunto ya que el no hizo ninguna pregunta.

—André si estuvieras en una charla de amigos con una copa en nuestras manos lo haría, pero me llamaste para trabajo y eso es lo que estoy haciendo, pero respondiendo a tu pregunta creo que es algo obvio porque lo estás haciendo o ¿me equivoco?— pregunta cruzando sus brazos encima del escritorio.

—No, no te equivocas.

— Entonces cuando tenga el documento listo te lo traeré para que lo verifiques.

— Perfecto— mlevanto al igual que él una vez tiene todo Guardado.

Salimos de mi despacho para poder despedirlo en la puerta pero una de las de servicio me detiene al informarme que mi mujer ha despertado y pregunta por su hombre, osea yo.

— Bueno quería acompañarte a la salida pero como verás mi esposa me necesita y creo que conoces muy bien la salida —sonrió de lado.

— ¿Que? No dejarás que salude a tu esposa— pregunta intentando caminar hacia las gradas.

—Lo único que saludaras será mi puño en tu cara— lo detengo antes que pise un escalón.

— Nunca cambias — se carcajea caminando hacia la salida, solo quería joderme.

Veo desaparecer de mi campo de visión, subo las escaleras hacia la habitación donde está mi esposa. Entro en esta pero la cama está vacía, murmullos vienen del cuarto del baño voy hacia el y hay se encuentra mi hermosa esposa en bata y Marina quien está ayudándole a llenar la tina.

Me acerco a ella sin hacer ruido ya que no se han dado cuenta de mi presencia.

— Amor — susurro enterando mi cara en la curva de su cuello.

— Mierda André me asustaste — me regaña llevándose una mano a su pecho.

—Lo siento y esa boquita — beso sus labios mordiendo estos.

Solo rueda los ojos.

—¿Quieres que te dé unos buenos azotes en tu hermoso culo? —preguntó  pícaro viendo cómo sus mejillas se sonrojan.

—André... — susurra viendo a Marina quien solo ríe.

— Puedes retirarte—le  indico, solo asiente y se va dejándonos solos.

Cierro el grifo al tener la tina llena, toco el agua y esta a una temperatura adecuada. Ayudo a quitarle su bata quedando completamente desnuda ante mis ojos, ¡mierda!

La ayudó a entrar a la tina.

—¿ Esta bien la temperatura? —preguntó tomando asiento en una banquita que hay aquí.

—Esta perfecta — me sonríe comenzando a enjabonar su cabello.

Solo me quedo observándola, no quise ayudarla a bañarse ya que no me resistiría en hacerla mía, es algo que me esta matando pero tengo que contenerme. Veo como pasa la esponja en todo su perfecto cuerpo, por sus pechos, su vientre, sus piernas veo como la esponja se pasea por todo su cuerpo.Joder. Quisiera que fueran mis manos las que acarician su cuerpo no esa maldita esponja, pero lo que me esta matando en este momento al ver a donde se dirigen sus manos Dios voy a morir.

Jadeo al ver como desaparecen inmedio de sus piernas, cierro los ojos si sigo viendo no podré resistirme más.

—André... —abro los ojos abruptamente al escuchar gemir mi nombre.

Aún tiene su mano entre inmedio de sus piernas, esta sonrojada y me ve suplicante. Me acerco rápidamente hasta ella sentándome en la orilla de la tina sin importar si mojo mi traje.

Toma mi mano para ponerla en uno de sus pechos.

—Amor, no puedo — retiro mi mano de su pecho.

— André.. Por favor — me suplica volviendo a tomar mi mano.

La coloca nuevamente en su pecho y está vez no dudo en estrujarlo, recibiendo un gemido de su parte.

—Aquí — susurra tomando mi otra mano para llevarla a donde antes estaba la suya, si, en su coño.

—No Dacota no me hagas esto — retiro la mano antes que llegue a ese lugar, me levanto de donde estaba.

Me froto la cara frustrado, ¿porque me hace esto? Estoy tratando de controlarme pero ella no me ayuda, no quiero lastimarla, no quiero lastimar a nuestros bebés.

— ¿Ya no me amas verdad? —oigo como solloza.

—No digas estupideces claro que te amo — hablo  sin acercarme mucho a ella.

—¿Entonces?¿ Porque no quieres tocarme o hacerme el amor?— veo como sus lagrimas bajan por sus mejillas.

— No amor no llores, sabes que no lo hago porque la doctora lo prohibió— trato de calmarla pero si me acerco no podré resistirlo más y caeré en su tentación.

—Si me amas demuéstramelo —  estira su mano en mi dirección. No no, no me hagas esto.

— Dacota...— intento explicarle que no podemos pero no me deja.

—Si me amas, ven aquí — demanda  y se que esta así por sus hormonas pero esta ves creo que se salieron de control, literalmente es otra Dacota.

Su mano aún está estirada esperando que yo la tome, no, no puedo hacerlo no debo hacerlo, me digo en mi mente, trato de buscar alguna excusa más pero, genial el gran Mafioso André no tiene ninguna.

Al ver que no me muevo de mi lugar, esta se para sin quitar su mano dejándome ver toda su desnudez su perfecto cuerpo mojado y es aquí donde mando todo a la mierda.

Aunque después de esto creo me arrepentiré.

Esposa Del MafiosoWhere stories live. Discover now