19

16.7K 1K 199
                                    

Matías sale de la camioneta al ver que los guardias se quedaron asustados en el mismo lugar. Veo como este habla con uno y los dos voltean a ver la camioneta.

Matías camina de regreso a la camioneta este se ve nervioso.

- ¿Porque no abren la maldita reja? - pregunto comenzando a perder la paciencia.

- Necesito que estés tranquilo después con lo que te diré- dice volteando a ver a los guardias.

- ¿Qué pasa? - pregunto confundido

- Bueno... al parecer tu esposa tiene visi....- no dejo que termine de hablar.

Salgo de la camioneta azotando la puerta, camino hacia un guardia, esté palidece más al verme.

- Abre la maldita reja si no quieres que dispare- digo con la pistola apuntando su frente. 

- Si... si mi señor- tartamudea abriendo la reja.

Joder, joder, ¡joder! Que no sea lo que estoy pensando. Apresuro mi caminar al ver ¡un puto auto gris estacionado enfrente de mi casa!

Oigo los gritos de Matías detrás de mi diciendo que me detenga, escucho más pasos y sé que también los demás guardias vienen con él. Los guardias que están en la puerta me ven sorprendidos. Estos se inclinan con respeto a mi abriendo la puerta.

Me paralizó un instante viendo de nuevo mi casa, la casa que pensaba dejar atrás, donde mis hijos crecerán. Pero salgo de mis pensamientos al oír una voz de hombre que le habla a mi hijo, -ah no hijo de puta con mis hijos no-.

Corro hacia la sala donde proviene la voz, quedo parado en el umbral de la habitación. Veo a un hijo de puta que intenta cargar a Mi Noah, Dacota está de espalda a mí, su hermoso cabello naranja cae en cascadas, tan perfecto todo de ella es perfecto. Veo que ninguno se ha dado cuenta de mi presencia, pero ahora lo harán.

- Suelta a mi hijo ahora- gruño furioso apuntándolo con mi arma, siento que todas las venas que hay en mi sistema palpitan.

Este fija su mirada en mí, el hijo de puta ni se inmuta en que los estoy apuntando con una maldita arma. Dacota no se ha movido de su lugar, mi hermosa debió de entrar en shock, -bueno quien no lo haría si desapareces más de un mes-.

- Vaya, vaya, pero miren quién apareció- dice levantándose del sillón aún con mi bebé en brazos.

- Te lo diré una vez más deja a mi hijo ¡ahora! - grito haciendo que Dacota de un brinco en su lugar.

Noah comienza a balbucear, estirando sus bracitos hacia mi dirección. Camino hasta estar enfrente de él, coloco el cañón del arma en su maldita frente veo de reojo como Dacota se  para de su asiento.

- André cálmate Noah está en sus brazos- oigo al fin la hermosa voz que tanto extrañé de mi esposa.

- Como mierda me pides que me calme cuando esté hijo de puta tiene a mi hijo- gruño fijando ahora mi vista en ella.

Esta me ve asustada, sus ojos están llenos de lágrimas, pero no las suelta.

- Si tan hombre eres dispara- me reta el maldito, quito el seguro, pero no disparo al sentir una mano en mi brazo.

- André por favor- susurra Dacota

¡Mierda! Le quitó a Noah de sus asquerosos brazos este me recibo feliz comenzando a babear mi cara con sus "besos", bajo el arma solo para abrazar a mi bebé que tanto extrañé- joder, nunca hubiera podido lograr olvidar a mi bebé realmente fui un idiota al dejarlo-.

- ¿Ahora si es tu hijo?

- Cállate maldito hijo de perra- gruño apuntándolo otra vez con mi arma.

- Aquí el único hijo de perra eres tú- me grita apuntándome con su dedo el cual arrancare con unas pinzas. 

- Tomas, basta- pide Dacota viéndolo.

¿Tomas? Este asqueroso nombre me suena, pero no sé de dónde mierda.

- ¡No Dacota este hijo de perra te dejo hace más de un mes y ahora vuelve como si nada exigiendo como si nada hubiera pasado! - grita

- Como sabes es... -no dejo que Dacota termine de hablar le doy a Noah y me lanzo a darle un puñetazo a este maldito.

Con un puto puñetazo lo hago tirado al suelo, lo sujetó de su camisa comenzado a golpearlo en su asquerosa cara, puñetazo tras puñetazo sonrió cuando un ¡crack! en su nariz se escucha, Dacota me pide que me detenga, pero no lo haré lo mataré a golpes por tocar lo que es mío.

Soy jalado por detrás separándome de él, Matías con otro guardia me sujetan para que ya no lo siga golpeando.

- Suéltenme maldita sea- bramo intentando soltarme de su agarre.

- André ya lo dejaste casi inconsciente- me habla Matías sujetándome

- Pues mi idea es matarlo- gruño viendo como el maldito se queja en el suelo.

- Lo llevaremos al sótano, pero cálmate estas asustando a Dacota- volteo a verla y esta esta con Marina abrazada en una esquina.

Me suelto de su agarre al fin, me acerco al cabrón que está casi inconsciente, le doy una última patada en sus costillas.

- Amárrenlo bien, después terminaré con él- digo viendo a Matías.

Este asiente y con los demás guardias lo levantan al fin sacándolo de mi vista. Suspiro frotando mi cara veo mis nudillos sangrar, pero es algo que no me interesa ahora, si no los que me interesan están en los brazos de Marina.

La veo fijamente repasando su hermoso cuerpo y me detengo donde mis copias están guardadas, sonrió al ver su panza un poco más grande. Camino hacia ella Marina se aleja un poco de ella dejándola solo con Noah en brazos.

Intento tocarla, pero esta me para.

- No te acerques a nosotros- habla fríamente dando un paso hacia atrás.

- Amor...- trato de hablar, pero no me deja.

- ¿Ahora si soy tu amor? ¡Maldita sea André te largas y quieres venir como si nada hubiera pasado! - me grita llorando, no, no quiero que llore.

Sin importar lo que me dice corto los pocos centímetros que nos separan y la abrazo, la abrazo como si no hubiera un mañana, los abrazo a los 4, siento una lágrima caer por mi mejilla de la furia al verlos dejados como si no me importarán, es todo lo contrario ellos son mi mundo sin ellos no soy nadie.

Esposa Del MafiosoWhere stories live. Discover now