Prólogo: Wondering what's gone wrong with me.

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A Harry le gusta apodarse como "el escritor que no sabe nada", lo cual es, en parte, contradictorio. Sabe muchas cosas; puede recitar a la perfección el programa entero de materias de su carrera universitaria. Está estudiando Letras desde hace tres años, y le faltan solamente dos para recibirse.

Sin embargo, a pesar de haber leído durante horas y horas libros sobre lingüística y filosofía, Harry no sabe nada sobre la vida. Sus conocimientos en base al amor o relaciones son casi nulos. Nunca ha sido una persona de muchos amigos. Podría contarlos con los dedos de una mano.

Respecto al ámbito amoroso, digamos que las cosas vienen de mal en peor. Harry todavía no ha tenido una primera pareja oficial. Tiene veinte años, y según Niall, su mejor amigo, es un tanto preocupante. Debería poder salir a un bar por la noche y volver con el teléfono de cientos de chicos en su bolsillo. Aunque aquello no sucedía, porque Harry detestaba las discotecas. Había algo en ese ambiente que no le cerraba. Los intentos por parte del rubio para arrastrarlo a un camino de diversión y alcohol siempre eran en vano.

Así que recapitulando: Harry Styles no tiene ni idea de lo que es el amor, y en contradicción a eso, es de lo único que escribe. Sus libretas están repletas de poemas y poesías. Cada escrito guardado bajo llave ronda alrededor del mismo tópico: el romance, el deseo de ser amado. Harry no puede simplemente dejar de fantasear con un amor perfecto y verdadero. Es joven, y es lo que más anhela con locura en esta vida.

El escritor que no sabe nada, a su vez, sueña con saberlo todo. Sueña con un día despertarse, y que unos brazos lo estén rodeando por detrás, sin dejarlo escapar. Que una deliciosa colonia se impregne en sus sábanas y no se quite ni aún con el mejor jabón. Que unos labios lo besen hasta el final de los tiempos y le susurren "te amo" en la oscuridad de su habitación.

¿Es tan difícil conseguir a alguien? Tampoco lo sabe, valga la redundancia. Por cada calle, por cada esquina, una nueva pareja se encuentra; metidos en su propio mundo, agarrados de la mano. Dándose picos y riéndose a carcajadas. Simplemente, disfrutando del otro. Piensa, mientras ve a dos adolescentes sonrientes en la plaza, en cuanto le gustaría experimentar una experiencia de tal índole.

Tampoco sabe (para agregarle algo más al conjunto de cosas que desconoce) la razón por la que cierto día publica sus obras en internet. Está aburrido, sufriendo el invierno en una tarde de diciembre. El reloj marca las seis de la tarde, y el gato negro a su lado ronronea con constancia cada vez que los dedos de Harry entran en contacto con su cabecita. El felino en cuestión se llama Miel. Su nombre proviene de aquella vez que, teniendo únicamente dos meses de vida, trató de subirse a la mesada de la cocina para así robar el pote de miel que el rizado estaba utilizando.

Entonces, y haciendo un nuevo resumen de los hechos, tiene a Miel a su derecha. También, tiene su computadora enfrente, resplandeciente y con el cargador enchufado a un costado. Ni siquiera comprende cómo llegó a la página que viene contemplando con adoración desde hace diez minutos atrás. El anuncio llamó su atención: brillante y con letras grandes. Era prometedor, y eso era algo que Harry necesitaba: esperanza, en cierta forma.

Podría decirte "te amo"
Pero es demasiado común
Y aunque busque infinitas maneras
En cada curva del diccionario
Para poner en palabras lo que siento
Me doy cuenta que no puedo

Hay una metáfora que se me ocurrió
Y podrá sonar demasiado insensible
Además de incompatible
Con las formas estándares de amar al prójimo
¿Pero qué piensas sobre usarme como un pañuelo descartable?
Que cuando necesites, allí va a estar
Y no me encontraré solo jamás
Porque encima tuyo siempre me van a hallar

The trouble with wanting (l.s)Where stories live. Discover now