LOS SECRETOS DE BIALYA #1

CAPÍTULO 10: Secretos desvelados

A pesar de que Mason intenta romper el hielo varias veces durante la cena, un silencio incómodo se apodera de nosotros, resultado de una extraña tensión entre Clyn y Crystal.  

- ¿Se puede saber qué os pasa? 

Todos los presentes se vuelven hacia mí y, por algún motivo que desconozco, Kesha empieza a hacer señales raras con los ojos mientras deletrea la palabra "NO" como si acabara de invocar al mismísimo diablo. 

- No sé. - contesta Clyn secamente mientras mueve el tenedor por su plato lleno de comida. - Pregúntale a Crystal, según ella se explica de maravilla. 

- No es mi problema que tu cerebro sea tan pequeño como para entender las bases de una relación. - suelta Crystal de mala gana mientras se apresura a levantarse. 

- ¿¡Qué?! - grita Mason con la boca llena de comida. - ¿Desde cuándo estáis juntas?

- No lo estamos o, como mínimo, eso es lo que me dijo Crystal ayer. 

- Yo no te dije eso, ¿además de tonta estás sorda o qué?

- Pues explícame qué significa "algo casual" para ti, entonces. 

- ¡Es una forma de hablar! No pensaba que serías tan corta como para tomártelo literalmente. 

- Chicas... - empieza a murmurar Ale intentando ignorar el hecho de que las mesas vecinas nos miran cuchicheando. 

- ¡QUÉ! - gritan ambas a la vez antes de volver a mirarse con cara de asco. 

- Nos están mirando, bajad la voz. 

- ¡Mejor! Que se den cuenta de lo mierda persona que es. - grita Clyn levantándose de golpe. - Vamos Isa, no perdamos el tiempo aquí. 

De repente, siento como tira de mi brazo para que me levante, lo que hace que Mason tenga que apartar la mano que me rodeaba la cintura. 

- ¡No actúes como si no me hubieras puesto los cuernos con dos chicos, Clyn! 

- Tú misma lo dijiste, lo nuestro era casual. ¡No tienes ningún derecho en reclamarme ahora!

- ¡Lo dije ayer! No sé por qué pensé que habías cambiado, sigues siendo la misma zorra que siempre. 

Justo en ese momento, la mano que tiraba de mi brazo sale disparada hasta darle una bofetada a Crystal. 

- Me das asco. - murmura antes de empezar a caminar hacia la salida. 

- Eso no lo decías cuando te empotré contra las duchas y te hice sentir mejor que cualquier chico con el que hayas estado. 

- Ay dios... - murmura Lakay que tiene la mirada fija en el plato. 

- Crystal, por favor, nos está mirando todo el comedor. - susurra Dunna que se ha puesto roja como un tomate. 

- ¡¿Sabes cuál es tu problema?! - grita Clyn mientras avanza hasta estar a pocos centímetros de ella. 

- ¿¡Oh, vas a darme lecciones morales ahora!? ¿Tú? 

- Crystal, para... - murmura Mason que se ha puesto muy tenso, tanto que no se atreve a mirarme cuando me coloco junto a él. 

- Tú calla y céntrate en tirarte a tu pelirrojita, ¿eh? - responde Crystal poniendo los ojos en blanco. 

- No. No voy a darte lecciones de moral, ambas sabemos que yo no soy el ejemplo de compromiso, precisamente. Pero, como mínimo, yo voy de frente. Yo me la juego, aunque sepa que luego vaya a salir herida. Yo quiero, de verdad, y no como lo haces tú, que solo me quieres cuando no puedes tenerme.