35 ❥ too much

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TOO MUCH
[demasiado]

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Tres horas.

Eran cerca de la dos de la tarde, mientras se encontraba parado frente a la cocina, viendo la comida en su delante que acababa de cocinar gracias a una receta que Harry le envió por mensaje, pero eso no quitaba la presión que sentía en su pecho.

No cuando en lo único que podía pensar era en el roto chico que estuvo aferrándose a su cuerpo todo el camino de regreso, mientras Harry y Calum le daban miradas de preocupación desde los asientos delanteros, haciendo que no pudiera evitar pensar en lo peor. En lo qué pudo haber pasado si no llegaba a tiempo.

Porque, esa escena solo se repetía una y otra vez en su cabeza desde el momento que llegaron. Desde que Michael tuvo que ir al baño a vaciar el casi nulo contenido en su estomago que solamente se basaba en líquidos. Para que luego, en el momento que ambos estuvieran bajo la sabanas de su la cama de él, la secuencia volviera.

Estaba seguro de que esa fue la primera noche que le tuvo miedo a algo más que la oscuridad.

Tuvo miedo en el simple hecho de pensar en qué hubiera pasado si no hubiera hecho a Calum doblar el volante por la dirección correcta, en hacerlo pasarse ese semáforo a unas calles del lugar o en lo poco que le importó empujar a las personas de la cola para poder ingresar al lujoso club.

Esa noche no fue capaz de dormir.

Soltó un suspiro cansado, viendo el reloj de su delante, pensando en que la hora de comer de Michael había pasado hacia unos minutos. No podía ni imaginar del dolor que estaría sufriendo su estómago y lo mucho que posiblemente él lo estaría disfrutando.

Tres horas.

Habían pasado tres horas desde que Michael había despertado nuevamente, luego de hacer unas cuantas veces en medio de la noche debido al dolor de estómago o la jaqueca que lo dejaba dormir en paz. Ahora, él estaba en su cama, despierto, sin dirigirle la palabra desde que lo hizo.

Si antes fue difícil hacerlo hablar, sabía que ahora lo sería el doble luego de todo lo que pasó la noche pasada.

Tuvo que juntar valentía para salir de la cocina y caminar a la habitación de Michael, listo para enfrentarlo por casi la tercera vez. Esta vez, sin darle la alternativa de escapar. No podían seguir de esta manera.

No podía seguir de esta manera.

No cuando su salud mental estaba en juego y ya no podía ser capaz de seguir hundiendo sus sentimientos. Simplemente, todo ya era demasiado.

Tocó suavemente la puerta cuando llegó a la habitación de Michael. Esta estaba abierta, y Michael se encontraba en su lado de la cama que durmió (o intentó) la noche anterior (el izquierdo), con su celular en manos y unas ojeras bajo sus ojos. Él levantó la mirada a penas lo vio, sin mostrar alguna reacción en específico, para luego dejar su celular a un lado. Lo tomó como una invitación.

Se acercó lentamente a la cama, tomando asiento en el lado que Michael estuvo durmiendo y habia dejado desocupado, dejando un especio entre ambos cuerpo y sintiendo el ambiente tenso casi al instante.

—Ya está el almuerzo —fue lo primero que pensó su cerebro en decir. Michael soltó un sonido de fastidio, pero asintió. Ni una sola palabra más —. Michael, tenemos que-

—No —dijo él rápidamente, cerrando los ojos por un momento con la cabeza inclinada a su regazo —. No haremos esto, no ahora —dijo firmemente, mirándolos a los ojos con completa seriedad.

Broken Pieces ❥ mukeWhere stories live. Discover now