Parte 7: La Curva de la Mujeres

Comenzar desde el principio
                                    

Se miró reflejado en el cristal antes de bajar del autobús de línea. No le gustaba nada aquella bola de pelo que tenía sobre la cabeza, ¿por qué sus cabellos se empeñaban en enroscarse y crecer hacia arriba?, le faltaba paciencia, quizá no aguantara mucho antes de desistir, otra vez, y raparse al cero.

Agarró la mochila y bajó los escalones, fuera le esperaba Fermín, con sus cabellos repinados y brillantes, «ni Justin Bieber podía ser más repelente», le saludó con un blando apretón de manos.

—¿Ha tardado mucho el bus?, ¡mira que soy despistado!, podría haber recaído en ello y traerte en coche. Vengo directamente de la facultad con el BMW de José Antonio, te podía haber recogido y ahorrarte el viaje en bus.

—No te preocupes, me ha dado tiempo de leer por el camino. —Esbozó una sonrisa torcida—. ¿Te presta el coche a menudo?

—No, ¡tú sabes cómo es!, como yo no esté pendiente, al coche se lo come la mierda. ¡Se lo tengo dicho!: “En la carrera hacia el decanato, todo es cuestión de imagen”. Así que le he pedido que me deje las llaves y lo llevo ahora a la gasolinera de aquí. ¡Ya verás!, yo mismo lo aspiro y le doy con agua a presión, sale muy barato. Así que vamos, tengo prisa, voy a llevarte al parque. Mientras tu investigas, iré yo a lo del coche y cuando acabe , si quieres, te recojo y te llevo de vuelta a la facultad, que José Antonio necesita el coche para irse a su casa.

Fueron andando hasta el parque, un parque infantil con suelo de goma y columpios nuevos. Era de dimensiones reducidas y se encontraba a unos cien metros de la autovía, se podían ver y escuchar los vehículos circulando por la misma a gran velocidad. Varios niños jugaban, bajo la atenta mirada de sus padres. Ramón recordó los columpios de su infancia. Nada que ver con esto, entonces todo era hierro, suelo de chinos y rodillas desolladas. 

—Aquel de allí —dijo Fermín, sacándolo de sus recuerdos y señalando un caballito que se erguía solitario sobre un muelle en uno de los extremos del recinto—, como ves, ningún niño se acerca por allí. —Hizo con los dedos la señal de las comillas—, "Alfonsito les pega".

—Ah, bueno, pero ahora mismo está parado, ¿no?

—Ten paciencia, acércate si quieres, tarde o temprano empezará a moverse, la gente que viene al parque, ya casi ni mira, es como un incómodo secreto.

Ramón rodeó el caballito, era un caballito amarillo, parecía en buen estado, se asentaba sobre un gordo muelle. Flexionó el caballito y lo hizo oscilar, estuvo así un rato hasta que quedó de nuevo parado.

—No te esfuerces, verás como, de un momento a otro, empieza él solo... o quizá sea cosa de Alfonsito... por cierto, como te dije, he quedado con los padres... ¡Allí, allí están!, en aquel banco —Agitó la mano para saludarlos—. Vamos con ellos, son de clase social baja, pero un encanto.

Comenzaron a caminar, eran jóvenes, quizá no tuvieran ni la veintena.

La chica saludó la primera.

—Hola Soy Jennifer, encantada, —Le dio dos besos—. Aquella chica tenía unos grandes ojos azules enmarcados por unas cejas finamente depiladas, cuidaba mucho su físico, llevaba el cuerpo ceñido por un chándal blanco ajustado y en su muñeca brillaba un reloj Emporio Armani, la misma marca de la que eran sus gafas. Ramón supuso, en aquel momento, que se trataban de imitaciones, ahora se daba cuenta de lo equivocado que estaba, era todo auténtico, bueno, casi todo... En aquel primer momento sintió algo raro, a punto estuvo de sospechar, pero un blando apretón de manos le impidió seguir pensando.

—Y yo soy Jonathan, el padre de Alfonsito.  —El aspecto de aquel joven le pareció familiar, al igual que la  joven ,iba vestido con un chándal blanco nuevo. Algo en su intuición le hizo erizar los pelos de la nuca, quizá fuera la mirada esquiva del chaval, quizá que tuviese el mismo corte de pelo rubio estudiado de  Fermín. «No exageremos, irán a la misma peluquería y hoy día muchos niñatos quieren parecerse a Justin Bieber». 

Los Muertos HablanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora