—Eres fascinante, Brooke —le escucho decir y seguidamente sonríe, su sonrisa es justamente como la imaginaba, cautivadora y tierna.

—Y tú eres un fantasma escalofriante, no tengo miedo de decirlo porque sé que está conversación se quedará entre nosotros dos.

—¿Te quedarás aquí? ¿Pase lo que pase?

—No me iré a ninguna otra parte —aseguro mientras deslizo mis dedos sobre las teclas del piano.

Comienzo a tocar una hermosa melodía que aprendí gracias las clases que me daba mi abuelo cuando era pequeña. Cierro los ojos para disfrutar del momento, Aarón sigue el ritmo de la música y también toca el piano, siento su mirada en mí y la sensación que eso me provoca es... explosiva.

Y al poco tiempo, sin darme cuenta cierro los ojos entrando en un sueño profundo.

†††††

A la mañana siguiente salí de la mansión a prisa, tomé el bus y llegué en treinta minutos a la universidad.

Bajé del autobús y subí los escalones rápidamente  empujando a todos a mi paso, no me detuve hasta llegar a la puerta principal.

Al entrar comienzo a buscar a mis amigos mirando en ambas direcciones del pasillo y los encuentro conversando frente a una fila de casilleros.

Me acerco a ellos y al verme todos sonríen.

—Lo vi de nuevo chicos y aunque nadie me crea, me siento contenta porque él me ha dicho una pequeña parte de su pasado.

—Hola Brooke, que bueno verte, también nos alegra saludarte.

—Que irónico, Heather —dice Zoe rodando los ojos.

—¿Hablas del fantasma que ves en tu casa? —me pregunta Ron nervioso.

—Así es, hablamos anoche y él me dijo que...

—Brooke, somos tus amigos y creemos en lo que dices a pesar de que no hemos visto nada extraño en la mansión —me dice Heather rodeando mis hombros con sus brazos para animarme.

—¿En verdad me creen?

Ron se para delante de mí y dice,—Por supuesto que sí, hipotéticamente hablando.

—Tú y tus palabras raras —le dice Zoe a Ron con burla.

Los cuatro reímos, en ese momento Brad se detiene a lado de nosotros.

—La clase empezará pronto amigos, vamos.

Ellos asienten y comienzan a caminar hacia sus respectivos salones, cuando paso por su lado Brad me toma del brazo y me pregunta inesperadamente, —¿Estás bien?

—Ya mejor, gracias por preguntar. Eres un gran amigo Bradley.

—Gracias a ti por ser mi amiga.

—Gracias a ti por ser mi amiga

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El Fantasma Que Todo Lo VeWhere stories live. Discover now