¿Te atreverías a enfrentarte con el espejo del mal para acabar con el peligro que amenaza con destruirte? Antes de responder a esa pregunta piensa en todo lo que podrías perder en el intento.
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Brooke es u...
Él camina hacia el dormitorio donde aquella chica pelirroja se ha quedado dormida, sus cabellos rojizos cubren gran parte de su rostro y su respiración es lenta.
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La observa detenidamente, parece una chica inofensiva, pero extrañamente le resulta inquietante. No pretende que nadie se interponga en sus planes y mucho menos ella, hará lo que pueda para mantenerla lejos de su camino, aunque de algún modo está agradecido con Brooke, de no ser por ella él seguiría atrapado tras el espejo, pero eso no significa que él vaya a permitir que ella se quede en la mansión demasiado tiempo, hará todo lo posible para que esa chica desconocida se marche.
En este momento no piensa encargarse de eso, tiene que comenzar la primera fase de su plan, —Creo que ya es hora de volver a encontrarme con mis viejos amigos —menciona él mirando la fotografía antigua que sostiene en sus manos, aquella última foto que pudo tomarse con ellos antes de morir, todos pagarán las consecuencias por haberle abandonado, se encargará de cada uno de ellos, y, afortunadamente tiene la ventaja de que nadie podrá sospechar de él—. Tendrán que suplicarme que los deje vivir, o quizás no, de cualquier forma ya están muertos... lo estarán pronto.
Toma el cuchillo entre sus manos y camina hacia la puerta, antes de salir de la habitación voltea a ver a la pelirroja y una sonrisa malévola se forma en sus labios, —Dulces sueños, mi salvadora.
Cierra la puerta y camina a través del pasillo, una vez que se encuentra frente las escaleras, pasa el cuchillo por el barandal de metal y comienza a chiflar mientras va bajando los escalones, el chirrido del cuchillo con el metal desgastado y oxidado hace eco en las paredes.
Al encontrarse en el primer piso abre la puerta principal y sale de la mansión sintiendo el frío de la madrugada y el viento soplando en todas direcciones.
—Hoy comienza mi venganza... no puedo esperar más para dar el primer paso.
Ese chico extrovertido que salía de fiesta cada noche y se divertía con sus amigos ya no existe más, desde hace tiempo él ya no es el mismo, aquel chico de apenas diecinueve años ha desaparecido para siempre y en su lugar quedó solamente su sombra, un pedazo de su alma rota y su profundo deseo de venganza.
†††††
BROOKE
A la mañana siguiente los rayos del sol entran a través de la ventana de la habitación, abro lentamente mis ojos y miro la hora en el despertador.
—Aún es temprano —digo en un susurro para mis adentros, observo el amplio cuarto vacío, debería pintar las paredes y cambiar el papel tapiz de las mismas, si quiero vivir aquí daré mi mejor esfuerzo en remodelar está mansión, mis bisabuelos hubieran querido eso.
Estiro los brazos levantándome de la cama, me pongo mis sandalias y me sujeto el cabello en una coleta para que no me moleste al tender la cama.
Bajo las escaleras y entro directamente a la cocina, saco de la nevera un jugo de naranja y vierto un poco en un vaso de vidrio.
