be my model ;; brallon

glitter dots

Un par perfecto de líneas negras y una cubierta de pintura era lo que hacía a sus ojos resaltar.

Los azulados de Dallon James Weekes eran más que llamativos sin llegar a lo exagerado.

Sus pestañas largas estaban envueltas en un par de capas de rimel.

Sus párpados estaban adornados con el famoso delineador del que tanto habían estado hablando Brendon y él antes.

También traía los labios colorados y brillantes.

Y aún a pesar de todo, el maquillaje no se veía tan cargado como lo había esperado.

Eso le pico en la curiosidad al modelo.

—Creí que el delineado sería más marcado y que las sombras te quedarían más oscuras.— Comento el más alto mientras se miraba al espejo, bastante obsesionado con su reflejo a decir verdad. Seguramente tenía la idea de "si me doy" en la cabeza. —O sea, me encanta como se ve esto pero... Ya sabes, por lo que alcanzo a ver, varias traen maquillajes más...

—¿Extravagantes?

Dallon asintió.

—Ya, entiendo el punto.— Brendon dejo a un lado el lápiz labial con el que recién había pintado a Dallon. —Lo que sucede es que te maquille a tu favor.

—Capto que tú entiendes el punto, pero yo no.— Sonrió, por fin mirándolo a la cara. —¿Cómo que a mí favor?

—Pasa que tus ojos no son muy grandes. Si te los marco demasiado, puedo hacer que se vean demasiado pequeños.— Comentó Urie, devolviéndole la mirada. —Lo mismo pasa con el resto de tu rostro. Tus facciones son muy finas. Si te pinto de más, vas a parecer calavera. En el caso de que tus facciones fueran más toscas, como las mías, las haría endurecer al grado de que podrías parecer hasta de plástico.

—Oh, ya, creo que entiendo.— Regreso su vista al espejo y, si prestaba atención, Brendon tenía razón. Aún cuando su maquillaje lucía con tonos azulados y grisáceos sobre sus ojos, el glitter y las partes que puso en tonos más claros lograban hacer que sus ojos se vieran bien. Lo mismo con sus pómulos, los cuales llevaban únicamente el polvo necesario para hacer notar su producción sobre ellos.

Básicamente, Dallon lucía sencillo, pero bien.

Y bueno, Dallon no era el único que estaba maravillado con el resultado.

Brendon también.

No solo por que fuera su examen, sino porque en serio le quedaba fenomenal.

Aprovecho que Dallon ya no lo estaba viendo para poder darse el lujo sonreír, pensando en lo bien que le lucía el maquillaje.

Pero, cuando digo "pensando", me refiero a PENSANDO.

En verdad la imaginación de Brendon funcionaba bastante bien. Así como rápidamente su mente creaba imágenes desastrosas sobre su persona cada que algo le salía mal, también hacía imágenes que lo hacían morderse el labio inferior, reprimiendo una risa traviesa y suave de tan solo pensarlas.

Todo iba bien con eso, pero por estar imaginando en lo bien que se sentiría que ese Dallon maquillado y entretenido con su reflejo en el espejo lo tuviera acorralado contra la pared y unido en un beso, se olvidó de la parte más importante.

El glitter.

Si, porque aunque Dallon ya llevaba glitter en los ojos, había otro lugar donde quería ponérselo.

Buscó de nuevo entre sus cosas y encontró lo que tanto anhelaba poner en la cara de Dallon porque, bueno, conocía a Dallon y sabía que le iba a gustar tanto como a él.