eyeliner and two guys in love

66 7 109
                                    

La dificultad en la respiración de Brendon empezaba a desaparecer, junto con su suave y disimulado llanto.

El abrazo poco a poco se desvaneció.

Y una vez estando separados, sus manos no se soltaron en ningún momento.

-Ojalá sacarme los ojos con un sacabolas de helado, así no vuelvo a llorar nunca.

Dallon miro a Brendon con una media sonrisa y momentáneamente llevo una de sus manos a su rostro, secando una lágrima y acariciando su mejilla.

-Brendon.- Le llamó. -Lo primero que vamos a hacer una vez te gradúes será llevarte a terapia.

Brendon río por el comentario.

A ver, es que pensaba que era chiste.

Pero Dallon no lo decía de chiste.

Bueno, la cosa es que después de eso, se quedaron sentados en el suelo unos minutos más, al menos hasta que faltaban diez para que la prueba final iniciara.

Dallon fue quien se puso de pie primero, ayudando a Brendon a qué lo hiciera también.

Fue ahí cuando le puso atención a su rostro y, fugazmente, pensó en lo lindo que era.

Pero también recordó lo lindos que se veían sus ojos el día anterior.

-¿Hoy no te harás el delineado?

Brendon solo lo miró.

-Te veías muy bien con él ayer.- Volvió a hablar el más alto, intentando sacarle las palabras que sabía que Brendon tenía en la punta de la lengua.

-Ayer lo hizo Deborah por mi en contra de mi voluntad.- Dijo divertido y al mismo tiempo un poco avergonzado. -Me gusta como se ve, pero en mi simplemente... No es lo mejor.

-¿Qué? ¿De qué hablas?- Busco cercanía, solo para poder hablarle de frente. -Se te veía genial.

-Solo dices eso porque me quieres.

Brendon retrocedió un par de pasos y caminó hasta el tocador, ubicándose frente al espejo y tomando un enchinador de pestañas. Su propósito era simplemente el ponerse rímel y ya, ya que el delineado si le gustaba y de primera impresión sintió que le quedaba bien, pero ahora simplemente no se veía a sí mismo usándolo nunca más.

Pero Dallon quién se quedó detrás suyo con los brazos cruzados, pensando.

¿Es que acaso fueron las lágrimas negras lo que lo habían obligado a odiar ahora la pintura en los ojos?

Con esa cuestión en mente, miró al tocador de Debby -Quien aparentemente había llegado antes de que Brendon se encerrara en el salón- y se encontró con un montón de cosas ahí.

Cosas de las cuales no supo distinguir absolutamente nada, pero oye, mínimo sabía que se trataba de maquillaje.

Intento acercarse cauteloso para ver más a detalle y disimuladamente fijo su vista en cada objeto puesto sobre el mueble.

Entonces y, por accidente, lo encontró.

Delineador liquido.

En su cabeza solo estaba la pregunta: ¿Qué tan difícil puede ser?

Así que, asegurándose también de que Brendon no lo viera, lo tomó.

Pero no funcionó.

-¿Qué haces?-Brendon había soltado el frasco de rímel, el cual aún no se ponía.

-Eh... Nada.

El más bajo entrecerró los ojos con recelo.

-Te lo juro, nada.

be my model ;; brallonWhere stories live. Discover now