be my model ;; brallon

you can count on me like one, two, three

Tyler y Jenna estaban revisando entre los varios tocadores de la tarima.

Debby y Josh se habían bajado a buscar entre el público.

Gerard y Frank habían llegado tarde y no estaban enterados de que Brendon se quería matar, así que empezaron a buscar en cuanto recibieron la llamada de Dallon.

Y hablando de Dallon...

Dallon había ido a buscarlo al salón en donde estuvieron antes de que iniciara el examen.

Al principio no lo vió, pues Brendon estaba en el suelo, bastante bien escondido entre los auxiliares y las sillas. Supo de su presencia en ese lugar al escucharlo llorar con la cara oculta entre sus rodillas.

Dallon se sintió mal.

—Hey... Brenny.— Hizo a un lado una de las sillas con rueditas y se sentó frente a él. —Perdoname, fue mi culpa.

Brendon negó.

—Está bien, supongo que no era mi momento.

—No, no está bien.

—Que si.

—Que no.

—Que si.

—Que no.

—Cállate ya.— Dijo Brendon. —Y no me contestes "cállame" porque me lo tomo en serio y te meto un golpe en los testículos.

Dallon no pudo evitar reír con eso último. Se removió sobre el suelo, posicionandose un poco más cerca de él.

—Voy a ayudarte a conseguir una modelo nueva y otra oportunidad.— Mencionó con una cálida sonrisa en el rostro, queriendo transmitirle paz y seguridad.

—Dejalo ya, es imposible.— se encorvó un poco más, haciendo que ahora su voz apenas y se escuchara. —Mi siguiente oportunidad será cuando vuelva a tomar el curso.

—Estoy seguro de que podemos hacer algo.

—Dallon.— Levantó un poco el rostro, aún sin mostrarse ante él. —Dejalo, ¿Si?

—Pero...

—Por favor.

El más alto no contestó al instante. Se sentía en verdad muy mal. Aunque Brendon dijera que no, sabía que era su culpa y es que Dallon sabía a la perfección que Breezy iba a reaccionar así en un noventa por ciento.

Si, porque el otro diez por ciento era la posibilidad de que lo matara.

Vaya, ¿Quién no quiere matar a Dallon acá?

Dejo esa pregunta de tarea.

—Está bien.— Soltó el más alto al final, no muy convencido.

—Gracias.

Se quedaron en silencio unos largos minutos, con Dallon pensando en quien recurrir para ayudar a Brendon.

O sea, no iba a dejar que su cagada se quedara ahí embarrada, quería en serio reponer la situación.

Por otro lado, Brendon solamente se dijo a si mismo que se quedara tranquilo, que no era el fin del mundo. Aún sin graduarse, podía ejercer, puesto a que tenía el conocimiento y prácticamente se había quedado con la estética de su madre. El único problema era que no podría ejercerlo de forma profesional como quería.

Dejó escapar su respiración entrecortada en un soplido y levantó su humedecido rostro para poder mirar a Dallon.

—Debo de lucir como la mierda, ¿Verdad?