Alexandra Riddle (En pausa)

Capítulo Especial

Meses antes del Torneo de los Tres Magos

Narra Cedric

Últimamente no he podido pasar mucho tiempo con Alexandra, lo cuál es un tanto raro para mí, la extraño, he intentado verla pero las tareas, trabajos y demás me tienen ocupado, ni siquiera la he visto cruzarse conmigo por alguno de los pasillos, solo la veo en el gran comedor y la saludo de forma casi fugaz.

Cho es otro tema, ella está muy apegada a mi, es linda lo acepto pero por ahora estoy interesado en Alexandra, es decir, hace unos días Cho me besó a la orilla del lago negro, y no me disgustó el beso, o eso creo porque tardé bastante en alejarla, pero sigo aferrándome a la idea de que quien me gusta es Alexandra, Cho es más algo así como para un rato.

Hoy es mi cumpleaños, así que espero al menos poder recibir un abrazo de su parte, o mirarla aunque sea cinco minutos.

Salgo del Gran Comedor rumbo a la Torre de Gryffindor, debido a que no vi a Alexandra ni a los gemelos en su mesa, tal vez están en su sala común.

- Cedric, espera - escucho que dicen a mis espaldas, al mismo tiempo que toman mi mano y me hacen girar, reconozco la voz.

- ¿Qué necesitas Cho? - pregunto viéndola.

- Oh bueno, es que yo me preguntaba si podrías venir a ayudarme a estudiar un poco, es qué hay un tema que no logro entender muy bien.

- Claro, sólo iré por algo y... - tal vez pueda ir a hablar rápido con Alexandra.

- No podría ser ahora mismo es que de verdad necesito que me ayudes, mañana debo entregar un resumen. - explica, cierro mis ojos un momento, asiento sonriendo un poco con los labios apretados y ella sonríe de oreja a oreja.

Mi momento con Alexandra tendrá que esperar.

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- Bueno y eso es todo. - digo al terminar de explicarle el tema.

- Muchas gracias Cedric, eres el mejor - ella intenta acercarse para darme un beso en la mejilla, pero disimulo agachándome para amarrar el cordón de mi zapato, haciéndole creer que no me di cuenta.

- Entonces, si esa era tu única duda, pasaré a retirarme, debo ir a estudiar a mi dormitorio, ten un buen día Cho. - exclamó poniéndome de pie, pero en ese momento, llegan otras chicas de Ravenclaw, Owen y otros amigos de Hufflepuff.

- Entonces te acompañamos - dice Cho sonriente y yo solo frunzo el ceño, miro a Owen y él solo se encoge de hombros indicándome que todo está bien.

Salimos de la biblioteca y llegamos a nuestra sala común, entramos y en ese momento encienden las luces.

- ¡SORPRESA! - gritan todos, mis amigos, chicos de Gryffindor y Ravenclaw.

Siento como alguien toma mi brazo y es Cho, quien me toma desprevenido y me besa, le sigo el beso, no he podido ver a Alexandra así que creo que tengo que despejar mi mente de cierta manera.

- Espero que te haya gustado la sorpresa que preparamos para ti amor. - ¿Amor?, nunca me había llamado así, es decir, dudo un segundo mirando a Cho, tal vez no estaría mal intentar algo.

- Me encanto peque... - No pide terminar la frase, mi mirada se perdió viendo a quien nos observaba, Alexandra, en sus ojos podía ver la decepción, nos vio besándonos.

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Han pasado dos semanas desde mi fiesta de cumpleaños, no he podido hablar como es debido con Alexandra, los Weasley no me lo permiten, Granger nunca me dice nada de ella cuando le pregunto y cuando estoy a punto de acercarme a ella, Malfoy se aparece.

Estoy saliendo con Cho, lo acepto, pero si Alexandra me perdona no dudaré en dejarla.

Camino rumbo al aula del profesor Snape, Alexandra acaba de salir, éste es mi momento debo de aprovecharlo, pero...

- ¿A dónde tan rápido Diggory?, cuidado, te puedes tropezar por no ver por donde vas - escucho la voz de Malfoy detrás mío, lo ignoro y continuo caminando a paso firme - Vas con Evans, ¿no es así?

Ahora está frente a mi, haciendo que me detenga.

- Malfoy, apártate - exclamo pero hace caso omiso - ¿eres sordo?, muévete, ésta vez no arruinarás mis planes para hablar con ella.

- Te escuché la primera vez, no soy sordo, pero tú si eres miope, ¿no ves que Evans no quiere hablar contigo?, es claro que la dañaste Diggory. - dice haciendo un gesto indicando que la situación es obvia.

- Por eso hablaré con ella, además ¿desde cuando ella te importa tanto?, ¿o acaso ya te enamoraste?- digo riendo un poco pero paro cuando veo que él se queda serio - ¿estás enamorado de Alexandra?

- ¿Ahora eres más idiota?, claro que no estoy enamorado de Evans - contesta molesto - tiñó mi cabello de verde, pero somos equipo en clase, y por culpa de tus estupideces ella no había estado rindiendo igual los primeros días y yo quiero una buena nota, así que aléjate, no quiero una compañera con bajo rendimiento.

- Si claro, escucha Malfoy, si yo no la merezco, tú menos, ¿qué harían tus padres si se llegan a enterar que te gusta Evans?, es adoptada, imagínate que sus padres biológicos sean muggles, ¿qué diría el señor Malfoy? - digo burlón y en ese momento, me toma por el cuello empujándome a uno de los pasillos desiertos, saca su varita y la pone en mi cuello.

- No te atrevas a hablar de mi familia o de Evans sin antes saber las cosas, ¿acaso eres tan idiota que las de tu curso no quieren estar contigo?, ¿qué te hace creer que ella volverá contigo?, entiéndelo, aléjate de ella. - se escuchan voces en el pasillo, me suelta y sale, hasta que reconozco la voz.

- Evans, te espero en la biblioteca. - le dice Malfoy a Alexandra, quien venía junto a Granger, ella asiente y él se retira.

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Día de la Última Prueba

- ¿Lograste hablar con ella? - pregunta Owen viéndome antes de salir, asiento con una sonrisa en mi rostro y él me devuelve el gesto - lo sabía, sabía que lo lograrías.

- Ganaré el torneo, lo haré por ella, la conquistaré de nuevo, tenlo por seguro - exclamo y él asiente.

- Por supuesto que lo harás - escuchamos como nos llaman a los campeones - es hora.

Suspiro y miro las gradas, las personas están emocionadas, pero yo no tanto.

- Owen...

- ¿Si amigo?

Saco los dos sobres de mi bolsillo, uno con el nombre de Alexandra y otro con el nombre de mi padre.

- Sé que ganaré pero, si por alguna razón las cosas no salieran como lo esperado, ¿podrías entregarle esto a las personas que corresponden? - le extiendo los sobres y él los toma asintiendo.

- Claro que sí, pero sé que ganarás - sonríe intentando darme ánimos, pero sé que por dentro tiene tanto miedo como yo.

- Por supuesto que si - se acerca y me abraza, nos conocemos desde antes del primer año, así que es como un hermano para mí, él estuvo ahí cuando mi madre falleció.

- Señor Diggory, es hora - exclama el profesor Dumbledore.

Es hora...