Princesa De Hielo

¿Qué me oculta?

Los nervios no me caben en el cuerpo me veré con Santiago en una media hora, una parte de mi me dice que no es nada malo porque si viese Sido algo malo no me escribe que me "Extraña" no se ni que pensar estoy muy confundida y ansiosa.

Estoy nervios solo me confirma una sola cosa, siento algo por Santiago, sé que es más que atracción,me gusta Santiago.

Suelto un suspiro nisiquiera me dí de cuenta cuando ni cómo pasó solo que se que pasó, creo que unas de las cosas que más me gustó del el fué, su manera de besarme y hacerme sentir cómoda.

Recuerdo lo que me decía mi padre:

"Una persona te tiene que hacer sentir cómoda,no insegura, hay sabrás si es el indicado"

¡Oh Dios mío!,tragáme tierra y escupemé en Cancún. Santiago me hace sentir lo mismo.

Me llega un mensaje de Santiago que dice:

Llegue antes ¿me puedes abrir la puerta?.

Gracias a Dios estoy arreglada pero de igual manera paso por el espejo y me paso los dedos por el cabello. Me puse un vaquero azul oscuro,una camisa de botones de color negro e igual que los tacones.
Me gusta maquillarme pero me  dió mucho flojera así que me puse un poco de pintura en los labios y un poco de polvo, además de usar el cabello suelto.

Camino hasta la puerta y mi corazón está a punto de salirme del pecho. El está ahí con expresión relajada, está todo vestido todo de negro eso hace que me encante más.

¿Pero que estoy diciendo?

—Natalia—Me sonríe esperando mi reacción.

—Santiago—No sonrió se lo digo de una manera fría y cortante.

—Veo que sigues molesta, solo quiero decirte que en verdad me arrepiento de haberte dicho eso de verdad no era mi intención, es que estaba algo no se ¿celoso?, Sé que fuí un completo idiota y tú eres una mujer muy hermosa—Dice con el ceño fruncido y moviendo sus manos de un lado a otro.

No sé qué decirle, me esperaba algo malo como todo en mi vida no algo como lo que me está diciendo.

El no espera respuesta solo da un paso adelante cierra la puerta y me besa al principio lento como si estuviera esperando mi aceptación como nota que se lo sigo aumenta el movimiento para uno más desesperado, pareciera que me dijera que me extraña o solo son ideas locas mías.

—¿Salimos? o ¿nos quedamos aqui?—Pregunta muy agitado aparte de poder sentir su miembro duro que me hace querer más.

¿Quién quiere salir?, Pues yo no y veo que Santiago tampoco así que ¡para que salir!

—Quedemonos aquí—Le digo mientras le acaricio su miembro de arriba a abajo. Creo que se me antojo.

Me vuelve a besar con desespero. Camino mi cuarto intenta tirarme a la cama pero no dejo que lo haga, así que en un movimiento rápido ya está sentado.

Me mira extraño para después mirarme con ese brillo de deseo en sus ojos el sabe lo que quiero. Poco a poco le bajo el pantalón para sacar su miembro que ya está muy pero muy despierto ¡Delicioso! Me lo meto poco a poco en la boca para chupar, lamer y morderló ¡Me encanta! Tiene un sabor esquicito además que sus gemidos son melodía para mis oídos. Sigo así pero con movimientos más rápido que hace que le dé el primer orgasmo. No espera más así que me carga y me sienta en medio de la cama y sin previo aviso me penetra de una manera que solo el, solo Santiago Blanco sabe hacer eso se mueve rápido mientras me besa el cuello, me chupa los senos y así terminar para jugar con mi clítoris.

—¡Oh dios Santiago!—Gimo.

—¿Te gusta?— Me susurra al oído.

—¿Qué si me gusta?, Me encanta— Le gimo-casi grito.

No dices nada más solo acelera los movimientos llevando a un éxtasis de placer llamado orgasmo.

—¡Aaahh!—Grito cuando termina.

—¿Te gustó?— Me pregunta cuando sale dentro de mi y se pone a mi lado para darme un beso.

—Uff me súper encantó—Le contestó pero no puedo decir que nada más porque el sueño me gana.

                         (...)

Me despierto para ver la hora son las 2:30 de la madrugada, Santiago está durmiendo a mi lado parece un bebé me encanta cómo se le ven las pestañas.

¡Tienes más que yo!, Eso es injusto.

A la vez no puedo evitar sonreír como una boba.

Mi teléfono suena así que me levanto con mucho cuidado. Es un mensaje del mismo desconocido:

Princensa de hielo ya te he dicho que Santiago no es lo que parece pero ¡no me haces caso!, Pues ¡adivina!, Se acerca el día en que tú misma verás que yo siempre he tenido lo razón, mientras tanto cuídate.

Al leer mensaje no puedo estar más confundida. ¿Qué es lo que me oculta?

Me dolerá mucho de eso estoy segura.