No soy una prostituta

2.8K 322 31
                                    

Estamos Santiago y yo sentados en el apartamento viendo películas. Tengo mi cabeza en su pecho mientras el me acaricia el cabello suavemente.

No le estoy prestando atención a la película sino a las caricias es relajante y hasta terapéutico. Me he dado de cuenta que para mí Santiago es una terapia. Eso es algo muy preocupante.

—¿Nati?— Santiago me pregunta sacándome de mis pensamientos.

—¿Uh?— Estoy muy desconcentrada no sé qué me pasa.

Tal vez si sabes que te está pasando solo que no quieres admitirlo, pienso cuando me levanto para darle un beso tierno a Santiago.

Cuando me separo Santiago se me queda viendo cómo, ¿Que le pasa a esta loca?

Ni yo sé que me pasa soy la princesa de hielo, una persona fría no debería de estar besandome con el de esa manera, o sí?

—¿Quieres salir mañana?—Le pregunto estando conciente de lo que acabo de decir, Dios estoy roja de la vergüenza.

—Si claro—Me sonríe divertido y se acerca hasta a mí para darme un beso.

Pasamos la cena entre risas y besos parecíamos dos locos enamorados,  espera ¿Qué?,¿Enamorados?, ¡Definitivamente estoy loca!

—Me tengo que ir,tengo asuntos que resolver—Me informa Santiago

—Esta bien—Me acerco con cuidado para que pueda darle un beso.

El me toma de la cintura para intensificarlo aprovecho para agarrarle el cabello con una mano,con la otra poder agarrarle el miembro por medio de su pantalón y acariciarlo de arriba a abajo.

¿Hace calor aquí no?

—Nati enserio me tengo que ir es urgente— Santiago me dice mientras gruñe como una bestia sobre mi boca.

Cuando se separa y alza las  manos en señal de rendición.

—Me voy— Vaya que Santiago sabe cómo mojarle las bragas de una mujer— No hagas cosas mi quería princesa de hielo y si lo haces quiero ver fotos.

¡Pero que descaro en de este hombre! Lo peor que me hizo sonrojar pero ¿Qué diablos me pasa?

Cuando se va me decido por darme un buen baño. Al salir mi teléfono vibra desesperadamente en la mesita de noche camino hasta allá esperando que sea un mensaje de Santiago pero no lo es, es de un número desconocido.

Mi querida Natalia eres tan fría como el hielo, pero tan inocente como una niña Santiago no es ni será el hombre que tú esperas. ¿Por qué no vas y descubres su fachada?, Recuerda que ocultar algo también es mentir y me temo que eso es lo que te está haciendo a ti... "Eres demasiado inocente pequeña"


Mi trabajo no es el mejor pero lo hace algo malo es mi jefe no lo soporto.

Es nati has esto aquí, has esto allá y bla,bla,bla. ¡No lo soporto!

Debe ser porque no me levanté de buen ánimo hoy,ese mensaje de ayer me dejó muy inquieta y nerviosa.

¿Quién pudo haberme mandando ese mensaje?, ¿Qué me ocultas Santiago?

No es que sepamos mucho el uno del otro, cuando hablamos solo es para hacer bromas y cosas así. No es que conozca muchas cosas de mi hay cosas que no quiero decirle.

Luego de terminar con un cliente la algo así como asistente de Andrés me llama para que vaya a su oficina.

La última vez que fui, fue donde conocí a Santiago ya ha pasado mucho tiempo después de eso.

Mi vida ha dado un giro de 180 grados pero aún no sé ¿Si para bien? o ¿Para mal?

—Nati sientate— Me informa Andrés cuando entro a la oficina.

Le hago caso y me siento.

—¿Sí?—Algo me dice que lo que me va a decir no me va a gustar.

—Se que eres stripper no prostituta pero necesito un gran favor que te acuestes con un cliente— ¿Es broma verdad? La miro incrédula no puedo creer que lo que está diciendo— Nati no me mires así de verdad no soy yo es para un cliente multimillonario, le enseñé una foto tuya y está súper encantado.

Estoy enojada yo no soy ningún juguete. Una cosa es bailar y la otra es acostarse con el cliente eso es inaceptable.

—¿Estos loco verdad?—Me mira serio y deduzco que no es una broma— No,no,no lo haré ¿Qué te pasa? Yo no soy una prostituta soy una persona que baila de noche porque no queda de otra pedazo de idiota.

—Nati lo siento yo no—No dejo que siga hablando y me levanto para irme como tómate de hay.

Estoy muy enojada,tengo la cara roja y las manos apretadas a los lados de mi costado.

Llego a mi departamento y no evitar preguntarme ¿Esto es lo que quiero?, Por qué la verdad no creo que me lo merezca, o ¿tal vez si?

Princesa De Hielo Where stories live. Discover now