Duodécimo. Suplicio.

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Loki había pasado gran parte de la noche frente al espejo haciendo poses y movimientos con sus dagas. Después de que Tony terminó la cena, Loki recogió todos los platos y se aseguró de que todo estuviera en orden, caminó por los pasillos deambulando con sus nuevas dagas, después entró a su habitación, dejó el estuche en la cama y se sentó frente al espejo, hacía mucho tiempo no veía en su propio rostro un poco de felicidad, desde su condena todo había sido sufrimiento, incluso evitaba mirarse al espejo, ver su rostro aún más delgado de lo que ya era, los huecos faltos de cabello en su cabeza, sus ojos rojos y las enormes bolsas negras bajo sus parpados, todo él era un desastre, pero ahora, ahora con los cuidados o con las atenciones que Tony le estaba permitiendo tenerse a sí mismo, lucía mejor, la ropa midgardiana no era su preferida, pero lo hacía lucir más joven, eso debía reconocerlo. También el tener sus alimentos a tiempo y diariamente le estaba ayudando a recuperarse, su cara estaba más llena y su cabello comenzaba a crecer, y si a todo eso se le unía que Tony había comprado para él todos los productos de higiene personal necesarios, ahora incluso los ojos del dios tenían un aspecto más relajado. Después de practicar sus clásicos movimientos con las dagas frente al espejo, Loki se quedó dormido sobre la cama, no intentó siquiera meterse en las cobijas, simplemente dejó caer su cuerpo y así sus ojos se cerraron, se sentía tranquilo de poder quedar al descubierto, de poder dejar de estar alerta por un momento y disfrutar de sus pensamientos que poco a poco fueron haciendo que cayera dormido.

Algo lo despertó y no fue precisamente el sonido habitual de su alarma, era un sonido que le lastimaba los oídos, después de unos milisegundos el resto de sus sentidos se activaron, una mesa fría bajo su cuerpo desnudo, estaba atado de pies y manos, una cegadora luz blanca daba de golpe contra su rostro y le impedía abrir completamente sus ojos, estaba aturdido por todo lo que estaba pasando, un golpe de pasado y realidad había entrado en él, seguía siendo un prisionero y su cuerpo se llenó de miedo al recordarlo, a su mirada regresó la ausencia de todo, no oponerse era su única opción , pero mientras estaba sumido en sus pensamientos, un sonido conocido lo distrajo, eran sonidos guturales, quejidos y de vez en cuando una risa, ese era el sonido que Loki estaba oyendo, la risa que le transmitía tanta paz y seguridad, escucharla interrumpir las charlas serias en la comida le hacía genuinamente feliz, pero ahora estaba acompañada de quejidos y lo que se escuchaba como vómito cortándola; Loki giró un poco su cabeza y no pudo ver nada más que una especie de quirófano, después volteó lentamente para el otro lado y fue ahí cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, el único ser que le había demostrado empatía y un poco de afecto, ahora estaba atado de las muñecas con los brazos elevados y el rostro lleno de sangre, lo habían desnudado del torso y todo su costado estaba lleno de moretones sangrantes, Loki sintió su corazón encogerse y la culpa cayó sobre él. Su primer instinto fue intentar levantarse de la mesa en que estaba tirado y correr hasta Tony, ayudarlo y sacarlos de cualquiera que fuera el lugar en el que estaban, pero en el segundo en que lo intentó, las ataduras en sus extremidades se apretaron más a su cuerpo y el dolor se hizo presente, de nuevo no podía hacer nada contra la adversidad; gritó, gritó tan fuerte como sus pulmones se lo permitieron, el sonido que Salió de él fue desgarrador, sus cuerdas bucales agolpándose estrepitosamente para dejar salir ese sonido; sabía que nada bueno podía pasar ahora, él estaba de alguna manera acostumbrado a lo que sea que le quisieran hacer, pero no podía sentirse peor de lo que ya se sentía por ver a Tony en la situación en la que estaba, era su culpa, sabía que nada bueno podía pasar si comenzaba a sentir afecto por alguien, ahora Tony estaba sufriendo solo por haberlo tratado bien, el futuro parecía incierto nuevamente.

[...]

- Lo siento, amo. - La voz de Loki sonaba aún peor que antes, agotada y vacía. - ¿De qué hablas? Me la estoy pasando increíble. - El sarcasmo que Tony usaba también se había convertido en una de las cosas favoritas de Loki, era increíble como aún en las peores situaciones el cerebro del mortal no dejaba de sobre trabajar para encontrar la manera irónica de la situación.

Mi Propiedad [IronFrost]Where stories live. Discover now