Mi Propiedad [IronFrost]

Tercero. Asolamiento.

Lo siento, tuve un Breack Down pero aquí estoy de nuevo, hetereo e inalcanzable.

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- Espero que sea temprano, el sol no ha salido, ayer no pude hacer nada más que dormir con mi ropa mojada esperando que al siguiente día mi vida no fuera tan miserable como antes, limpiar no podía ser tan malo, el humano no parece ser alguien que vaya a dañarme, o no de maneras en que puedan causarme un daño grave, eso está bien para mí, es una tarea fácil, no opinar, no hablar, no estorbar, no pensar y no hacer nada que no se me pida, es sencillo. -

[...]

Eran las 5 de la mañana, Loki había despertado ya, sintió que ya era momento, la servidumbre siempre era la primera en despertar, todo tenía que estar listo para cuando el amo despertara. Ató su cabello y lavó un poco su rostro; tomó una escoba y algunos líquidos de los que habían en "su habitación" comenzó con su labor, barrió todo el piso, con un delgado trapo limpió todos los muebles de la torre, fue sumamente cuidadoso, Stark había hecho hincapié en esa situación, después abrió cada una de las puertas que encontraba en busca de algo, una cama desecha, ropa tirada, pero todo parecía estar en orden, siguió en su búsqueda hasta que encontró la habitación de Tony, en cuanto vio la enorme cama y la cabellera castaña del hombre sobre una almohada cerró la puerta y siguió con sus labores; llegó a la cocina y comenzó a picar un poco de fruta que estaba ahí, también puso agua en el fuego para preparar un café, Loki no era de la Tierra, pero era muy listo, además, las cosas en la Tierra no eran tan diferentes a las de Asgard, y aunado a eso su labor como esclavo antes de llegar ahí le estaba sirviendo de mucho.

Loki permanecía de pie todo el tiempo, Tony le prohibió estrictamente el usar los muebles, no iba a quejarse, mientras no fuera torturado o violado en masa para la diversión de alguien, iba a poder con la situación. La puerta de la habitación de Tony se escuchó abrirse, Loki tenía un oído muy privilegiado, así que más pronto que tarde estaba sacando una tasa de uno de los muebles, los había abierto todos y revisado uno por uno antes para estar familiarizado con sus contenidos, cuando Tony entró en su campo de visión sintió electricidad recorrer su columna vertebral, eran nervios con un poco de miedo, y tal vez agradecimiento también.

- Buenos días, Loki. - Tony solo obtuvo una reverencia como respuesta, además del movimiento de las manos de Loki sobre la barra enorme de mármol para acercar la tasa hasta las manos de Tony. - Me gusta con una de café solamente y sin azúcar, para que lo tengas claro, además, no acostumbro a desayunar a estas horas, un almuerzo tal vez más tarde, pero hoy no puedo, tengo una junta en México y voy retrasado, no toques nada que no debas tocar, y cambia la ropa de mi cama, prepara pasta para la cena y toma una ducha porque luces terrible. - Tony tomó la tasa con una de sus manos y la llevó hasta el lavaplatos, después salió de nuevo para su habitación.

¿Qué se suponía que Loki debía hacer? ¿Ir en ese momento hasta la habitación de Tony y cambiar las sabanas con él ahí? ¿Esperar a que se fuera y mientras averiguar como hacer la pasta que le había pedido? Estaba confundido por no saber qué hacer en ese momento, y esa confusión estaba causando que el anillo comenzara a encenderse y a quemar la mano de Loki.

-Puede comenzar lavando la tasa, señor Loki. - Loki corrió hasta el lavaplatos y comenzó con lo que se le había pedido, no sabía quien era el que le estaba hablando, pero no iba a cuestionar una orden, cuando terminó, levantó el rostro y poco a poco giró sobre sus pies para intentar buscar de donde provenía la voz, nadie presente, cerró los ojos e intentó concentrarse, pero nada aún. - Mi nombre es Jarvis, señor Loki, soy el asistente del señor Tony Stark. - Loki miró el techo y las paredes, era de donde parecía provenir el sonido, pero no encontró nada. - Voy a ser quien le indique la mayor parte de las cosas que tiene que hacer aquí, el señor Tony no se preocupa mucho por las cosas de la casa, esa va a ser ahora nuestra responsabilidad. - Loki asintió con la cabeza y se quedó estático esperando una orden. - Vamos a necesitar más comunicación para que esto funcione, señor Loki, y al parecer usted no está cooperando mucho. - Loki miró al techo de nuevo y movió la boca un poco, un sonido casi imperceptible salió de él. - Lo siento, no pude oír eso. - Loki volvió a mirar al techo y después de nuevo hacia el suelo, otra vez un sonido inteligible fue lo único que obtuvo Jarvis como respuesta. - Lo siento, no pude oír eso. -

- El señor Stark me prohibió hablar, nada que no fuera absolutamente necesario. -

- Yo soy la servidumbre también, si eso le hace sentir más cómodo, estoy a "su nivel" podemos hablar con total libertad. -

- ¿Qué debo hacer ahora? -

- Comenzar por buscar la ropa de la cama del señor Tony, está en la 4 puerta del costado derecho del pasillo hacia su habitación, ese es un buen comienzo. -

Loki acató la y salió de la cocina en dirección hacia donde Jarvis le había indicado, cuando estuvo cerca, no supo que puerta debería de abrir, había olvidado contarlas y los nervios por el dolor que le estaba causando el anillo en su dedo le impedían recordar el número; entonces la voz de Jarvis se escuchó nuevamente.

- Es la puerta que está a su costado derecho señor Loki. -

El dios reaccionó sorprendido por escuchar la voz de Jarvis también ahí, intentaba buscar a alguien, pero nadie estaba ahí.

- ¿Dónde está? No puedo verle. - Loki estaba temeroso de responder, no quería que su voz molestara a Tony.

- Estoy en todas partes, soy la casa. -

- No voy a cuestionar nada, agradezco su ayuda. - Loki abrió la puerta y sacó las sabanas blancas, las fundas de las almohadas y un duvet, cerró la puerta y caminó hasta la habitación de Tony, ya había escuchado las puertas del elevador abrirse y cerrarse, supuso que era Tony yéndose a su reunión y Jarvis se lo confirmó. Entró en la habitación de Tony y comenzó a cambiar las sabanas, no tardó mucho, dobló las que ya estaban sucias y comenzó a limpiar un poco la habitación, se sentía humillado pero agradecido por poder tener un techo seguro sobre su cabeza.

[...]

El día de Loki se había ido en tomar una larga e incomoda ducha en su baño improvisado, Jarvis le asesoró sobre como poder abrir la tubería de la regadera disfuncional de su "habitación" no iba a tener agua caliente, pero por lo menos iba a poder ducharse bajo un chorro de agua; se desnudó casi al instante que terminó con sus tareas y lavó su ropa para después tenderla sobre el piso en un lugar donde el sol iba a poder secarla, pasadas unas horas, aún con su ropa un poco húmeda, fue a la cocina a preparar la cena de Stark, él no había comido nada porque Tony no había dado indicaciones sobre su ingesta de alimentos, pero el hambre iba a ser llevadera hasta por una semana, después tal vez podría comer algún animal que él mismo cazara o algo, ahora lo verdaderamente importante era tener a su amo contento. Apresurado comenzó a seguir las indicaciones de Jarvis, sobre como hacer la pasta favorita de Tony, no le llevaría demasiado tiempo, así que se relajó un poco e hizo las cosas más calmadas, mala idea.

30 minutos después de que él había comenzado con la receta, Tony aterrizó en la terraza, Loki no recordaba que Tony hubiera usado el traje para llegar hasta donde tenía que ir, pero eso era lo menos importante ahora, la comida no estaba lista y Tony ya estaba ahí. Se escucharon golpes de cosas cayendo contra el suelo, pero Loki seguía apurado en ver qué podía hacer hasta que Tony llegara a la cocina, pero cuando lo vio supo que no había solución, Tony venía muy diferente a como se había ido en la mañana, tenía toda su ropa desalineada y sus cabellos alborotados y algunos pegados a su frente por el sudor, además tenía una enorme mancha de vomito sobre su camisa, Tony estaba ebrio, eso iba a complicar las cosas y Loki no imaginaba cuánto.

- ¿Dónde está la cena? - La voz de Tony era de enfado, estaba gritando, el alcohol estaba haciendo su trabajo en él. Loki no respondió, simplemente agachó su cabeza y esperó el castigo por parte de Tony, el anillo ya estaba ardiendo sobre su dedo, causándole quemaduras en la piel. - Bien, si no pudiste hacer la cena entonces voy a cenarte a ti. - Loki abrió sus ojos a su máxima capacidad, no esperaba un cambio así por parte de Tony. El castaño lo tomó de una de sus manos y lo jaló tirándolo al suelo. - ¡Arrástrate hasta mi habitación Puta! - Loki sintió ese miedo que desde hace bastante tiempo no sentía, la humillación por la que estaba pasando era grande, pero eso no era lo que le importaba ahora, sólo quería que Tony no lo dañara introduciéndole cosas extrañas, o mutilando su cuerpo para su diversión. Una lágrima bajó por la mejilla de Loki, el futuro lucía incierto de nuevo.