Parte 14

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Intenté soltar a Daniela para dejarla caminar pero sus piernas seguían débiles.

-No me sueltes por favor.- Su voz era muy dulce y su abrazo se hacía saber que me necesitaba.

-No lo voy a hacer, tranquila.-Pensar que me había pedido que no la soltara por miedo fue un error, el olor de frutas y cítricos me hizo retroceder de lo fuerte que era, cada vez sentí su cuerpo más caliente y su respiración en mi cuello no era de mucha ayuda era obvio que tantas feromonas habían adelantado su celo.

-Ayúdame, te necesito.- La quise apartar para no hacer alguna estupidez pero era imposible, estaba tan bien abrazada a mi cuello que no podía despegarla ni un poco.

-Vamos Daniela, tienes que respirar, no me pienso aprovechar de ti.-Resistirme a sus feromonas era muy difícil pero después del miedo que había vivido sería una pésima idea hacer algo solo provocaría que me odiara.

En un abrir y cerrar de ojos Daniela me besó dejándome sin aliento por unos segundos, era imposible que soportara algo así si no la hacía parar.

-Ya basta, suéltame Daniela.-La omega se sintió intimidada por mi voz he hizo caso a mi orden, caminamos hasta llegar a mi motocicleta y ambas subimos, la forma en la que tomó mi cintura para no caer era muy tierna pero rápidamente cambió la situación pues sus manos comenzaron rápidamente a bajar hasta mi entrepierna casi provocando que tuviésemos un par de accidentes de tráfico y obviamente descontrolándome cada vez más.

Sin pensarlo mucho y sin saber a bien como lo hice llegamos a mi departamento donde estaban mis hermanos esperando a mi regreso. Como pude subí hasta el departamento cargando a Daniela que obviamente estaba completamente consumida por el celo desde hacía ya un buen rato mientras yo me esforzaba al máximo para no tocarla a pesar de sus suplicas.

-Argus, Priscilla necesito ayuda aquí ¡ahora!- Supongo que como grité tan fuerte mis hermanos no tardaron nada en llegar a mi rescate.

-¿¡Qué demonios te pasa Alicia como se te ocurre traer una omega aquí!? ¿No ves cómo estás? ¿Qué mierda le hiciste?

-Absolutamente nada Argus, lo juro, la rescaté de otra alfa que intentó abusar de ella pero usó tantas feromonas para forzarla que adelantó su celo.

Sin decir palabra alguna Priscilla corrió a la cocina en busca de inhibidores para Daniela.

-Maldición, en verdad que sus feromonas son fuertes, esto podría ser peligroso para ti Alicia, lárgate de aquí, tienes asuntos que arreglar.- Desvió ligeramente la mirada hacia mi entrepierna para después centrarse en sujetar a Daniela que parecía querer correr a mi desesperadamente. Entré a mi habitación, abrí la ventana y saqué la cabeza para respirar aire fresco, tapé mis oídos para no escuchar los gritos y gemidos desesperados de mi omega. Me encerré en el baño y decidí resolver el molesto asunto que tenía debajo por mi propia cuenta.

Al cabo de una hora escuché a alguien tocar la puerta de la habitación.

-Alicia ya puedes salir, todos aquí necesitamos una explicación.- Priscilla parecía algo apenada de tocar la puerta, probablemente Argus la había mandado para hacer el trabajo más incómodo.

Salí apenada, de inmediato noté que el olor a las feromonas permanecía en la sala aunque solo era un ligero rastro comparado con el fuerte olor de hacia un rato.

Argus estaba sentado en el suelo, Priscilla se encontraba parada a su lado mientras que Daniela parecía estar dormida en el sillón.

-¿Qué demonios fue lo que pasó hoy Alicia?

-Ya te lo dije Argus, escuché a unos chicos hablar de que una tal Hannah la tomaría entonces corrí a defenderla, luego la traje aquí porque su celo se adelantó y no podía dejarla sola, saben que no puedo mentirles, jamás lo haría.

-Pero tú nunca te metiste en peleas ¿por qué lo hiciste por ella? Solo mira tus manos, están increíblemente inflamadas, además llegaste con una erección.

-Vamos Argus ¿No confías en mí? Te digo la verdad, solo sentí que debía defender a mi omega, la erección fue accidente- El silencio se hizo presente en la sala, Priscilla se sonrojó pero Argus, su expresión no me decía nada, era como una obra de arte abstracto.

-¿Dijiste tu omega?- Priscilla sonrió y volteó en dirección de Daniela que seguía recostada.

-Bueno lo descubrí hace muy poco, la conocí en el baño de la escuela, sus feromonas, tan solo no lo puedo resistir.

-¿Entonces ella es tu predestinada? ¿Y por eso te tienes que volver un animal que casi mata a otra alfa?- Argus preguntó algo molesto

-Si no hacía nada hubieran abusado de ella, pero al momento de pelear tan solo no pude parar.

-¿Entonces romper el teléfono de Hannah era parte de defenderla verdad?

-No lo era Argus pero estaba muy enojada y en ese teléfono tenía un video de Daniela entonces solo... espera ¿Cómo mierda sabes eso?

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Priscilla y Argus miraron rumbo al sillón donde Daniela estaba sentada, parecía que desde hacía ya un rato estaba así pero yo no lo había notado.

-Mierda ¿estabas escuchando?

-Perdona a nuestra hermana, es un poco estúpida como puedes ver pero ya lo escuchaste, en ningún momento tuvo malas intenciones.

-No tienes porqué ayudarme Argus- Dije irónicamente para después intentar dale un golpe en el hombro pero me dolió tanto cerrar el puño para golpearlo que me arrepentí al momento.

-Bueno, quizá no estúpida pero si eres algo miedosa y te cuesta mucho hablar pero, ya la oíste Daniela, puedes confiar cuando te digo que ella jamás nos miente en nada, es casi como si fuese incapaz físicamente.-Se notaba que Priscilla en verdad se esforzaba en defenderme con aquellas palabras aunque tampoco eran especialmente alentadoras.­­

-Lo creeré por ahora.- Daniela sonrió he intentó levantarse pero de inmediato hizo una mueca de dolor a la que reaccioné ayudándola a recostarse.

-Lo siento, el celo me dejó agotada, siento todos mis músculos como si hubiese hecho ejercicio por horas.

-El celo de los omegas es horrible.- recriminó Priscilla viéndome como si fuese mi culpa por ser alfa.

El silenció volvió hasta que por fin Daniela se atrevió a preguntar.

-¿Entonces todo lo que me has dicho desde que nos conocimos era por eso?

-Sí, cuando hablé con Laura me di cuenta que estabas ahí, te tenía que encontrar, luego intenté buscarte en la fiesta pero te fuiste y bueno, tu sabes todo lo que pasó.

-Tengo que pensar todo esto.-Daniela por fin se levantó del sofá con mi ayuda y la Priscilla y caminó hacia la puerta, intenté seguirla pero sentí la mano de Argus en mi muñeca.

-¿A dónde crees que vas? Déjala ir sola, dijo que tenía que pensar.

-¿Entonces quién la va a llevar a su casa?

-Ella ya llamó a alguien, yo bajaré con ella para que crean que solo hay omegas aquí y no tenga problemas.

Era claro que tenía razón pero no quería escuchar, era como si me arrebatasen algo mío.

Perfectly Wrong (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora