Capítulo XC.

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Días después, mis padres me llamaron para hablar; querían darme una casa propia, para que tenga algo más de independencia. De por si, aprendí a ser una adulta por lo que tener una casa propia sería el detalle final.

La verdad me da igual; preferí quedarme en la casa que queda en el centro, siendo esta un buen lugar para mi. Ellos retiraron sus pertenencias llevándolas a mi verdadero hogar, dejándome todo el espacio para mi.

Víctor se mudó conmigo; dejó la vieja casa para el laboratorio, siendo ahora una base de sus científicos locos.

La que era la habitación de mis padres, ahora se convirtió en nuestra habitación; modificamos las paredes para que haya camas retráctiles para cuando vengan nuestros amigos. Trasformamos mi habitación para que sea su sala privada y el sótano que estaba preparado para que no se perciba nuestro lado no humano, lo modifiqué para que sea mi laboratorio completo. El resto de las habitaciones las dejamos como están.

Pintamos algunas paredes y movimos muchos muebles, pero el calor hogareño no se fue y se siente bien estar aquí. Él trajo todas sus pertenencias por lo que es nuestro lugar especial.

(...)

Al mes después de toda la mudanza, motivamos a Emilia y a Manuela a hacer lo mismo; ellas lograron mudarse juntas como pareja a una casa aquí cercana. Thomas y Juan están alquilando un departamento en planta baja en un complejo de departamentos, unas cuadras más allá. Estamos todos cerca y seguimos siendo amigos. Perla sigue viviendo con Alex, ambos estudiando y les va muy bien.

El grupo ya no tiene que hacer misiones locas de noche, tan solo se enteran del laboratorio una vez al año cuando tienen que ir a hacerse revisiones. Somos personas normales, o lo más normal que pueden ser cinco seres que requieren agua mágica para verse normales y funcionar bien, junto a una híbrida licántropo con vampiro que dirige dos reinos, pero la pasamos bien.

Mamá tiene un embarazo sano, no participa en la toma de decisiones de la manada pero si disfruta de su maternidad. Papá se transformó en una especie de segunda mano que me ayuda en los pequeños asuntos, sin participar activamente. He organizado toda mi agenda para de 12AM a 6AM esté en el reino, de 6AM a 12PM esté en la manada y luego tenga el resto de tiempo para mi. La vida así es tranquila.

Los humanos siguen torturados con el tema de los vampiros, los zombies y los fantasmas, a pesar de que ya no hay registros de tales en nuestro país, y de a poco tampoco en el resto del mundo.

Sigo sin tener un vehículo propio pero aprendí a conducir y tengo licencia para conducir todo tipo de vehículos, tanto de tierra como de agua y la semana que viene saco la licencia para conducir aviones y helicópteros. Saber hacerlo y estar habilitada para tal responsabilidad es algo bueno cuando eres una líder importante de dos zonas.

Tomar una tacita de sangre ya no satisfacía mi hambre pero si exceso esa cantidad, no logro controlar mi cuerpo y dejo ver mis partes no humanas. Logré hallar la solución tras empezar a beber esa misma cantidad pero de sangre de Víctor. Es una tacita diaria, no le llega a hacer daño y con ingerir agua d la isla vuelve a estar como nuevo; de esa manera, ambos ganamos.

No hay grandes problemas y todo es paz al fin.

-¿Te imaginabas esto?- le pregunté a Víctor, quien está cortando una fruta para comerla.

-¿Qué cosa?- preguntó, llevándose a la boca un pedacito de manzana.

-Que lograríamos llegar a tal nivel de paz- indiqué-. Tener vidas normales y sin tener que angustiarnos tanto.

-La verdad, siempre lo soñé pero jamás imaginé que fuera a ser real. ¿Quieres un poco de manzana?

Asentí y me pasó una rodajita.

-Gracias- miré esa rodaja-. Creo que todo ese dolor está valiendo la pena.

Llevé la fruta a mi boca, degustándola. Está buena.

-Yo no diría valer la pena. Más bien creo que logramos sanar y llegar a la paz, aún con los problemas y todo lo que suceda.

-Creo que tienes razón- sonreí y alcé mi mano, levantando el agua, girándola en una esfera con el centro hueco.

-Cada vez es mejor.

-Eso no lo dudo.


(Continuará...)

La HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora