Capítulo LXXIII.

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Tras solucionar el problema de los vampiros, tuve que ir turnándome para solucionar problemas en la manada y en el reino; ambos requerían atención de los líderes por lo que fui organizando como pude. Por suerte tenemos protocolos para poder solucionar lo básico pero lo más complejo requiere atención inmediata.

Miré la hora; son más de las 10AM. Llevo desde la noche resolviendo problemas desde casa.

Suspiré y me levanté, estirándome. Fui a la cocina, buscando algo de comer; tomé tan solo una taza de té de sangre con unas galletas y preparé el desayuno para mis padres.

Lo acomodé todo en mi mochila y caminé hasta mi casa en la manada. Allí noté a la mano derecha de mamá, sentada contra la puerta.

-Tu tía ha venido; se enteró del problema y quiere verlas- indicó.

-¿Dónde está?- pregunté.

-En la cafetería; están desayunando. No sabe que el rey vampiro está aquí- bajó su voz.

-Está bien. Diles que en unos momentos iré- hablé y se levantó, retirándose.

Abrí la puerta y pasé yo sola, volviendo a cerrar la puerta. Busqué una bandeja y lo coloqué todo, para subir las escaleras.

Toqué la puerta.

-Les traje el desayuno- avisé.

-Ya abro- habló papá.

Escuché risas y algunos golpecitos. Papá abrió la puerta y entré.

-¿Cómo estás?- le pregunté a mamá, que está vestida con su ropa común.

-Perfecta- sonrió-. Gracias pequeña.

-No hay problema.

-¿Ya desayunaste?- preguntó papá.

-Sip, antes de venir aquí. Les dejo esto para que coman tranquilos.

-Gracias- papá besó mi frente-. ¿Qué opinas de hacer esto oficial?

-¿A qué te refieres?- pregunté, sin entender realmente.

-Estábamos pensando decirles a todos que somos una familia; sin tener que ocultarnos más- explicó mamá-. Lo pensamos desde hace horas: eso podría solucionar todos nuestros problemas.

-Pensábamos decirlo públicamente antes de que nacieras pero ocurrió un pequeño milagro y perdimos la oportunidad; ahora eres adulta y podemos enfrentarlo juntos- habló papá.

-Si todos saben que un humano es mi pareja y no se hacen problema, ¿cuál sería la dificultad ahora?- sonreí-. Me parece una idea fantástica pero primero tenemos otros problemas que solucionar.

-Claro, pero pronto es un buen pronóstico- dijo mamá.

-Por cierto, la tía está aquí- mencioné y ella rió.

-Está bien, ¿está en la cafetería?- preguntó y asentí-. Ahora desayuno y voy para allí. ¿Por qué no vas a casa a descansar? De seguro no dormiste aún.

-Está bien- sonreí-. Pasaré a saludar primero.

-Claro. Mándame un mensaje luego, con lo que harás- pidió y asentí.

Me despedí con un abrazo y salí de allí. Pasé por la cafetería, notando a mi tía junto a sus hijos; se les ve tranquilos a pesar de toda la problemática. Entré al local para saludar; tuvimos una breve charla y salí de allí con la justificación de que iré a dormir tras pasar toda la noche ayudando.

Fui caminando por la zona, comprobando que todo esté resulto antes de ir a descansar por fin. Víctor me llamó para invitarme a ir a Mako; accedí con la condición de que me deje dormir allí unos minutos.

La HíbridaWhere stories live. Discover now