Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADA

Uraraka y tu {Parte 1}

Nota de la escritora: La mayoría, por no decir que todas las historias, son con rayis femenino, así que como pedido de una personita voy a hacer esto más diferente. Será con rayis masculino, si no quieres leer no hay problema espera la siguiente mini historia.
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POV T/N

- Oye bro, ¿ya vienes?- preguntó Kirishima apurándome como siempre. Suspire mientras me acomodaba la corbata y salía de lo que era mi dormitorio. Topándome a Kirishima de frente.

- Si, ya vámonos.- salimos hablando de cosas sin sentido, me dolía un poco lo cabeza pues estuve casi toda la noche estudiando y casi no había dormido nada.

En el camino nos encontramos a algunos de la clase como de costumbre desayunando. Levante mi rostro para buscar en específico a una persona, Uraraka, el amor de mi vida desde hace varios meses.

Y como sospeché estaba sentada a un lado de Deku mientras sonreía tan amable como siempre. No podía evitar sentirme celoso de él, que a pesar que tuviera novia, toda la atención de Uraraka estaba puesta en él todo el tiempo.

A pesar de eso no podía evitar sentirme también feliz, quizás gracias a eso tenía alguna oportunidad con ella. Eso era muy egoísta de mi parte.

Me senté en la misma mesa mientras solo tomaba leche y me comía un pan solo. La observé nuevamente, había dejado de hablar con él y me había estado mirando a mi.

- Buenos días.- saludó con una cálida sonrisa y un sonrojo notorio poniéndome nervioso. Tanto que el vaso que sostenía comenzó a moverse por el temblor de mi mano y lo dejé sobre la mesa.

- Bu-buenos días.- respondí también sintiendo como me sonrojaba. Era estupido, debería de estar acostumbrado a verla y escucharla hablar, sin embargo me ponía muy nervioso cuando lo hacía. Dejé de mirarla y apreté mis manos en mi pantalón.

Al resto de el día fue igual a los demás, no pasaba nada nuevo al menos con respecto a los villanos. Decidí salir un rato en la tarde solo, sin Kirishima pues este los más probable estaba muy ocupado entrenando en su habitación.

Afuera en el patio mire los árboles y como pequeños pájaros se posaban en sus ramas. Podía sentirlo, sentía como las ramas eran acariciadas por el viento y sus hojas de movían de un lado a otro. Tanta fue mi concentración que cerré los ojos dejando escapar de mis labios una sonrisa.

De mis manos salieron unas pequeñas raíces que poco a poco buscaban el contacto directo con las plantas que me rodeaban. Escuché unos pasos y mi concentración terminó en ese momento, las raíces cayeron de mis manos volviéndose polvo.

- Pensé que no había nadie, lo siento.- escuche la voz de Uraraka a mis espaldas y me di la vuelta, viendo como levitaba y me miraba con una sonrisa apenada.

- No te preocupes.- respondí mirándola extrañado.- ¿Estas bien?- pregunté porque se veía algo pálida.

Sin responder puso sus pies en el suelo y asintió un poco, sabía que tenía ganas de vomitar así que no hice más preguntas esperando a que se le pasara el mal estar.

- Creo que ya.- dijo de pronto mirando las ramas del árbol con un mejor aspecto.- Tengo que practicar, no puedo marearme y vomitar en una misión.

- Entiendo.- conteste tratando de mantener mi cabeza concentrada en no ponerme más nervioso. Sobre todo que ella se diera cuenta.

- ¡Ya se!- gritó animada poniéndose frente a mi mirándome a los ojos.- Tu me puedes ayudar a entrenar.

Me quede por un momento paralizado, aunque me gustaba mucho eran pocas las veces que habíamos hablado. Normalmente era muy tímido para hacerlo así que mantuve mi distancia pensando que ella nunca me buscaría ni siquiera en forma de amistad.