Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADA

Aizawa y tu {Parte Final} +18

POV T/N

Ya mi cabeza no estaba razonando, lo único que quería era sentir sus manos por mi piel y listo. A la mierda lo demás. Besaba mi cuello lentamente mientras sus manos viajaban por toda mi cintura y cadera.

La falda que llevaba no estaba ayudando mucho, se había subido hasta mi cintura y mi camisa ya estaba media desabotonada. Literalmente estaba olvidando todo.

No podía hacer mucho ruido porque podrían descubrirnos, para evitarlo me cubrí la boca con mi mano pues poco a poco Aizawa iba bajando peligrosamente por entre mis pechos y ahora estaba en mi abdomen.

- Maldita sea...- susurro contra mi piel.- eres perfecta.

De pronto sentí como desabrochaba mi sujetador con mucha habilidad. Quede expuesta de la cintura para arriba ante él y yo quería cubrirme mientras me sonrojaba.

- Ni lo pienses o te amarro.- la idea me hizo sentir más excitada y él pareció notarlo.- Jajaja ¿en serio quieres que te amare gatita?

Mire a otra parte en la habitación mientras me sonrojaba más si era posible. Hasta que de un momento a otro estaba atada de manos al cabezal de la cama.

- Aizawa...- se quito la camisa y a mi casi se me sale el corazón. Para ser un hombre maduro estaba en muy buena forma.

Ahora estar atada hacia que sintiera la necesidad en mi entrepierna, necesitaba sentirlo en ese momento.

- Se que eres virgen así que iré despacio...-susurro en mi oído bajando lentamente su dedo por la línea de mi estómago y llegando a mi intimidad jugando con ella por sobre mis bragas.- pero luego no pretendo ser tan amable.

Me recorrió un escalofrío combinado con las corrientes eléctricas que estaba sintiendo por su estimulación, eso estaba haciendo que de mis manos comenzara a salir hielo y congelara las vendas.

- ¿Por qué no controlas tu quirk?- quito mis bragas y comenzó a lamer mi intimidad jugando en forma de círculos con mi clitoris. Mirándome a los ojos sentí como ya no podía salir más hielo de mis manos.

- N-no puedo controlarlo... ahh.- enterré mi cabeza en la almohada mientras trataba de contenerme. Estaba muy mojada y aún así aunque su lengua estaba haciendo un excelente trabajo sus manos estimulaban mis pechos.

- Tranquila...- subió hasta mis labios y los beso de nuevo con calma.

- Yo también quiero tocarte.- dije mirándolo a los ojos, había borrado mi quirk y por eso ya no creaba más hielo lo que me hizo sentir intimidada.

- ¿La niña quiere tener control también?- asentí y él se quito los pantalones junto con su ropa interior.- Lo siento, querías que te amarrara.

Sentí como jugaba en mi entrada torturándome cada segundo que pasaba. Moví las caderas esperándolo mientras me sonreía de manera relajada y burlona.

- Eres una niña muy impaciente.- dijo y después mordió mi oreja.- Pero te daré lo que quieres.

Lentamente se abrió paso en mi y yo traté de no gritar. Era demasiado grande y me dolía un poco, pero a la vez era una sensación placentera.

- Ahhh...

- No gimas tan fuerte o nos descubrirán.- se quedó unos segundos esperando a que me acostumbrara por completo.- Me estas apretando demasiado...

Su voz se volvía cada vez más pesada como su respiración. Comencé a mover mis caderas para que comenzara a moverse despacio como había prometido. Poco a pocos sus embestidas eran más profundas y ya yo no sentía dolor, por ahora.