Capítulo 7

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Olimpia

— ¿Porqué siempre viajábamos a Egipto? — Le preguntó a su padre mientras deja su taza de café sobre el escritorio — Pudimos haber ido a cualquier otro lugar, a Grecia o Turquía, ¿Porqué siempre a Egipto? —

Su padre enarco una de sus rubias cejas y sonrió de lado, cómo si le pareciera extraño su actitud, de todos modos cuándo esta con él siempre hablan de arqueología.

— ¿Porqué estás tan interesada en Egipto? Sólo es otro país —

Olimpia se emocionó tanto con su pregunta que recargó sus codos en el escritorio de su padre, llena de emoción y adoración al verlo, lo quiere tanto que todas las tardes después de sus interminables lecturas y cuándo él tiene un pequeño momento de su trabajo, siempre vienen aquí, al que ambos llaman su refugio personal.

O su pequeña Alejandría

— ¡Si por eso, ¿Si tan solo era otro país porque las vacaciones siemore serán ahi?! — Dijo señalando con sus dedos las fotos que tiene de sus viajes — Vamos papá, además todo era raro, nos quedábamos en medio del desierto, siempre me llevaban con extrañas personas y déjame decirte que esos no son viajes normales para niños —

Su papá la miró durante un segundo y se recargó en su asiento.

— Tú mama tiene una manera distinta de disfrutar las vacaciones —

— ¿Durmiendo en medio del desierto de Sáhara? — Replicó con curiosidad.

— Si, y visitando tumbas —

Olimpia rodó los ojos y se dedico a mirar las fotografías que tiene regadas sobre el escritorio de su padre.

Hay fotos de su padre excavado lugares, más fotos de ella y de su papá en el desierto, felices y con grandes sonrisas, él siempre tomándola en brazos o teniéndola cerca, fotos en su escuela, cuándo perdió su primer diente, en su primer evento, antes de su primer cita, todo ha sido con si fuera padre soltero.

Hasta que debajo de todo se encontro la única foto que tiene con su madre. 

— ¡¿Mamá se dejó tomar una fotografía?! Pero ella odia las cámaras — Comentó sorprendida mirando la fotografía con emoción. 

— En realidad ella no sabe de la existencia de esta foto, la tomé cuándo ella estaba distraída   — Dijo con un brillo especial en los ojos, como si recordará ese día — Es la unica foto que tienes con tú mamá, guárdala —

Olimpia observó la fotografía, quiza ha sido la primera vez que su mamá la miró con amor, es una foto tan vieja que algunas partes estan en mal estado, pero puede apreciar el rostro de su madre, su cabello negro cayendo de forma angelical mientras la sostiene en sus brazos cuándo apenas tenía unos meses de vida,

— ¿Porqué la escogiste a ella como mi mamá? — Dijo de repente — Es claro que no me quiere, ni le agrado —

— Ella te adora Olimpia —

— Lo hacía, lo recuerdo, pero después de un maldito viaje a Egipto donde una mujer me dibujo extrañas cosas en los brazos, vi llorar a mamá y ya jamás me quiso de nuevo ¿Tengo algo malo? — Se pasó las manos por el cabello con desesperación — Cómo sea, ya no inporta, pero descubri un libro de mamá llenó de cosas raras, menciona maldiciones y....—

Su papá la miro claramente molesto, y él nunca hace eso.

— ¡¿Entraste al cuarto prohibido?! —

— Claro, tú no la conoces papá, ella...ella me hizo algo, me hechizo, lo se, por eso tiene ese libro extraño que me da escalofríos —

Intentó seguir hablando, pero la puerta se abrió de repente y su furiosa madre llegó para acabar con el fabuloso momento.

Erase Una Vez Alejandría Where stories live. Discover now