"Haces demasiado"

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Mi mirada se perdió en dirección a las bodegas del edificio, en donde en una de ellas, guardaba todas mis viejas cosas, y en especial, las de Miros. Cosas que jamás me había atrevido a revisar con detenimiento, dado a que sabía que la nostalgia me invadiría en cuanto lo hiciera. Me preguntaba si entre todas esas cosas, conseguiría la respuesta a la pregunta que ahora me oprimía el pecho en todo momento.

—Eh, Matt... —La voz de Blake a mis espaldas, me hizo reaccionar.

—Hola, Blake. —Sonreí discretamente.

—¡Hola! —Me dedicó una encantadora sonrisa que me hizo olvidar que hoy había tenido una cita con otro chico—. Veo que ya estás mucho mejor.

—Sí, lo estoy. No te agradecí por quedarte conmigo anoche. —Dejé un beso en su mejilla.

—No fue nada. —Encogió ambos hombros.

—Claro que lo fue... —dije perdido en esos grandes ojos turquesa, de largas pestañas—. Ahm... —Carraspeé—. ¿Qué haces aquí?

—Mi padre me ha traído mi automóvil. Quisiera empezar... en cuanto tú puedas, por supuesto, sé que están siendo días difíciles para ti.

—¿Cuál es? —pregunté.

—Ese de allá... —Señaló un Tesla modelo S y color blanco.

—¡Oye, que el del Tesla soy yo! —Bromeé, picando su costilla izquierda con mi dedo índice, haciéndola reír. Esa risa que ahora mismo estaba siendo una medicina, para todo lo que tenía dando vueltas en mi cabeza.

—Lo sé... ¡Sorpresa! —Rió.

—¡Copiona! —volví a picar sus costillas.

—¡Para! —dijo entre risas.

—Sólo dame el día de mañana y empezamos. —Me torné ligeramente serio.

—Hecho... —Sonrió coqueta—. Ehm, perdona, te estoy retrasando a dónde quiera que vayas, ¿cierto?

—No hay prisa, voy a comprar algunas cosas y una pizza... Es lo que quiere comer Amelia hoy.

—Oh, tío consentidor. —Reí.

—Sí, algo así...

—Bueno, entonces te dejo... —Escondió sus manos detrás de su espalda.

—Ehh... sí... —Realmente necesitaba de su compañía ahora, ¿pero cómo decirlo?

—¿Necesitas compañía? —cuestionó al notar que no movía ni un músculo.

—Sí... pero no quiero molestarte —dije sintiendo mis mejillas levemente ruborizadas.

—Bah... creo que ya te he dejado claro que no me molestas para nada —dijo subiendo a mi auto. Reí, hice lo mismo y salimos del estacionamiento.

—¿Y cómo te fue hoy? —preguntó Blake, rompiendo el silencio.

—Ahm... bien, supongo... Llevamos a Amelia al doctor, no fue abusada.

—Joder, Matt, qué buena noticia.

—Lo sé. Yo también estaba angustiado, pero no quería preocupar más a Amy. Por suerte todo salió bien. —Suspiré.

—Me alegra... Yyyy...

—¿Y qué? —Sonreí y la miré brevemente.

—¿Qué más hiciste?

—Ahm... —Me encogí de hombros—. En la mañana fui a tomar un café con Leah...

—Oh... ¿y qué tal fue? —Noté el tono de Blake, mínimamente serio.

—Hmm... —Ya que Blake había salido con Tanner, lo mejor era aparentar que todo había ido de puta madre—. Bien, bien... ya sabes... Leah es muy divertida. Me vino bien para distraerme un poco.

Set Me FreeWhere stories live. Discover now