A million men

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—Matt... —Vera se acercó hacia nosotros y me recibió con un amistoso abrazo—. ¿Cómo estás?

—Bien, gracias, ¿y tú? —Al parecer ni yo me percataba la mayoría de veces que la palabra "bien" salía de mi boca por mera inercia.

—Yo bien, pero me enoja que uses la palabra "bien" cuando te conozco mejor que a nadie. —Bromeó. Al menos no era el único que se daba cuenta. Reí y negué con la cabeza en respuesta—. ¿Tú eres Amy, cierto? —Miró a Amy.

—Sí... -Sonrió tímida.

—Es un placer conocerte, tienes la sonrisa de tu hermano. —La sonrisa de Amy se hizo más grande y se volvió para mirarme.

—Oh, gracias... es el mejor cumplido que me han hecho en la vida. -Soltó una risita nerviosa. Reí con ella y di un toquecito en la punta de su nariz con mi dedo índice.

—Oye, entonces la halagada he sido yo -dijo Vera. Sí, ella vaya que sabía cómo acabar con la tensión—. Por favor, pasen por aquí.. —Nos guió hasta su consultorio— Pónganse cómodos y si quieren algo de tomar sólo deben pedírmelo.

—Gracias —respondimos al unísono.

Blake:

Con un maquillaje ligero, mi cabello al natural y la luz del sol entrando por mi ventana, me hacía algunas fotografías, en un intento por dejar de pensar en Matt.

Me preguntaba si estaría bien y si se encontraba enfadado conmigo. Sabía perfectamente que a Matt le gustaba y el haber dicho que Tanner era atractivo pudo sentarle muy mal. Aunque eso no era nada válido. Matt me había preferido como su amiga y los amigos no sienten celos entre ellos. Bueno, tal vez sí... Pero no es válido demostrarlo. Aunque con él no podía saber con exactitud cuáles eran sus propias reglas acerca de tener una amiga. Matt seguía siendo un misterio.

Resoplé, entré al chat de Matt y escribí un mensaje para él, decidida a salir de aquella duda.

Blake: Hola, Matt :)

Blake: ¿Te sientes mejor?

No hubo respuesta. Esperé unos minutos más, caminando cual animal enjaulado y salí de mi apartamento hacia el de él, harta de la intriga.

—¡Blake! —dijo Milly sorprendida al verme, después de abrir la puerta.

—¡Oh, hola, Milly! —Sonreí y di un beso en su mejilla.

—¿Cómo estás? —preguntó.

—Bien, ¿está Matt?

—Oh, no... fue a terapia con Amy el día de hoy. Me pidió que me quedara cuidando a su sobrina. —Abrió la puerta totalmente y señaló a Amelia, quién jugaba con un montón de bloques de juguete, sobre la mesa de centro de la sala.

—Entiendo... entonces hablaré con él luego. Gracias, Milly. —Di media vuelta, para regresar a mi apartamento.

—Oye, espera, si no tienes nada qué hacer, puedes quedarte.

—¿En serio?

—¡Sí, claro! —Sonrió amistosa.

—Vale... —Me encogí de hombros y entré.

—Siéntate... —dijo Milly—. Amelia, cariño, dile hola a Blake...

—Hola, Blake. —Morí de ternura.

—Hola, Amelia... —Me senté en el sofá—. ¡Qué bonitos juguetes!

—Tío Matt me los regaló —dijo con una sonrisa tímida.

Set Me FreeWhere stories live. Discover now