El plan perfecto.

3.3K 527 184
                                    

Narra Rusia

Voy corriendo por las calles parisinas, hoy me siento feliz, amanecí de muy buen humor y decidí salir a correr. Hacía varios días que no corría así que, ¿Por qué no hacerlo hoy? Hoy se me ocurrió desayunar, fue un plato chico con una extraña fruta picada, la cual Francia me dijo que se llama "papaya" nunca la había probado, sabe un poco extraño, pero no diría que sabe feo, además le puse miel y hasta un puño pequeño de granola, me he estado cuidando bastante en estos días así que no creo que el desayuno de hoy afecte mucho.

Hay un buen clima, está soleado pero no es una de esas veces en las que los rayos solares te queman y te sofocan, hoy se siente una calidez agradable.

Corro con alegría, gracias a mi desayuno no me siento mareado ni me duele la cabeza, hacía mucho que no me sentía "normal" al momento de hacer actividad física, quiero decir, siempre se siente como si en cualquier momento las piernas fueran a fallarme. Estoy un poco cansado porque México y yo nos desvelamos anoche viendo las estrellas, sin embargo no es nada muy alarmante ni nada que no pueda manejar, sólo bostezo de vez en cuando.

Doy vuelta en una esquina y entonces mi sonrisa se borra, hay una cafetería ahí que tiene mesas fuera del local y en una de esas mesas está México con el mismo chico que invitó a la casa de Francia hablando muy sonriente, ¿Cuál era su nombre?, ¿Dominique?.

Me detengo y los miro por un momento quitándome uno de mis audífonos, luego me quito el otro y doy media vuelta para caminar hasta la casa.

A decir verdad me da un poco de miedo que México me haga a un lado porque ahora tiene un nuevo amigo con quien además parece que se lleva mucho mejor, conmigo no se ríe. Bueno, sí se ríe, pero es México, se ríe con todos, es sólo que no sé... Tengo un presentimiento respecto a este tipo en particular.

No tardo mucho en llegar a la casa, recién había comenzado a correr así que aún no había llegado muy lejos, camino hacia la habitación donde duermo, cierro la puerta y me siento en la orilla de la cama mientras empiezo a escuchar mi voz interna hablarme.

¿De verdad creíste que tendrían una amistad duradera, Rusia? Por favor, sólo estaba siendo cordial. Sólo estaba siendo México, así es él con todos, no es como que tuviera ninguna clase de interés especial en entablar conversaciones contigo, solamente lo hizo porque de seguro Francia se lo pidió o porque le dió lástima ver tu deplorable habilidad para agradarle a las personas.

Patético.

¿Cuántas veces has tenido un verdadero amigo? Exacto, ninguna vez, la gente que se te acerca lo hace por obligación, por conveniencia o por cortesía, nuca por voluntad, ¿De dónde te nació la ridícula idea de que sería diferente con él? Siempre has sido tan ingenuo, tan optimista. Y cuando eres optimista es cuando peor te va, ¿No es así?.

¿Cuántas personas tienen que alejarse de tí para que te des cuenta de que tu destino es estar solo?, ¿Cuántas veces tienen que desecharte para que aceptes de una buena vez que no eres suficientemente bueno y que nuca lo vas a ser?, ¿Cuántos más tienen que detestarte para que notes que el único que te soportaba era tu padre?.

—Basta, basta, basta.—Me susurro a mí mismo abrazando mis piernas, quisiera gritar pero no puedo permitirme alarmar a los demás.

No me había dado cuenta de que estoy llorando, ¿Por qué estoy llorando? Era demasiado obvio que en cuanto estuviera mejor México me iba a hacer a un lado, sólo me habla por compasión y porque se siente obligado al verme aquí en la misma casa donde él está.

Pero no importa. No importa.

Sólo necesito controlarme más. A partir de hoy yo seré quien se aleje antes de que desarrolle un apego hacia él. No puedo esperar que el resto de la gente cuide mis sentimiento así que voy a cuidarlos yo, lo último que quiero es una nueva historia de cómo alguien me abandonó, tengo todo un repertorio.

No será tan difícil, de todos modos no somos como que mejores amigos, ni nada similar, yo puedo hacer esto y él está tan ocupado en su nueva amistad con Dominique que seguro ni siquiera se va a dar cuenta de mi cambio de actitud.

Todo está bien, no pasa nada. Además México siempre quiere hacerme comer, no sé cuál es su fijación por la comida, pero siempre está insistiendo para que coma y no necesito tener cercanía con algo así, esto será bueno, puede que parezca que no, pero va a mejorar la situación, yo sé que así será.

De hecho, creo que podría irme de esta casa, le diré a Francia que estoy mejor y que me deje irme mañana mismo, no creo que vaya a negarse, no ha estado muy al pendiente, creo que... México ha estado mucho más cerca.

Suspiro y me levanto de la cama para empezar a empacar mis cosas, considero que si solo le aviso a Francia que me voy a ir en lugar de pedirle permiso cierra más las posibilidades de que se niegue o que no me deje ir, no me quedaré en el mismo hotel, no quiero que México vaya a buscarme.

Aunque de cualquier manera estoy seguro de que no va a buscarme, va a estar muy ocupado buscando a Dominique. Y si me voy de aquí también va a ayudar a disimular mi cambio de actitud, le va a parecer menos raro que ya no quiera conversar con él, simplemente pensará que la situación ocasionó el distanciamiento, que era inevitable y que después de todo es lo mejor para ambos.

Es lo mejor para ambos.

Anorexia (Rusmex)Where stories live. Discover now