Anorexia (Rusmex)

Excelente-pésimo cocinero

Narra México

Después del desayuno Rusia se fue a "Entregarle a ONU sus nuevos resultados" Pa' mí que hay gato encerrado en eso, pero bueno, yo estoy dando los últimos detalles a la comida, faltan quince minutos para las dos, ya casi llega el doc, espero que Rusia llegue temprano para que lo pueda ver.

Escucho que tocan el timbre, oh, por Dios, ¿Será él? Que puntual, después de unos segundos una de las empleadas domésticas aparece en el marco de la puerta de la cocina.

—Señor México, hay una persona preguntando por usted en la puerta, me dice que su nombre es Dominique Morel, ¿Lo hago pasar?.—Me pregunta.

—Sí, por favor...—Me quedo pensando en su nombre, recuerdo que Francia me lo dijo, pero el problema es que no recuerdo cuál era.

—Agathe.—Aclara a la vez que asiente con la cabeza.

—¡Claro! Agathe, ya lo sabía.—Me aclaro la garganta, ella me ignora y va a la puerta para dejar pasar al doc.

—El señor México se encuentra en la cocina, al fondo de este pasillo.—La escucho dándole indicaciones.

Me doy un último vistazo en el vidrio reluciente de la alacena antes de recargarme en una mesa que hay aquí, escucho los pasos de Morel acercarse, que nervios, aunque nadie me lo crea, a veces no soy bueno socializando y en mis conversaciones con gente nueva suele haber muchos silencios incómodos, excepto cuando conocí a Rusia, al gringo y a mis hermanos.

—Bonjour.—Me saluda entrando al lugar.

—Oh... Hola.—Le extiendo la mano para darle un apretón, él la toma no muy convencido, ¿Qué?, ¿Hice algo mal?.

—¿Quieres que te ayude con algo para cocinar?.

—No—Me apresuro a responder—Ya lo tengo hecho, sólo deja lo sirvo, si quieres ve al comedor, está por la entrada principal—Indico—Es una pared blanca.

Él me mira haciendo una mueca de confusión, ¿Ahora qué?.

—Claro, te espero ahí.—Asiente aún con la cara rara que hizo y luego da la media vuelta para irse.

Yo saco dos platos, sirvo primero la pata que hice, son coditos que bañé en una salsa hecha a base de chipotle, crema y queso cheddar y mozarella, me dirijo a la cocina con ambos platos, cuando voy por el pasillo me encuentro con el mayordomo.

—¿Necesita ayuda con eso, señor?.—Me pregunta amablemente.

—Oh, no, con esto no—Respondo, quiero ver su primera impresión cuando vea la pasta, no es por nada pero se ve muy bien—Pero en la mesa de la cocina dejé una jarra de agua de limón, ¿Puedes traerla a la cocina por favor?.

—Por supuesto.

Continúo con mi camino, ah, caray, si todas las paredes son blancas, por eso hizo esa cara, siempre estoy pasando vergüenzas.

Llego a la mesa del comedor, gracias a Dios el doc sí la encontró aún con mi pésima manera de dar indicaciones, pongo el plato frente a él, me mira con ambas cejas levantadas.

—¿Sigues creyendo que no sé cocinar?.—Le pregunto orgulloso.

—No, ya no podría decir eso.—Se ríe.

—Bon appétit.—Me siento delante de él.

—Bon appétit.—Inclina la cabeza hacia adelante.

Comemos y tenemos una charla muy amena, de verdad es una persona muy agradable, le encantó la comida, repitió plato de pasta, nunca volverá a decir que no soy bueno en la cocina.

Después de dos horas escucho la puerta principal, estiro un poco el cuello para asomarme por la puerta abierta del comedor, ya que desde ahí se ve la escalera, es Rusia.

—Ya llegó Rusia, deja voy a decirle que venga.—Le susurro al doc.

Me levanto y corro hacia él, llego a la puerta de su habitación justo antes que la cierre, meto la mitad de mi cuerpo a la habitación para evitar que me la cierre, él hace cara de sorpresa.

—Hola.—Sonrío para saludarlo casual.

—¿Hola?.—Me mira a la expectativa de que le diga algo más.

—¿Por qué no vienes a comer conmigo? Bueno, con nosotros, te voy a presentar a mi compa el do...—Me detengo justo antes de decir "doc" no quiero levantar sospechas.

—El do...—Me incita a que continúe con lo que iba a decir.

—El Dominique—Completo—Sí, el Dominique, ¿Sí vienes?.

—Comí con ONU.—Contesta, jijoesu, bien que sabe que no me atrevería a preguntarle a ONU si es verdad.

—Aunque sea baja a echar el chisme, ándale, ¿Sí?.

—Estoy muy cansado, México, me voy a dar un baño.

Su tono de voz suena menos paciente, suspiro y asiento antes de darme media vuelta e irme a donde estaba.

Cuando llego con Morel le explico que Rusia no quiso bajar, continuamos conversando y con muchas risas, después de una hora más veo que Rusia baja a la cocina, le digo al doc que me acompañe a fingir que vamos a servirnos más comida para que lo conozca y me hace caso, cuando lo encontramos tiene un vaso en la mano que tiene dentro muy poca agua con tres hielos, se seguro ya va a almorzar.

—Ora, ¿A poco tienes calor?.—Le cuestiono mirando el contenido de su vaso, no está haciendo nada de calor.

—Sí, hice ejercicio y me dió calor.—Se justifica.

Lo miro, no está rojo, ni sudado, ni nada similar a la vez que lo encontré haciendo ejercicio en la madrugada.

—¿Y por qué no estás sudando?.—Le pregunto.

—No sé, sólo no lo hago.

—¿Y por qué no estás rojo?.

Él camina para seguirse de largo pero lo detengo.

—¿Puedo pasar?.—Me pregunta y sé que su paciencia se está acabando.

—No.—Lo reto.

—¿Por qué no te quedas aquí a seguir con tu bonita reunión y me dejas a mí seguir con mis asuntos?.—Contesta de mala gana, se safa de mi agarre y camina hasta desaparecer de nuestra vista.

—Creo que será mejor que me vaya para que se arreglen.—Comenta Dominique.

—No, no es necesario...—Empiezo pero me interrumpe.

—Tal vez tuvo un mal día, ¿Por qué no vas e intentas hablar con él al respecto? Fíjate si necesita hablar o realmente quiere tenerte lejos. En caso de que no quiera tampoco debes presionarlo, él abrirá sus sentimientos contigo cuando pueda, anda, ve.

—De acuerdo, gracias por venir.

—Gracias por la comida, eres un exelente-pésimo cocinero.—Me sonríe, yo hago lo mismo.

—Un exelente-pésimo cocinero.—Lo repito.

*
Lamento mucho todo el abandono, solecitos, tengo bloqueo creativo): pero voy a tratar de volver al ritmo normal.

Sueñen bonito.

-🌾M a d d i e🌾