capitulo 46

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Hospital Central St. Lauren, New York

El turno de la doctora Hamilton había terminado y caminaba a los casilleros con cansancio, masajeaba su nuca intentando aliviar el estrés de estar 34 horas despierta.

Abrió la puerta y al ubicar su casillero solo pudo contener un grito al ver aquella chica de ropa extraña desmayada en el suelo con una herida evidentemente mortal en su pecho. Saco su teléfono y marco rápido.

-Jacon, trae una camilla al area de los casilleros, es una emergencia y que preparen la sala de cirugía- ya se encontraba analizando a chica y al sentir su pulso este era lento y casi indetectable.- resiste- dijo al guardar su teléfono- ¿Que fue lo que te paso?

-un hacha- la doctora se sorprendió de que puediera siquiera hablar estando tan mal- le dio al corazón, no resistirá mucho.

-no hables, te ayudaré.

-no quiten la piedra, es parte de mi- la doctora observó aquella piedra y con duda la toco. Estaba caliente, como si la piedra primero hubiera estado en el fuego y luego hubiera sido insertada allí.

La camilla llegó y con la ayuda de 2 hombres la subieron a la camilla.

-hare todo lo posible- la doctora hablaba con ella para mantenerla consiente- ¿Cual es tu nombre?

-soy...- Nakir frunció el ceño por casi meter la pata- Melissa.

-oye- la doctora abrio uno de susbojos y la alumbró con una pequeña linterna- ¡Entró en shock! ¡Rápido!

Reino de Asthed

Con ayuda de Eline, la sirena mano derecha de Ava, Jade pudo llegar lo mas cerca de su reino encontrando fuera y dentro de el caos total.

Todos intentaban huir pero al llegar al bosque las sirenas los esperaban para matarlos.

-¡Huyan!- gritaba aquel Akro que esquivaba flechas y rayos de los soldados de Asthed, Trempler y Zhaj Mak Dag.

-tardaste- dijo Ava llevando con Jade. Salió de las profundidades con una espada conocida en su mano- ten- se la entregó.

Como si de diamantes estuviera hecho la hoja de la espada relucía con la luz y su mango color negro y gris le daban un aire de poder inigualable.

-es de el- reconoció Jade tomándola.

-es especial, de esas que utilizó para acabar con mi madre. Haz lo que haces con tu espada y destroza a cada Akro.- Jade analizó todo a su alrededor, todos ellos huían y trataban de matar a quienes lo impedían.- no te pongas amable ahora, Jadenrose. Ellos seguirán acabando con todo, ellos no son la excepción, ellos son los que quieren destrucción.

-no cambiarán.

-no, no lo harán. ¿Quieres ver Akros buenos? Ve al valle de Orión. Estos son lo del gran cañon. Piénsalo así, cada uno de ellos ha matado al menos 10 niños inocentes. Esto comenzó y acabara con la sangre de ellos o la nuestra- corrió sin decir mas y fue por aquellos que querían huir.

-haras algo bien por una vez- dijo viendo la espada. Jade hizo lo mismo que hacía con su espada, la encendió con su poder y esta deslumbró aun más. Se fundió junto con su magia y miró al frente ya teniendo un objetivo.- por aquellos a quienes han matado, por la justicia y por la paz- un Akro vino directo a ella- y por Nakir.

Jade, con ayuda de la piedra solo hundía en el suelo a aquellos Akros asesinos, los elfos no duraban mas de 1 minuto en batalla y aunque parecía sencillo acabar con ellos ahora Jade seguía pensando que estaba mal terminar todo asi.

Luego de cortar la cabeza de un Akro que hundió Jade se lanzó al suelo esquivando una daga. Al levantarse solo reconoció a aquella chica elfo, aquella que a Nakir le pareció buena pero Jade sabia que habia algo malo en ella. Jade rió negando y apuntó su espada en su dirección.

Littium #PGP2024Where stories live. Discover now