Capítulo 28 "Cristales" (Hayden)

957 100 1
                                    

28  “Cristales” (Hayden)

Estaba esperando su reacción cuando me apartó y se tapó bien con la toalla de nuevo. Me miró triste y suspiró, sentándose en la cama.

-Hayden… Esto es difícil. Es… Todo el mundo cuando me ve contigo, piensan que soy una vieja que se aprovecha de ti.

-No. Seguro que piensan que soy yo el que se aprovecha. Porque estoy con una mujer preciosa.-dije arrodillándome a su lado.

-Soy muy mayor.

-Eres perfecta.

-Yo…

-Mira. Terminemos con esto de una vez. Vamos a ser francos. ¿Vale? –propuse.

Asintió.

-¿Qué sientes por mí cuando me miras?-pregunté.

-…¿Cómo?

-Sé sincera. ¿Qué sientes?

-Yo… Me siento extraña. Me siento rara al pensar que te gusto. Que realmente te gusto y quieres estar conmigo. Pero me siento feliz. Por primera vez en la vida me siento de este modo… Hayden… No tuve suerte con mi marido… Nunca me… Nunca me miró como tú. Pero al mismo tiempo siento que te voy a estropear la vida. Tienes tanta vida por delante… Hay tantas chicas guapas y jóvenes.

-¿Qué más?

Pareció dudar. Pareció pensárselo y tener un dilema con ella misma.

-Quiero estar contigo. Siento algo especial por ti… Creo… Creo que me estoy enamorando.-susurró con miedo- Y eso me aterra aún más.

Sentí una punzada en el corazón… Sentí malditas mariposas en el estómago y el corazón se me aceleró. ¿Cuánto hacía que yo no sentía eso? Mucho… Años… Y… Y nunca había sido tan… Tan profundo. Porque miraba a Eli y sentía que era mucho más que especial.

-¿Sabes cuantas chicas habían en la discoteca cuando nos conocimos?-inquirí.

Frunció el ceño y negó, confusa.

-Yo tampoco. Porque solo te veía a ti. Solo podía mirar a la mujer que estaba sentada en la barra, con cara de no estarlo pasando demasiado bien. Porque el resto de chicas me dieron igual. Mis ojos solo te vieron a ti. Y eso es lo que me hace darme cuenta que eres especial. Que solo me importa lo que tú me digas. No lo que digan los demás. Yo… Yo también me estoy enamorando.

Jadeó llevándose las manos al pecho y yo le sonreí dulce. Quería que supiese que hablaba en serio. No me lo estaba inventando para acostarme con ella. Es más, la erección había desaparecido y ahora tan solo esperaba que creyese en mis palabras y que por fin, me aceptase sin prejuicios. Sin miedo al qué dirán.

-Si tú me quieres y yo te quiero… ¿Qué más da la edad?

-Hayden, todo eso es precioso, pero… ¿Qué hay del futuro?-se le notaba un nudo en la garganta.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum