Contratado. (Jikook)[Adap.]

Capítulo Dieciocho.➷

Un día faltaba para la boda, Jungkook no fue a trabajar. Se quedó encerrado en su casa hasta casi el medio día, que salió en dirección a la casa de Jimin, para verlo por última vez.

Tocó la puerta repetidas veces, hasta que Jimin abrió. Pareciese que estaba a punto de llorar. Ni bien vio a Jungkook, y lo abrazó con todas las fuerzas del mundo mientras comenzaba a llorar.

—No entiendo por que ellos no pueden comprender que yo te amo -murmuró aferrándose a Jungkook—. Te amo, te amo, te amo.

—Jimin, yo también...— hizo una breve pausa para mirarlo a los ojos—... yo también te amo.

Ya estaba hecho, al fin pudo decir lo que sentía por Jimin, y esto lo hizo muy feliz. Jimin lo tomó del mentón y besó los labios ajenos con tal delicadeza, que hizo sentir a Jungkook como su estuviera en un sueño.

—¡No toques lugares extraños! —regañó Jungkook cuando Jimin comenzó a masajear uno de sus pezones.

—Nada es extraño para nosotros —sonrió Jimin y siguió masajeando, mientras que con su otra mano rodeaba a Jungkook por la cintura—. Tu corazón esta latiendo muy rápido, como si fuera nuestra primera vez.

—Es lo que provocas en mi— sonrió Jungkook y volvió a besarlo, esta vez con más pasión.

De un momento a otro, los dos se encontraban desnudos en la cómoda cama de Jimin.

—Por favor Jimin, entra en mí —susurró Jungkook provocando una erección en aquel chico.

—Si así lo deseas —exclamó con la respiración agitada y en seguida introdujo su pene en Jungkook haciéndolo gritar de la excitación. Sus embestidas eran rápidas y profundas, hizo llorar a Jungkook del placer.

—Jimin yo... —Jungkook trató de hablar, pero Jimin lo callo a besos. Amaba ver su cara al punto del orgasmo, lo hacía excitarse aún más.

—Tú eres el único para mi —habló Jimin mientras sentía como estaba por correrse, aunque Jungkook se adelantó y aquel líquido salió manchando el abdomen de Jungkook e incluso la cara de Jimin.

Los dos estaban acostado, Jungkook sobre el regazo de Jimin descansando plácidamente.

—Jimin—habló Jungkook—. No quiero separarme de ti.

—¿De qué hablas? Sabes que no permitiré que eso pase —Jimin acarició la cabeza de Jungkook.

—Te amo.

Fueron las últimas palabras de Jungkook, antes de quedarse dormido.