La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]

Cap 62 "agridulce"

La noticia en pocos días recorrió los medios, la familia de Henry nos llama para felicitarnos y mis suegros estaban eufóricos, aún seguíamos eligiendo la casa la cuál viviríamos juntos y decidimos casarnos en Inglaterra, la manager de Henry lentamente comienza con los preparativos, se supone que en dos meses ya tendremos organizado el evento. Siento que todo esto es una locura, pero debo disfrutar estos momentos.

-Henry, dile a Dany que no haga nada lujoso, solo familia y algunos amigos –le pido a mi novio mientras está en una llamada con su manager.

-okey –me responde concentrado a lo que le dicen por celular.

Luego mi teléfono suena varias veces, son decenas me emails que me envía Dany con modelos de las tarjetas y catálogos de tela.

-¿no podemos enviar las invitaciones por email? Manejo bien el PowerPoint –propongo mientras cuelga el teléfono.

Me observa y se aprieta el puente de la nariz con sus dedos.

-¿por qué no quieres utilizar tarjetas? –pregunta con un tono paciente, yo comienzo a avergonzarme.

-es un gran derroche de dinero, para que luego en unos años termine en el basurero. Además habíamos dicho que no sería muy formal –respondo defendiéndome.

-enviar tarjetas de invitación no es una gran formalidad –dice Henry poniendo las manos en su cintura, esa maldita pose, a pesar de la gruesa ropa hace resaltar su hermosa figura y los músculos de sus pectorales –sólo elige un diseño, no demos vuelta sobre el asunto –dice finalizando llenando la larga pausa que realice.

-emm... ¿qué? –carajo, él es una gran distracción, puede estar repleto de trapos y aun así su gran figura y belleza se hace notar, Henry comienza a sonreír y se aproxima.

-que elijas el diseño de una tarjeta y olvidemos el asunto –dice en tono pausado y sensual.

-este... no quiero que gastes en tontas tarjetas –mi voz tiembla un poco, mi corazón acelera como un caballo galopando.

-quiero gastar dinero en estúpidas tarjetas –se acerca tanto que me arrincona contra la mesada de la cocina, lo tengo pocos centímetros de mí.

-no lo sé... es qu...

El sabe que soy débil a su carne, me interrumpí a mí misma, para observar cómo se retiraba el sweater quedando solo en una musculosa negra que está pegada a su cuerpo, tira la prenda al suelo y me toma de la mano haciendo que me aproxime a él.

-sólo elige un diseño, hazlo por mí –su voz suave y masculina me deja la piel de pollo ¿esto es real? ¿Ésta bomba sensual va a ser mi esposo?

-e-esta bien Henry –respondo con una voz suave, rendida a él mientras acaricio sus formidables brazos, luego veo que se aleja y se gira para levantar el sweater que acabo de lanzar al suelo.

-hasta donde tengo que llegar para que elijas unas tarjetas –responde irónico.

-¡tramposo! No puedes jugar así conmigo –le digo molesta, creí que iba a suceder algo,

Él se aleja con una sonrisa pícara y triunfante.

Al medio día nos juntamos a almorzar nuevamente, los hombres están en su mundo, hablan de que bebidas debería haber en el día de la boda y para mi suerte está Val ayudándome a seleccionar un vestido.

-Val, creo ser algo hipócrita casándome con un vestido blanco –la miro alzando una ceja y comienza a reír.

-ya sé que es obvio, pero si quieres le agregamos unos lunares –dice en tono burlón.