La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]

Cap 48 "Berlín"

Recién voy dos horas de viaje y faltas diez u once horas más para llegas a Berlín, se siente un poco incómodo el entorno, veo que mis otros colegas hablan entre ellos, mientras Mike y yo estamos en silencio total. Lo veo aburrido viendo una revista, ya que ni siquiera podemos ver nuestras redes sociales o navegar por internet, intento romper el hielo, quizás él quiera conversar.

-¿Qué onda Mike? ¿Ya viajaste a Berlín antes? –realmente no me interesa su respuesta, pero busco la excusa para entablar una conversación.

Deja la revista de lado y me observa.

-si, pero no recuerdo el viaje... -dije con una media sonrisa.

-¿por qué? ¿Estuviste ebrio durante tus vacaciones en Alemania? –me mira y comienza a reírse.

-jajajja, no recuerdo porque tenía cuatro o cinco años de edad cuando fui.

Me sonrojo un poco por mi tonta deducción, Mike se ríe aún más viendo como me torno violeta, su risa es contagiosa hasta el punto de hacerme reír.

-lo siento, pensé mal de ti –le digo un poco entre risas.

-no te disculpes, fue muy chistoso...

Ambos carcajeábamos, las horas pasaron volando mientras nos reímos hasta dormir.

Me despierta la luz que se filtraba desde la ventana, aun que le puse la pequeña cortina, aún así pasan algunos rayos de sol. Me despierto con el cuello duro y adolorido, tal parece que dormí en el hombro de Mike y deje algo babeada su camisa. Levanto mi cabeza y busco en mis bolsillos un papel o un pañuelo para secarlo.

-¿Qué buscas? -Me pregunta. Me sobresalto un poco.

-creí que estabas dormido –le respondo y se ríe un poco –es que dormí sobre tu hombro y te lo babie un poco.

-lo se... -dice como si nada.

-ah... te lo limpiare –le digo mientras busco algo.

-realmente no me molesta, también babiaste mi brazo mientras dormías –me sonrojo con su comentario –te recostaste un poco encima de mí y usaste mi brazo de almohada, fue muy chistoso.

-lo siento, me hubieses despertado.

-la verdad, me gustaba verte dormir.

Me sentí algo incomoda por ese comentario, luego un altavoz nos avisa que abrochemos los cinturones para arribar. Miro desde la ventanilla y hay mucha nieve, creo que llegamos en Berlín, siento que mi vida va a cambiar.

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Llegando al hotel dejamos nuestras pertenencias, debo decir que es bastante elegante y las habitaciones son amplias. Me doy una ducha rápida y bajo a la recepción para que nos recoja un bus que nos llevará al laboratorio.