La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]

Cap 54 "café y algo más"

La tetera comenzó a silbar, el agua para hacer el café instantáneo se sobre calentó. Perdí la noción del tiempo, podría estar horas observándolo sin darme cuenta.

Destapo la tetera para que largue su calor.

-yo me encargo –dice Henry, obedezco sin reclamar, estoy bajo su dominio, bajo mucho la guardia junto a él.

Tiró un poco del agua de la tetera por el desagüe y agrego agua fresca del grifo, comenzó a batir el café hasta dejarlo cremoso y luego agregó el agua.

-eres muy bueno haciendo café batido, no me sale así de espumoso –le digo.

Se sienta a mi lado y bebemos en silencio, la paz vuelve a mí. Los silencios con Henry son satisfactorios, no es incómodo como en otras personas, al contrario; es como si estuviéramos coordinados, sabemos cuándo es el momento adecuado para hablar y cual no. Este es uno de los instantes que más disfruto, observo como toma su café, como el vapor que sale de su taza adorna su rostro de querubín y me sonrío silenciosamente al ver que la espuma le dibujo un bigote en su labio superior, para mi suerte no escucha mi risita, no quiero interrumpirlo, podría estar toda la noche viéndolo tomando un simple café.

-si, salió sabroso –confirma sonriendo con un bigote de espuma, no logro contener la risa y se me escapa -¿qué sucede? –pregunta.

-tienes bigote de espuma –le digo riendo, se pasa el pulgar por su labio superior y se la retira, luego se sonríe.

-mañas que nunca perderé –dice entre risas –hacía tiempo que no me pasaba.

Luego hay una larga pausa y comienza a hablar de otro tema.

-¿tienes ganas de ver una película? –me dice.

-claro, por suerte tengo mi cuenta de netflix y amazon –le respondo mientras bebo un poco de mi café.

-¿dónde tienes el televisor?

-está en mi cuarto –respondo mientras trago mi saliva.

-¿terminamos de tomar el café en tu cuarto hasta que elijamos la película? –pregunta algo ¿sonrojado? Me asombra verlo con timidez. Asiento con una sonrisa, el departamento es algo pequeño, pero tiene todas las comodidades.

Tomo el control del televisor y comienzo a hacer la búsqueda de alguna película interesante, observo a Henry amontonándose un par de almohadas para sentarse en la cama, luego se acomoda tomando su café.

-¿te parece una de terror? –propone el británico.

-me gusta, tengo una en mente –le respondo.

-que no sea muda, por favor –dice burlándose de mi por mis preferencia de películas.

-ja, que gracioso, te sorprenderé –selecciono una del año anterior, con muy buena crítica.

- ¿the mortuary collection? Es muy actual ¿Qué hiciste con la otra t/n? –dice con una dulce carcajada, siento que mi corazón se alborota, es increíblemente atractivo.

-dije que te iba a sorprender –le doy inicio a la película y tomo asiento a su lado.

Pasan 20 minutos de la película y el celular de Henry comienza a sonar como loco, desbloquea su pantalla, mira y luego lo deja de lado, pero los mensajes son insistentes.

-atiende si es urgente, pausaré la película –le aconsejo.

-no es necesario, no es nada importante –me responde.

El celular comienza a sonar otra vez y me pica la curiosidad, cuando desbloquea la pantalla de reojo leo un mensaje "happy birthday Henry" ¿qué? Olvidé por completo su cumple años, que vergüenza. Busco mi teléfono y al encender la pantalla la fecha me dice que es cinco de mayo. Me golpeo mentalmente y trato de idear algo, recuerdo que en el refrigerador habían unos panquesitos con crema y tengo una variedad de velas en los cajones de la cocina por si se corta la luz del edificio. Me levanto haciéndome la tonta.

-¿A dónde irás? –me mira sin comprender.

-ya vuelvo, sólo mira la película –le digo con una sonrisa, me observa tratando de descifrar que tengo en mente.

Llego a la cocina, abro el refri y para mi suerte quedan los dos últimos panquesitos, pruebo uno para chequear que la masa esté húmeda y la crema no tenga feo sabor; para mi suerte está muy delicioso. Tomo el extra que me queda y me dirijo a los cajones, y consigo una pequeña vela blanca, proporcional al postre. Tomo un encendedor y lo guardo en mi bolsillo.

Ingreso al cuarto y lo veo muy concentrado con la película, pero luego sus ojos se dirigen a mi.

-¿Qué traes? –me dice, tratando de deducir que tengo en las manos entre la oscuridad de la habitación.

-feliz cumple años... prometo hacerte un mejor regalo –le digo con una sonrisa tímida. Me mira asombrado.

-no creí que lo recordarías... gracias –enciende la luz del velador y yo trato de prender la vela con el encendedor.

-pide tres deseos –se acerca al panqué y está pensativo.

-el primer deseo, es que me perdones –lo miro asombrada.

-si lo dices no se cumplirán tus deseos –le digo con una media sonrisa.

-no creo en esas supersticiones –y luego continua pensativo –el primero es que me perdones, mi segundo deseo es que pronto salga la cura que estás investigando y el tercero... -me observa fijo a los ojos, logrando que toda la sangre y el calor de mi cuerpo se concentren en mis mejillas -el tercero me lo guardo para mí.

Sopla la vela, retira la vela y pasa su dedo índice por la crema, para probarla.

-está rica –dice con una sonrisa.

Mis labios no logran coordinar, cada pequeña cosa que hace me maravilla, es increíblemente atractivo y en mi cabeza ronda cuál sería su tercer deseo.

-¿qué pediste en tu tercer deseo?-le pregunto intrigada.

-no lo diré –dice con deleite, yo hago un puchero.

-eres malo –le digo, luego me toma la mano por sorpresa y me mira, sus manos son cálidas y suaves.

-¿puedo tener el atrevimiento de pedirte un regalo?

-claro... -le digo nerviosa.

-acuéstate conmigo a ver la película, como antes lo hacíamos –me dice, asiento ante su pedido.

Me rodea con sus brazos, acomodo mi cabeza en su hombro, la película sigue, Henry acaricia mi cabello hasta quedarme totalmente dormida. Duermo feliz y agradecida, nunca creí que amar a veces no es tan simple.