Cap 40 "abordaje"

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Hoy es el día que Henry se irá, el día anterior disfrutamos nuestro último día del año juntos y me entristece que deba pasar año nuevo solo, mis suegros intentaron adelantar la fecha de su vuelo pero resultó imposible, sus hermanos tampoco están en Inglaterra se fueron a otros países a visitar amigos y a pasar una año nuevo diferente. El tiempo pasó increíblemente rápido, no me quiero levantar de la cama, quiero estar con Henry, a su lado y no despegarme nunca más de él.

-qué extraño verte aún en la cama t/n, eres muy madrugadora y ya es casi el medio día –dice el británico aún medio dormido.

-quería estar más tiempo contigo...

-jajaja, desearía llevarte conmigo... -se aproxima y me envuelve con sus brazos dejando mi rostro en su pecho.

-desearía ir contigo...

-hazlo, eres una mujer brillante y tengo mis contactos, podrías ejercer tu profesión en Inglaterra –me lo dice muy decidido.

-podría ser... déjame pensarlo...

-por favor, algún día dime que si... -dice, sonriendo vagamente.

Ambos nos levantamos y fuimos a desayunar, ver sus maletas armadas en el living me genera mucho malestar, quizás decida armar mi vida junto a él, por primera vez en mi vida amorosa tengo mucha suerte, no fui una mujer de tener muchas relaciones, pero si intenté conocer varones que creí que eran buenas personas y siempre me llevaba el chasco, Henry es especial, teniendo todas las mujeres y hasta hombres del mundo me eligió a mí.

El británico decidió hacer él el café, yo espere sentada a que me dé una taza, ambos quedamos en silencio, hay días que hablamos mucho o nada y lo agradable es que en cualquiera de los dos extremos estamos cómodos, nuestros momentos de silencios son confortables también, nos comunicamos con un guiño, sonrisas o algún movimiento con las cejas.

Tomamos nuestro café en silencio mientras observábamos desde la ventana la estancia, los patos caminando, los caballos que soltó mi padre pastando por las grandes hectáreas.

Y me percato de algo, en los momentos de silencio por más que no se diga nada algo se percibe, observo a Henry de reojo y está nervioso, tampoco está relajado. ¿Estará mal por el viaje? Dejo mi taza de café sobre la mesa y tomo su mano, está sudada y creo que fría.

-amor ¿estás bien? –le pregunto y está sumergido en su pensamiento.

-emm, si... no, estoy algo... mal por el viaje, realmente quería quedarme, viendo este paisaje me hace dudar de vivir aquí para siempre...

Por poco me convence, sé que está mintiendo, me contestó de forma pausada y me dijo lo que yo quisiera oír, pero se la dejo pasar, debo respetar su intimidad y pensamientos, debe rondar mil cosas por su cabeza.

-sabes que puedes venir siempre que puedas –le respondo, finjo que le creí, en algún momento hablara conmigo, presionarlo no servirá de nada. Tomo su mano la beso y llevo mi taza al lavabo.

-nuestros padres arán una parrillada ¿nos cambiamos antes de que se nos haga tarde? –asiente con su cabeza y nos dirigimos a su cuarto a cambiarnos.

Todos se encuentran en mi casa, Henry y yo llegamos últimos, aún que igual falta como media hora para almorzar. Chris y Val armaron el gazebo y los tablones para comer en el patio.

Están todos ahí, mi padre y Chris viendo la carne asándose, y el resto de la familia sentados, decidimos unirnos y conversar.

Mi padre determinó hacer este almuerzo como una despedida de año, ya que Henry no estará, comeríamos todos juntos como si fuera la fiesta de fin de año, pero más informal. El almuerzo pasó rápido, nos debíamos preparar para ir al aeropuerto.

Mi padre me pidió que por ahora no use a Martina luego del sucedido de aquella noche, por lo tanto iremos en la camioneta y conduciré yo, mi padre perdonó a Henry, pero aun así lo tiene "castigado". Cargamos las maletas, en los asientos traseros decidieron acompañarnos nuestros suegros y el asiento de acompañante estaba Henry y Kal juntos e inseparables como siempre, el viaje de dos horas se sintió muy poco, la conversación lo hizo más agradable. A unos pocos kilómetros del aeropuerto pasamos cerca del cine a donde fuimos y estaba colmado de gente, Henry se puso contento, le expliqué que el cine se estaba decayendo ya que la gente estaba dejando de ir, el motivo era que el servicio de Netflix o Amazon realizaban sus propios estrenos, haciendo que cada vez menos gente recurriera a los cines para ver una película de estreno. Por suerte a Leo le fue bien y a los empleados también porque mantuvieron su trabajo y mejoraron sus sueldos.

Llegando al aeropuerto, todo se vuelve difícil, veo éste lugar y lo odio, es un lugar triste para mí, ya que luego de una hora Henry se irá. El británico dejo su maletín en la zona de carga lo acompaña Evans que también lo veo desanimado, mientras los demás lo esperábamos en un café bar más reservado. Observo el cartel de los vuelos con tristeza rogando que alguien avise que el vuelo que él tomara sea un error, hago fuerza para contener mis lágrimas.

-oh querida no estés triste –dice mi suegra, le doy una sonrisa de mala gana, observo a Henry que vuelve, se quita el gorro y unos lentes gigantes, hay tanta gente que nadie logró verlo, Evans quedó atrapado ya que algunas fans lo reconoció. Lo examino y está nervioso o impaciente como esta mañana, me cuesta leerlo.

Lo tomo de la mano y tiene su mano fría y sudorosa otra vez.

-Henry ¿Qué tienes? ¿Estas nervioso?

-si... -dice y nada más.

-por favor dime, no quiero sacarte las palabras de a poco... -no me responde, los demás se dan cuenta de la conversación intima que tenemos, se volvió incómodo y decidí sentarme, un poco enfurecida.

El británico se sienta frente a mí, me observa.

-creo que esto es un poco apresurado y la distancia complica más las cosas... pero al carajo, no puedo negar mis sentimientos... -del bolsillo de su pantalón saca una cajita negra terciopelada, se me vienen todas las escenas de películas románticas donde les proponen matrimonio.

-quiero que nos comprometamos... -abre la cajita y hay dos bellos anillos, uno es más pequeño y fino, ambos de color plata –sé que no es el lugar más romántico y perfecto, lo estaba reservando para año nuevo, pero no se cuándo te veré y no quise quedarme con las ganas.

Me quedo muda y comienzo reír de los nervios, luego escucho la risa de mi amiga Val, que se contagió de mi risa. Henry me observa sin entender, porque tampoco me vio así, aun que comenzó a reír, quizás lo tomo como algo positivo.

-si... quiero. –logro decir con el poco aire que tengo en mis pulmones. Coloca rápidamente el anillo en mi dedo y yo tome el anillo que sería de él, también situándolo en su dedo anular, me levanta en el aire con un gran abrazo, escucho los aplausos de los demás y el aullido de Kal, veo a mi padre sorprendido y un poco feliz, luego veo que llega Evans.

-mierda ¡me perdí la propuesta! –dice el actor.

-¿tú lo sabías? –le pregunta Val sorprendida.

-pss, claro que lo sabía... no te iba a decir, porque tu mejor amiga resulta ser la que le iban a hacer la propuesta... -le responde.

-sabes que no soy buchona –le responde Val y Evans le saca la lengua para terminar la discusión infantil que tienen.

Mi familia y amigos se acercan a felicitarnos, Marianne está emocionada abraza a su hijo y le da un dulce beso maternal en su mejilla.

-Pediría champagne pero ya casi está tu vuelo Henry –le dice Evans

Todos miramos la pantalla digital del aeropuerto y se adelantó el abordaje unos minutos, la tristeza volvió a inundarme.

-te prometo que volveré pronto... -me dice Henry –y traeré un catálogo de inmobiliaria, para vivir juntos.

Asiento con la cabeza y lo abrazo, salimos del bar café. Luego vimos como Henry se dirigía solo con su perro a abordar el avión. Estoy triste, pero una parte de mi sabe, que pronto lo volveré a ver y seré la Sra de Cavill.

La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ