Antes de la reunión secreta en Tiannan, Fan Yun también había pensado una vez que Cui Buqu y Feng Xiao solo estaban llevándose bien en la superficie, mas no en sus corazones. Aunque servían al Imperio Sui de manera similar como oficiales y seguidores confiables del Emperador, aún podrían sumarle desgracias al otro, empujándose entre sí en hoyos cuando la oportunidad surgiera y sin sentir pena por esto. Al principio, esta era una manera muy usual de pensar, sin embargo, nunca esperó que ambos hicieran a un lado sus diferencias voluntariamente durante las situaciones castigadoras, reuniendo sus fuerzas mientras trabajaban juntos e incluso podrían salir de la Matriz de Rotación Gemela de manera segura.

Ya que no podía deshacerse de estas dos personas a la vez, no había necesidad de actuar por impulso.

Fan Yun no pudo evitar suspirar sombríamente con arrepentimiento.

Haciendo sentido de este pensamiento, lo dejó ir, con pecho amplio y sin prejuicios.

—Yo de verdad soy insincero sobre unirme a los Trece Pabellones de Yunhai, pero sin mí, tal vez nunca habrían sabido que este lugar es una de sus guaridas. En esta ocasión, no solo pudieron escapar completamente ilesos, sino que también han cumplido una gran hazaña. Deberían agradecerme. Fue una lástima que el Lord de Pabellón no viniera como prometió, la malicia de esta persona ha logrado un grado tan insondable que una persona encontraría difícil mirar bajo su piel, sus planes yacen tan profundamente escondidos que lo vuelven impredecible. Ya podría haber sospechado de mí desde hace mucho tiempo y la reunión secreta de esta vez probablemente era una prueba de mi lealtad.

—Ya que el maestro no pertenece a los Trece Pabellones de Yunhai, seguramente podrías decirnos ahora, ¿quién en la tierra es el Lord de Pabellón? ¿De dónde viene y cuáles son sus antecedentes? —Cui Buqu cuestionó.

Fan Yun vaciló.

—Ustedes lo han visto antes. Visitó las afueras de la ciudad una vez, durante ese momento en que Duan Qigu fue eliminado por ustedes.

Cui Buqu le lanzó una mirada a Feng Xiao por instinto, justo cuando el otro también le lanzaba una a él.

Bing Xuan, Yan Xuexing y los nombres de los demás se devanaron en el mar de pensamientos de Feng Xiao y finalmente cayó sobre dos palabras.

Xiao Lu.

—¿Xiao Lu? —Cui Buqu también mencionó casi simultáneamente.

Fan Yun asintió.

—Así es.

El comportamiento y elegancia de esta persona lo proclamaba como un hombre sobresaliente entre las personas, sus habilidades literarias eran reconocidas en esta era presente y había sido equipado con un buen conjunto de habilidades en las artes marciales. Sin embargo, debido a que era un inválido por su mano derecha, solo podía blandir la espada con su izquierda y no podía asumir el puesto de un oficial. Un hombre de talentos, mas no podía utilizarlos cuando eran necesarios, esto realmente hacía que todos sintieran lástima.

La impresión de Cui Buqu sobre él había sido bastante buena, quizás porque ambos eran similares de nacimiento, nacidos con un defecto, o tal vez venía de su admiración por la gente talentosa. Sin embargo, no estaba sorprendido por su identidad al ser la mente maestra detrás de los Trece Pabellones de Yunhai.

Feng Xiao entrecerró sus ojos.

—Es decir que, la última vez que luchó conmigo, ¿él estaba escondiendo sus habilidades de manera deliberada?

—Yo no estaba presente en ese día, sin embargo, los talentos de esta persona son increíblemente altos y sus artes marciales no están por debajo de las tuyas —Fan Yun dijo—. Si perdió contra ti simplemente después de algunos movimientos, solo puedo decir que fue deliberado.

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