Capítulo 15.

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Hoy le quiero dedicar este capitulo a WabiSabi_1stories por todos sus comentarios que me han hecho carcajear, muchísimas gracias por tu apoyo y espero leerte por aquí💛

―Wesley... es que... O sea... ¿Cómo...?

―Habla y deja de tartamudear, ya te pareces a Ramsés ―dije con burla a James, mientras él conducía hacia mi casa, perplejo.

―¿No te parece raro lo que dijiste? ―preguntó, dándome una mirada extraña.

Asentí levemente, torciendo mis labios.

―Un poco, pero es que todos los jodidos días, tiene una cara de nomas verla, ya odio más la vida.

―Hace mucho tiempo no la veía, no recordaba su piel ―comentó, haciendo memoria a las últimas veces que la vimos.

―Sí, ella... ni los otros van a la cafetería―admití incómodo, removiéndome en mi asiento―. Por nuestra culpa.

James apretó su mandíbula y el volante, haciendo que sus nudillos se blanquearan, molesto, pero no contestó.

Me dejó en mi casa, aun manteniendo su actitud perdida en sus pensamientos, pero no quise presionar más, a veces suele ser demasiado santo para algunas cosas. Entre a mi casa y pase directamente mi habitación, el clima no ha cambiado en todo momento se seguía sintiendo oscuro, frío y vacío.

Igual que yo.


―¿Ya estás mejor, amigo? ―pregunté mirándolo de reojo mientras caminábamos hacia la entrada de la universidad. El clima se mantenía nublado y frío, sin duda, llovería en cualquier momento igual que ayer.

―Eh, sí. Solo que a veces pienso que si fuimos malos con algunas personas.

―Pero lo disfrutábamos ―expuse, encogiéndome de hombros.

Se encogió de hombros, sin embargo, no respondió.

Entramos a nuestra clase en silencio, y tratando de prestar atención. Al menos yo no lo estaba logrando aunque lo intentaba, pero James ni siquiera se estaba esforzando, parecía inmiscuido en sus ideas y pensamientos. Sí que estaba raro el día de hoy. Terminando las clases nos dirigimos a la cafetería y cuando estuvimos sentados, le pregunté:

―¿Qué hiciste ayer? No estabas a la hora en el estacionamiento.

Pensó en su respuesta antes de contestar con una sonrisa nerviosa.

―Se me atravesó una vaca ―soltó de la nada, inquieto y mordiendo su sandwich al momento.

Lo miré mal y una risa seca salió de mi garganta.

―Secretos, ¿eh?

Ladeó su cabeza y abrió su boca para contestar, pero lo interrumpí antes, serio.

―Nosotros no guardamos secretos, James.

―Lo sé hermano, solo tuve que dejar unos encargos de mi mamá, pero me tarde de más ―dijo, tratando de convencerme. Sin embargo, muchos años de amistad conmigo no lo ayudaban.

Apreté mis labios, inconforme, pero de nuevo no quise presionar, él sabría cuando decirme. Al segundo, un estridente trueno hizo que la mayoría nos sobresaltáramos en nuestro asiento, dando por comenzada la torrencial lluvia. Ignoramos el tema anterior para enfrascarnos en otro tema de nuestros disfraces.

Al pasar las horas, yo me encontraba encaminándome hacia la misma aula que todos los días, la ventaja era que hoy es viernes, la desventaja es que posiblemente Drew por joderme a mí, haga que nos reunamos mañana a las siete de la mañana.

El club de los InadaptadosWhere stories live. Discover now