25.

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-Tienes mucho sueño. -dijo la chica, sintiendo que sus mejillas comenzaban a ponerse rojas, moviendo unos papeles que se encontraban en una de las mesas del estudio.

-No. -dijo el chico firme, aún tocando los acordes de su guitarra, formando una melodía linda.- Estoy diciendo la verdad... y lo sabes.

Camila sintió que su corazón comenzaba a latir cada vez con más fuerza que antes mientras las mariposas bailaban al ritmo de una canción latina dentro de ella, sin control. Podía escucharlas cantar felices.

¿Qué está diciendo?

-Estoy enamorado de ti. Nunca he dejado de estarlo. -dijo, mirándola a los ojos.- ¿Cómo podría? ¿Enserio crees que sería capaz? -ya está, ya había comenzado, y no iba a echarse para atrás. No ahora. Va a arriesgar todo.- Cada vez que te veo... no puedo creer que una persona como tú exista. -dijo sincero, sin dejar de mirarla, apagando la grabación que seguía sonando con ella cantando Señorita a cada momento, repitiendo la misma frase. La chica seguía en shock, no salía del asombro.

¿Shawn seguía enamorado de ella?

¿Enserio? ¿Después de todo este tiempo?

-Estás haciéndome una broma. -dijo, disimulando su nerviosismo, mientras lo señalaba. El chico negó.

-Hace mucho tiempo quería decírtelo, pero... no podía. Tú te reencontraste con alguien y no quería arruinar tu felicidad. -dijo sincero, suspirando, sin dejar de mirarla en ningún momento.

-¿Cómo sé que no estás bromeando, Shawnie? -dijo la chica, con una sonrisa nerviosa, mientras sentía que su corazón latía aún más rápido, pero no era por ansiedad ni nada...

Eran... sus sentimientos, aquellos con los que estaba lidiando muchas veces últimamente.

Pero, ¿y si sí le está haciendo una broma? Es decir... son amigos y solían bromearse con todo, él había vuelto a tratarla como antes de estar en una relación y siempre solía hacerle bromas o burlarse de ella en un sentido... lindo, pero igual, era como amigos.

Que ahora le diga eso... capaz es otra de sus bromas. Lo más probable.

-Te escribí una canción. -dijo, sin dejar de tocar los acordes de la guitarra, solo que ahora los comenzó a transformar en una melodía preciosa, que se le hizo un poco conocida. ¿Dónde la escuchó antes?

Shawn le había escrito miles de canciones, no solo una, pero ahora esa era la única que le importaba que la chica conozca, al menos por ahora.

-Ya la has escuchado y...

-Si comienzas a tocar la del "Los pollitos dicen pío pío", voy a pegarte. -dijo la chica, acomodándose el cabello por detrás de los hombros, señal de que no sabía qué hacer. Si sus sospechas o las de su madre eran ciertas... se pegaría un tiro.

O 3, para no perder la costumbre.

Agitó su cabeza al pensar eso. 

No debería bromear así. Ya no.

¿A qué canción se referirá?

El chico sonrió levemente.

No había vuelta atrás, lo haría. Después de tanto tiempo por fin lo haría. Después de haber soñado por tanto tiempo con este momento, ya había llegado. Se estaba arriesgando, pero no le importaba.

Joder.

Tomó aire y comenzó.

-I know a girl, she's like a curse. -al escuchar la primera oración, la castaña abrió la boca, tapándola con sus manos, sorprendida y abrió mucho los ojos que al instante se llenaron de lágrimas.- We want each other, no one will break first... -su corazón comenzó a ir inclusive más rápido y las mariposas dentro de ella se multiplicaron por mil, si es que eso era posible. Shawn tocaba la guitarra mientras cantaba y no dejaba de observar a la chica a los ojos, muy fijamente, tan enamorado como hace unos años. Nada había cambiado a pesar de que todo había cambiado. 

Love me again. [Just Leave #3] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora