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Paige:

Bajo la ventanilla de mi lado e inclino la cabeza para observar el edificio, sonrio y me vuelvo hacia él, cerrando la ventanilla.

—¿Aquí vives?

—En el quinto piso.. —Max vuelve a arrancar cuando las puertas del estacionamiento del edificio se abren.

Bajamos por el subterráneo y mientras el maneja, no puedo evitar observar el lugar, Maximiliano obtiene un sitio vacío y se vuelve hacia mí.

—¿Bajamos?

Asiento con la cabeza, salgo de coche antes que él y lo rodeo hasta llegar a su lado, cuando el sale y cierra la puerta, me doy cuenta de lo que lleva en las manos.

—¿Qu...?

Max le pone seguro a las puertas del coche y levanta el vendaje rojo.

Arqueo una ceja.—¿Vas a jugar las 50 sombras conmigo o cómo?

Él se ríe. —Solo si me permites hacerlo.

Pero que oferta.

Me rodea, hasta estar a espaldas de mí y coloca la venda a la altura de mi cuello. La eleva hacia mis ojos y me oculta la vista con ellos.

—Es parte de la sorpresa.

—¿Cómo voy a caminar si...—Me detengo al sentir su mano tomar la mía, entrelaza nuestros dedos y yo sonrio. —Oh...

Guía mis pasos y noto que llegamos a un ascensor, subimos en el y cuando este para, debo sujetarme de las barandas.

Ambos reímos.

Max me guía un par de pasos más después de bajar del ascensor y nos detenemos frente a lo que debe ser una puerta.

—Ya llegamos.—Me anuncia.

Escucho el sonido de sus llaves y luego la puerta abrirse, otra vez me ayuda a caminar, esta vez dentro de su departamento.

Paramos y..—¿Ya puedo quitarme o...

La venda deja de apretar mis ojos, cae hasta mi cuello y pestañeo un par de veces antes de abrirlos.

Y me lleno de sorpresa.

No son rosas rojas o blancas las que se encuentran sobre la cama, son orquídeas y me gusta que haya sido original en algo común que hacen las parejas, como adornar la habitación.

Camino alrededor del dormitorio, paseándome hasta llegar a las cómodas al lado de la cama. También hay orquídeas.

Sonrio y me vuelvo hacia mi novio. —Max...

—Felicidades por tu recital, Paige.

Mi sonrisa crece. —¿Entonces el sexo es tu manera de felicitarme..?

Se ríe.

—No lo has visto todo.

Alzo las cejas, Maximiliano me toma de la mano y me hace caminar delante, mientras me da indicaciones de cómo llegar al baño.

Encuentras lo típico que hay en un baño, pero también tiene una pequeña ducha, pequeña porque el jacuzzi ocupa todo el especio y ahora mismo se encuentra decorado con velas y orquídeas alrededor y pétalos flotando sobre el agua.

—Solo si quieres una segunda ronda.

Rompo a reír.

Max se acerca a tomar una orquídea de color blanco y vuelve a mi lado entregándomela, la recibo y en todo momento mi corazón no ha dejado de acelerarse.

No cuelgues los guantesWhere stories live. Discover now