CAPÍTULO 84

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En medio del brillo del cuchillo, el brillo de la espada de Feng Xiao lucía más delgado y débil, prácticamente superado por el brillo del cuchillo.

A los ojos de Jin Lian, esto era aún más nervioso e impresionante de observar.

Pero Qiao Xian no podía preocuparse mucho por los demás, jadeó mientras corría dentro de la yurta y vio a Cui Buqu que estaba caído sobre el suelo.

El rostro de Cui Buqu estaba pálido como el papel, su respiración era tenue y débil. Cuando Qiao Xian presionó sobre los meridianos del otro, su rostro cambió.

—¡Despierte! —Estaba tan agitada como el fuego, infundiendo energía en Cui Buqu de manera simultánea mientras gritaba su nombre.

Después de un tiempo, Cui Buqu se movió un poco, pero todo lo que hizo fue toser dos veces, antes de escupir una bocanada de sangre.

—¡Comandante! —Qiao Xian perdió todo su sentido de dirección.

—No me des más energía —Cui Buqu dijo débilmente, su voz ni siquiera era más fuerte que el sonido de un mosquito zumbando—. ¿No oliste la Naihe Xiang...?

La droga Naihe Xiang era limitada. En ese momento, Feng Xiao había destruido completamente el techo de la yurta, así que el olor se había disipado más o menos. Después de que se lo recordara a Qiao Xian, su expresión decayó aún más.

Con la energía fluyendo en el cuerpo de una persona, la Naihe Xian solo escalaría. Esa era la razón por la que Yu Xiu había caído en esta trampa tan fácilmente, debido a que había temor en su corazón. Para ponerlo en palabras, el cuerpo de Cui Buqu estaba débil ahora, pero la energía de Qiao Xian no solo fallaría en calmar su dolor, sino que aceleraría que la droga Naihe Xiang surtiera efecto aún más rápido.

Cuando estaban retrasados, Cui Buqu estaba enfrentándose a un enemigo que era nefasto y astuto como Yu Xiu. Este último sabía que el otro era similarmente astuto y furtivo, pero Cui Buqu no conocía las artes marciales y era difícil que Yu Xiu no se permitiera bajar su guardia. Cui Buqu había hecho uso exactamente de solo eso, sumado con un poco de Naihe Xiang y le dio vuelta a la marea contra Yu Xiu.

Matar a mil enemigos y sufrir una pérdida de ochocientos. Un método como este, solo era factible para Cui Buqu.

Yu Xiu lo había subestimado al final y, si no fuera por el hecho de que tenía que cruzar manos con Feng Xiao ahora, ya lo habría desollado vivo.

Pero Qiao Xian solo pudo sentir un dolor de corazón.

Cui Buqu había sido torturado y le era difícil evitar las heridas. Qiao Xian nunca quería verlo herido.

—Entonces, déjeme llevarlo a tomar asiento —Qiao Xian habló de manera temblorosa.

—No —Cui Buqu respondió—. Necesitas encontrar a Jin Lian, dile que contacte al Primer Príncipe, que le diga que estabilice la situación. Durante el periodo en el que Yu Xiu se disfrazó como el Kan, definitivamente ha logrado jalar a su lado a algunas personas para elegir su relación a través de pequeñas acciones...

Él comenzó a toser, incapaz de continuar hablando.

Pero Qiao Xian lo había seguido por mucho tiempo, así que entendió a lo que se refería muy rápido.

A pesar de que Yu Xiu estaba expuesto, había enterrado algunos clavos y definitivamente pincharía a otros cuando estuvieran pisándolos. Ahora que el Segundo Príncipe había muerto, el Primer Príncipe era el legítimo sucesor. Sin embargo, aquellos viejos generales utilizarían la oportunidad para robar el poder para sí mismos. Debido a que Göktürk no era un lugar en el que el hijo heredaba del padre. Para el Imperio Sui, el Primer Príncipe sería considerado por ser un aliado bastante amigable. Con él como el nuevo Kan, sería beneficioso para la alianza.

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