—Mary…yo necesito respuestas—le digo, paso una mano por mi cabello.

Mary repara en todo mi rostro, como qué buscando algún indicio de duda.

—Yo no puedo dárselas, señorita Wilde, solo el señor Black puede hacerlo.

—Pero Black aún no quiere darme respuestas—camino de un lado a otro en señal de desesperación—, y ni siquiera sé si me las dará, porque yo no sé si todo esto que él está haciendo conmigo es un juego—me siento en una de las sillas que está cerca de la piscina.

Veo a Mary, y con la mirada le pido que me dé respuestas, que me resuelva dudas.

Yo no olvido el día en que encontré un álbum de fotos el cual contenía fotos mías y un contrato que no alcancé a leer. Todo este misterio terminará con mi raciocinio.

Y lo peor es que mis padres ni siquiera han de saber que estoy en una fortaleza encerrada con un tipo que dice que soy de él. Lo enfermo de esto, como ya sabemos, es que ese mismo me tipo me gusta, me excita y me provoca.

—Tiene que tener paciencia, señorita, lo que Black le tiene que decir es algo que se tiene que tomar con calma—pone una mano sobre mi hombro y me veo con ternura, Mary tiene un instinto maternal, al menos eso me relaja un poco—, mientras trate de disfrutar del momento, después resuelva susdudas.

Me limito a asentir, pero antes de que Mary pueda irse la pregunta que ha rondado por mi cabeza en estas últimas horas, sale de mis labios:

—¿Qué hacia Odeth con dos personas atadas y andando como perros?

Mary se tensa ante la pregunta, y no responde, simplemente su mirada parece perdida como buscando alguna respuesta para darme, o simplemente no quiere responderme.

—Señorita Wilde, ella es…

—¡Soy una domina!

Doy un respingo al escuchar su voz.

Odeth se viene acercando hacia nosotros muy lentamente y me percato de lo hermosa que es. Su rostro muy perfilado, el color gris de sus ojos y una melena larga castaña. Esta mujer parece sacada de una revista, si yo no la conociera de hace poco, diría que es una modelo.

Ella me intimida, y más como viene vestida. Unas botas altas negras de tacón, una mini falda que deja ver un par de piernas largas y muy esbeltas, y una blusa negra que se ajusta muy bien a sus senos bien dotados.

—¿Una qué? —pregunto, mientras frunzo el ceño.

—Lo que escuchaste, Maisie—se para frente a mí, y en serio, siento que emana esa aura de poder al igual que su hermano, un aura que te sume no solo por su belleza, sino por la lujuria que la circunda—, soy una domina.

Esto es algo que tengo que procesar, porque si ella es una domina, pueda que Black sea un amo y su otro hermano también.

Mi mente comienza a recordar y me lleva al primer momento en que él me hizo sexo oral. Yo estaba atada de pies y manos, de alguna forma él tuvo el control y también pudo negarme un orgasmo. Él me da placer porque supongo que es mi amo, pero eso no tiene sentido porque a mí no me han hecho firmar un contrato o algo, en donde debe especificar que él es o será mi amo.

—Ese es algo que, admito, yo no esperaba porque Black a veces me demuestra lo contrario—le digo, aunque no estoy muy segura de que si Black me demuestra lo contrario.

Odeth comienza a reírse, y que envidia, porque hasta su risa es muy linda. Supongo que así será la de su hermano.

—¿Qué? —pregunto, sin entender lo gracioso de la situación.

INEFABLE Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ