¡Viva los novios!

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#Mía

Mezo a mi niño en mis brazos mientras admiro su belleza y su felicidad. Marcos está destrábalo de mí rodeándome con su cuerpo mientras esperamos la entrada de la novia. Yo me encargo de echarle un vistazo rápido a Ryan para asegurarme de que sigue respirando, y enseguida vuelvo la vista hacia la entrada, donde abren la puerta de par en par dejando entrar la luz del sol.

- ¡Ahí está Olivia! - exclama Liliana, pero Eva le calla enseguida.

Yo busco a mi hija con la mirada, y enseguida sonrío cuando la veo moverse con una sonrisa impactante en la cara mientras lanza pétalos junto a otros niños. Mi orgullo al ver a mi hija hacer tan bien su papel, es tan grande que siento que me voy a poner a llorar en cualquier momento. Y cuando aparto los ojos de Olivia para ver a mi chico, me encuentro a Marcos con la mayor de sus sonrisas en la cara mientras que él también le dirige miradas de orgullo.

- Son lo mejor que hemos hecho en esta vida - le susurro a mi hombre mientras apoyo mi cabeza en su pecho. Él me mira fijamente antes de dejarme un suave beso en la frente y asentir en mi dirección.

Me fijo en Ryan y en su nerviosismo que me hace sonreír , si Marcos no se pone igual de nervioso el día que nos casemos, no quiero nada. También me detengo para echarle un vistazo a Isabella que al igual que Evan, mira a su alrededor expectante sin ser consciente del momento que está presenciando. Y entonces pongo toda mi atención en la novia.

-Dios mío, está preciosa - susurro sorprendida.

Aunque yo ya la había visto antes, verla ahora entrar por ese pasillo con toda la luz del exterior alumbrándola por detrás, su sonrisa de oreja a oreja en la cara y su padre caminando orgulloso a su lado, me hacía querer ser yo la que viviera ese momento. Lili estaba tan increíble con su vestido blanco roto, ceñido, con una pequeña cola, el pelo recogido en un moño bajo desecho, y esos finísimos tirantes que resaltaban su piel bronceada.

- Mami, papi - bajo mi cabeza para ver a Olivia llegar hasta nosotros sonriente.

- ¡Qué bien lo has hecho cariño! - le dice Eva antes de que Olivia se vaya a sentarse con Tomi y con Lili. No es hasta entonces que me percato de la presencia de Ramón en nuestro banco. ¿Cuándo ha llegado? ¿Y de dónde viene?

- En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo.

El sacerdote comienza a hablar, Lili y Ryan no paran de mandarse miradas cómplices, Ryan no deja de mirarla de reojo tampoco. Pero en eso nadie podía culparlo porque lo cierto es que Lili hoy estaba más radiante que nunca. Yo mientras tanto me limito a sostener a Evan, que se ha quedado dormido, en mis brazos mientras apoyo mi cabeza en el hombro de Marcos, el cual mira la ceremonia expectante. Supongo que para él, es como si se casara su hermano de sangre.

- Sí, quiero - dice Ryan antes de ponerle el anillo a una nerviosa y sonriente Lili.

- Ahora sí que si, soldado caído. Ya somos menos los que quedamos en la batalla - escuchamos a Emett susurrando desde el banco contiguo al nuestro.

- ¡Emett compórtate, estamos en una boda! - le dice Alison intentando que nadie la escuche. Marcos y yo nos reímos mientras seguimos escuchando al cura hablar. Y de repente me siento llena, me siento feliz por mis amigos, feliz por lo que les queda por vivir, feliz porque he vuelto aquí, porque estamos todos juntos, porque ahora si tengo una familia creada por mí y otra que me ha acogido como a una hija más...

- Sí quiero - suelto en un susurro inconscientemente cuando le preguntan a mi amiga. Intento hacer como si nada, pero es demasiado tarde porque Marcos ya está tenso tras de mí. Lo ha escuchado perfectamente.

- ¡Sí! ¡Oficialmente están casados! ¡Esos son mis amigos! - grita Emett cuando Lili y Ryan se dan el beso oficial. La iglesia entera estalla a carcajadas, Alison se tapa la cara con vergüenza, y yo aprovecho para dejarle un beso en la mandíbula a Marcos. No quiero que esté de morros por mi culpa en un día tan importante.

- Yo te quiero, ¿vale? - asiento conforme - te quiero - repite antes de dejarme un corto beso en los labios.

-¡Venga vamos! ¡Tenemos que salir antes que los novios! - anuncia mi suegra mientras nos hace gestos con la mano para que sigamos a la multitud hacia la salida. Los niños no tardan en echarse a correr uno tras de otro sin pedir ningún permiso a nadie.

- ¡Eh! ¡Olivia, Tomi cuidado! - exclama Marcos saliendo tras de ellos. Yo miro la escena sonriente mientras arropo a Evan en mis brazos, y entonces siento una mirada abrasándome la piel. Raúl, el hermano de Marcos, está vestido de traje y perfectamente peinado, hablando con mis suegros un poco más lejos de donde estoy yo. Sin embargo, Cloe está de pie y con el bebé del otro día en brazos, tal y como tengo yo sujeto a mi hijo, sin dejar de observarme. ¿Qué hace? ¿Porqué no aparta la mirada?

- ¡Mía, vamos! ¡Que nos lo perdemos! - anuncia Ramón dejando a Eva conversar con ellos para venir hasta mí y dirigirse con sus manos en mis hombros hasta la salida. Yo dejo pasar el momento tan extraño de largo, y me coloco entre Sara y Emett, quien no para de moverse nervioso esperando a que los novios salgan.

- ¡Viva los novios! ¡Viva! - grita todo el mundo mientras echan arroz al aire.

Marcos, como no, es el primero en saltarse las normas de protocolo, y se abre paso entre la gente para abrazar a su amigo. Yo sonrió como una bomba mirándolos a ambos mientras que Lili abraza a madre. Y para mí desgracia, me doy cuenta de que no soy la única que está mirando a mi hombre así, Cloe también sonríe mientras le mira con un destello en sus ojos. Y enseguida se lo que está pensando.

A ella también le gustaría vivir un momento así con él.

TUYA (III)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang