Train of Time [Kiheon/Kiho] [Monsta X]

Changkyun

Año 2015.

No siempre se terminan relaciones por engaños o porque el noviazgo era dañino para uno o los dos individuos, eso es algo que todo el mundo sabe. La razón por la que Changkyun decidió terminar con Jooheon era por su clara adicción a las drogas. Lo amaba, quería que este permaneciera en su vida, pero no toleraba el problema grave que tenía. Iba a rehabilitación, era internado, pero no había caso. Tarde o temprano volvía a caer.

Al principio no era algo que afectara. De hecho, ambos fumaban marihuana de vez en cuando después del sexo o si iban a alguna fiesta. Hasta ahí, todo estaba bien. Jooheon no presentaba ninguna adicción hasta hace año y medio que probó la cocaína. Esto llevó a peleas dentro de la relación, Changkyun muy bien sabía que Jooheon mentía acerca de lo que consumía. Le había dicho que sólo probó la cocaína para saber qué se sentía, siendo muy obvia que eso lo llevó a algo más. A veces llegaba tarde a su casa cuando quedaban, otras no iba y esto comenzó a ser bastante preocupante para Changkyun. Poco a poco, las drogas iban desintegrando su noviazgo de casi tres años y era momento de ponerle un fin. Porque le cansaba, sinceramente no aguantaba los engaños o notar que Jooheon llegaba drogado en algunas ocasiones. Vamos, un porro de vez en cuando no era dañino a comparación de aspirar cocaína de manera cada vez más frecuente.

Era desgastante para Changkyun también el recibir llamados por parte de su suegra sobre la rehabilitación de Jooheon, lo que era en vano ya que caía otra vez dentro del mismo pozo. Tropezaba con las mismas piedras, la pareja estaba envuelta en un bucle en donde Changkyun sólo era el único que podía romper con él. Y con la relación también.

—¿Por qué no aceptas que tienes un problema serio, Lee Jooheon? —gritó el menor, ya harto de toda la situación. 

Jura que él sólo quería hablarle como correspondía, llevarlo con un profesional a que haga un mejor trabajo que ese tonto centro al que lo mandaban y que, evidentemente, no estaba funcionando. Era la tercera vez que Jooheon salía de allí, la tercera que Changkyun llegó a su casa y lo encontró en el sofá con la mesa ratona dejando una clara evidencia de que había estado consumiendo cocaína otra vez. No entendía cómo es que sus suegros no tomaban riendas más fuertes del asunto, su hijo se estaba destruyendo cada vez más.

—Porque estoy perfectamente bien, Changkyun—respondió Jooheon con una sonrisa y un tono altanero que al menor le hacía la sangre hervir—. No necesito tu ayuda, eres mi novio no mi madre.

—Entonces quizás ya no quiera ser tu novio—le dijo Changkyun de manera brusca, ocasionando un incómodo silencio entre los dos que borró por completo la sonrisa que traía Jooheon. Pasaron unos segundos, antes de que el menor recobrara sus sentidos y pudiera calmarse un poco, suspirando y liberando todas esas tensiones que traía—. Mira, me encantas Honey. En serio lo digo. Pero odio este ciclo que se repite y prefiero seguir acompañándote como tu amigo a acompañarte como tu pareja antes de que se vuelva un problema mucho mayor.

—¿A qué te refieres?

—Te engañé—soltó el menor de repente, ocultando un secreto que lleva guardando desde hace tres semanas, el tiempo en el que Jooheon estuvo en rehabilitación—. No hay manera de justificarme. No estaba borracho, ni había fumado hierba, nada. Pero te engañé porque sentí que nuestra relación no tenía futuro si seguías así.

—Jamás lo hubiese esperado de ti.

—Yo tampoco esperaba que acabaras siendo un drogadicto—Changkyun se encogió de hombros—. Era mejor que lo supieras y terminar antes de que se hubiera vuelto una relación más tóxica de lo que ya es.

—Si fue solo una vez, está bien. Perdonaré una infidelidad.

—Honey, no—negó el menor—. Seguiré a tu lado, pero haré mi vida por mi parte mientras tú ves cómo solucionar la tuya. Yo te apoyaré de todas maneras.