Capítulo 24: Confesiones.

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Hola¡¡¡¡¡¡¡¡ Ya os dejo aquí el capítulo 24¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Capítulo 24: CONFESIONES.

Cambia totalmente el narrador, para olvidarnos un poco de los demás problemas y la relación entre Ryan y Aria, y solo se centra en una persona y alguien más.

Este capítulo es el que nos introducira a la vida de Débora, la amiga de Aria, desde su perspectiva. Sus secretos y sus relaciones... Sus sentimientos, y como ve ella el mundo.

Y alguien al que ya conocemos también narrará. 

Un encuentro del destino, momentos dificiles, y confesiones que quizás jamás tuvieron que hacer ninguno de los dos...

¿Qué ocurrira?

Espero que os guste¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Siento deciros también que este capítulo será más corto que los de más, pero al menos espero que os entretenga... 

Por cierto, en este capítulo comienza una serie de pensamientos de Débora que llevaran a que ocurra muchas cosas impredecibles.... XD

A leer¡¡¡¡¡¡ Y que os guste¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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Débora.

Otro día más.

Como otro cualquiera. 

Por la tarde. 

Y para eso solo había un significado.

Me tenía que ir a trabajar. 

Sinceramente, lo odiaba, no soportaba tener que trabajar en aquella hamburguesería pizzeria cinco días a la semana todas las tardes. No me gustaba.

Luego volver a mi casa con ese olor a fritura y aceite, y tener que darme dos duchas para que no apestara. 

Además mi verguenza y tartamudeo no servían para mucho a la hora de ser camarera y más cuándo iba gente joven de mi edad. Se burlaban de mí. 

Si pudiera cambiaría de trabajo. 

Pero esa es la cuestión, que no puedo. 

Nadie más quería aceptar a una adolescente de dieciseís años tartamudeosa. Nadie, ni si quiera para ser empleada en la biblioteca. 

Así que, eso era lo que me tocaba. 

Lo único bueno de aquel lugar, era él. 

Drew. 

Siempre conseguía sacarme una sonrisa, siempre me animaba. Era tan increíble. 

Pero él no se fijaría en alguien como yo. Bajita y con aspecto de niña, Drew me sacaba cuatro años. 

Cuatro años, que a mi se me hacían una franja incruzable. Además, tenía novia. 

Meliss, una pelirroja universitaria, guapa y espontánea. Sin timideces, y sin tartamudeos. Una chica de verdad. 

Suspiré, mientras entraba por la puerta trasera al local. 

El olor grasiento de hamburguesas me invadió completamente, olor a carne. 

Me estremecí, siempre me ocurría. No soportaba la carne, era vegetariana. Por eso era todo una ironía que trabajase allí. 

Amasando carne y friéndola para colocarla entre dos panes. 

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora