Capítulo 54: Ataque de pánico.

17.6K 549 100
                                    

Hola!!!!!!!!!!!!! Chic@s, como siempre, aquí os dejo otro capítulo más de Jamás pensé en ti:  Mentira, que increíblemente ha llegado a las 60.000 visitas y a los más de 2100 votos!!!!!!!

Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo!!!!!

En este capítulo 54: Ataque de pánico, un par de flashbacks y recuerdos se haran presentes, además de un encuentro inesperado entre dos personajes y la reacción de nuestro querido Ryan...

Espero que os guste!!! Un gran beso y que lo disfrutéis!! :D

=^.^=


......................................................................

Ryan.

Frágil. 

Débil. 

Vulnerable. 

Pequeña.

Y totalmente desprotegida. 

Cinco características que jamás hubiera etiquetado a Aria, y que ahora, estupefacto, lo hacía. 

Los brazos de mi padre de nuevo tiraron de mí, y esta vez si que no opuse resistencia, estaba demasiado impactado por aquella escena como para deshacerme de aquellos agarres que me retenían. 

Vi como la puerta se alejaba de mi, o más bien yo me alejaba de ella, y como mi padre tiraba de mi cuerpo, hacía mi propia habitación. 

¿Por qué tantas ganas de que yo me fuera?

¿Por qué ellos no?

Mi padre jadeante por el esfuerzo, me miro serio. Luego sacudió la cabeza, exasperado, y cerró la puerta de mi cuarto. Siendo una clara señal, de que no volviera a salir hasta que él lo dijera. 

Me tumbé en la cama, con los ojos abiertos de par en par, atónito y asustado. Pero sobre todo preocupado, notando mi corazón encogido por saber como se encontraba Aria, y que había ocurrido para que se pusiera así. 

Apreté mis puños, totalmente ansiado de saber algo. 

Y en ese momento me percaté de que realmente no conocía nada sobre Aria. Llevaba viviendo con ella más de cinco meses, y no tenía ni idea de sus gustos o mayores aficiones. 

O de su pasado...

............................................................................

 Aria.

 "-¡Déjame! ¡Déjame!- le grité a Ethan mientras de nuevo sujetaba mis muñecas, formando pequeñas contusiones en ellas.

Pataleé frenética. Él solo me hacía daño. 

Noté como mis ojos empañados por mis desesperadas lágrimas, se volvían borrosos, no permitiéndome ver. Mi corazón a un pulso descabellado cabalgaba dentro de mí, en ese momento, deseé que se detuviera. Que se detuviera para siempre. 

Pero no lo hizo. El cansancio, el miedo, la impotencia y la idea de saber como todo acabaría se apoderaron de mí. 

No había escapatoria. No había solución.

-Aria....- Sentí su aliento sobre mi cuello.- Eres mi adicción. Eres mía."

Podía escuchar a lo lejos sus voces, pequeños susurros y murmullos, que en la realidad eran frenéticos gritos asustados. 

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora