Capítulo 57: La noche de antes.

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Hola chic@s!!!!!!!!!! Aquí otro capítulo!!!!

Siento tardar tanto en estos últimos, espero que el próximo lo pueda colgar cuánto antes!!!!

Este capítulo me ha gustado más escribirlo, no sé, creo que es algo más interesante que el anterior, espero que os guste!!!!!

Capítulo 57: La noche de antes.

Ya comprenderéis el título, mientras vayáis leyendo!!! Un gran beso y espero que os guste!!!! :D

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Mathias.

Los días pasaron increíblemente rápido, apenas me di cuenta de su transcurso, ni mucho menos, lo que había vivido en esas horas. 

Y ahora me encontraba allí, con los pies colocados encima de la mesa, un humeante café con leche a mi derecha, mi espalda apoyada en el respaldo de aquella silla móvil, y el informe del juicio que tenía al día siguiente, colocado entre mis manos. 

Abrí de nuevo la fina tapa amarillenta, y volví a leer el nombre al que le pertenecía ese caso. 

CLAY MILLER.

En negro y mayúsculas, se encontraba allí. Presente e imponente. 

Suspiré y pasé un dedo por mi sien, en un intento de apaciguar aquel dolor de cabeza que he se  había formado en las últimas horas, y se había apoderado de aquella zona. 

Pasé mis ojos, rojos del cansancio, por aquel folio lleno de letras; apuntes casi inteligibles para la mayoría, y fotos, que ya me sabía de memoria. 

Observé las imágenes, todavía me impresionaban y me dejaban sin aliento, por muchas veces que las hubiera detallado. 

Me fijé en especial, en aquella foto del torso del joven Miller. Catastrófico. 

Elen ya me había advertido de la gravedad de sus golpes y heridas, y la brutalidad que muchas de ellas, por no decir la mayoría, reflejaban. Pero aquello no impidió que un escalofrío me recorriera de arriba abajo, y erizara los pelos de mi piel, al observar los negros y oscuros hematomas que surcaban también, lo que parecía, su espalda. 

Respiré hondo. 

¿Cómo un padre podía hacerle eso a su propio hijo?

Yo no había tenido hijos, pero consideraba a Sean uno, y es que aunque no compartiéramos la misma sangre, le quería, y me preocupaba por él, como si realmente estuviéramos unidos por lazos de la genética. 

Ni si quiera me podía imaginar, lo que podía pasar por la cabeza de Adam Miller, como para tratar así a su hijo, a su familia. 

¿Tanto los detestaba? ¿Tanto los odiaba?

Y si era así... Porqué no marcharse o dejarles ir, en vez de retenerlos con amenazas y extorsiones. 

Acaso, ¿Le gustaba verlos sufrir? ¿Se divertía pegando a su mujer e hijo? ¿Torturándoles día a día?

Cerré los ojos por un momento, abrumado por los extraños motivos por los que aquel hombre, podía haber decidido tener esa conducta. Y por mucho tiempo que lo intentara, frustrado,no llegué a comprenderle. 

Siempre, como buen policía, me  había gustado descifrar los pensamientos de tanto los acusados como los de las víctimas, resolver sus mentes, y las incógnitas de sus pensamientos. Y me consideraba bastante bueno es este arte, muchas veces me había puesto en la piel de, secuestradores, ladrones, violadores o asesinos. 

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora