Hola, soy Yadira

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El día que tanto esperaban había llegado. La reunión que se había programado días antes por una persona llamada Yadira por fin se iba a llevar a cabo. Era el momento de saber cuál era el motivo de querer reunir a unos desconocidos, en la reunión previa organizada por Chayrina se habían enterado por donde iban las balas y ya tenían por lo menos una idea de su conexión. Los chicos tenían en común que algún allegado a ellos tenía un puesto en la universidad Sierra Madre, un puesto en las sombras.
Todos tenían nervios de verse con esa tal persona y se prometieron protegerse entre todos en caso de que sucediera algo catastrófico, aunque una persona con sus cinco sentidos no haría daño a otra en un lugar donde hay mucha gente y a plena luz del día. También estaban conscientes que existían personas que no tenían ni una luz de esperanza y matar a gente en público suponía un final épico para sus vidas. Ellos sabían que arriesgaban mucho al asistir a esa reunión con una desconocida pero era la única forma de saber que sucedía.
La primera en llegar puntual fue Chayrina, ella era la más interesada en saber que estaba sucediendo, dependiendo de la situación ya tenían un plan previsto qué le diría a los demás luego de conocer cómo se desarrollaría la cita que los reunía. Muy en sus adentros sabía que eso no iría por buen camino.
Las siguientes fueron las inseparables Dagne y Nicols, saludaron y se sentaron, la tensión se hacían notar en sus miradas y en sus movimientos nerviosos. Hablaron de otros temas tratando de mitigar un poco el miedo que tenían pero el tema principal regresaba como un demonio acechador.

—Me comen los nervios. —Dijo Dagne.

—Tranquila, nada malo ocurrirá. —La tranquilizó Nicols.

—Para ser sincera y sin ánimos de asustar yo creo que eso que dices puede que no sea tan cierto —Chayrina era realista y cubría todos los espacios.

—¿Por qué lo dices? —Pregunta Nicols.

—¿Acaso no ves la realidad de la situación? Somos un grupo de desconocidos reunidos en un lugar para reunirnos con otro u otra desconocida o desconocido para que nos guíe en el camino de la vida. —Chayrina seguía sentada viendo a la gente— Podríamos llamar a la policia en este momento pero no tenemos suficientes bases para demandar

—Ella tiene razón Nicols. No deberíamos estar aquí.—Dagne quiso irse.

—Ya estás aquí, no puedes irte —Dijo Chayrina.

—Pero...

—Hola chicas —Duban había llegado y notó sus caras—¿Sucede algo?

—Estar aquí es lo que sucede. —Respondió Nicols, que estaba inquieta.

—Uff tienen razón —Duban vio su teléfono— El estúpido de Wilmi no me contesta.

—¿Siempre pasa eso? —Preguntó Chayrina.

—Claro, siempre se pierde unos días y regresa como si nada.

—No deberías preocuparte entonces —Dijo Chay.

—Él dijo que tal vez  estaría aquí —Quiso decir lo que su amigo pensaba de Chayrina pero se lo reservó.

—El que no quiere venir que no venga —Chayrina no quitaba la mirada de la gente.

—Puedo irme que bien.

—Tú no vas a ningún lado—Nicols la sostuvo del brazo.

A lo lejos se podía ver a Jeimy donde venía hacia ellos. Duban sonrío para sus adentros y empezó a tratar de actuar lo más normal posible para que no se notara su emoción.

—Hola chicas —Las saludó de beso en la mejilla— Hola Duban ¿Cómo estás?

—Muy bien Jeimy ¿Y tú? —Preguntó Duban.

—En mi día libre aquí con ustedes —Quitó la mirada— Creí que había llegado tarde pero ya vi que no —Jeimy hizo lo propio tratado de disimular su interés por Duban.

Dagne, Nicols y Chayrina vieron como Duban y Jeimy se alejaron un poco aprovechando que faltaba gente por llegar.

—Esos se traen algo —Dijo Dagne.

—Déjalos Dagne, ya sé que quisieras ser tú con Sebastian pero no.

—¡Ay! Cállate Nicols. ¿Tú que piensas Chay? —Dagne trató de ser amigable.

—Qué está muy bien matar el tiempo mientras llegan los demás y nos maten a nosotros.

—Dios...

—Chay creo que exageras —Dijo Nicols con una sonrisa nerviosa.

—Todo puede ocurrir.

Jeimy y Duban se sentaron en una banca sin perder de vista al grupo.

—¿Tratando de ocultar que te mueres por mí? —Dijo Duban con una sonrisa.

—¿Morirme por ti? Me gustas ¿Pero morirme? no lo creo.

—Lo que tú digas.

—¿Tú, te mueres por mí?

— Me gustas ¿Pero morirme? no lo creo.

—Sé más original con tus respuestas.

Los dos se quedaron mirando por unos segundos seguido de unas sonrisas.

—Creo que se van a besar —Dagne  los observaba.

—Dagne deja de verlos. Es incómodo. —Nicols tapó sus ojos con su mano.

Luego de eso, vieron a Erick acercarse al grupo. Venía acompañado de una chica que ninguno conocía, Duban y Jeimy al ver esto se acercaron. La compañía de Erick se acercó a ellas y dijo:

—Hola, soy Yadira.

—Erick ¿La conoces? —Chayrina se levantó— ¿Eres parte de esto?

—Claro que no... ella se los explicará.

Universidad de Asesinos IIWhere stories live. Discover now