D & W

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Estaba cansado de estudiar tanto y deseaba divertirse. Tenía un examen en unas semanas y no se podía dar el lujo de perder unos preciados puntos tan importantes para su calificación. La profesión de medicina requería demasiada atención y tiempo, eso no le importó a la hora de elegir, era su sueño y quería cumplirlo a como diera lugar. Sin importar no dormir, no tener amigos o vida social; no era su caso debido a que era muy sociable aunque quisiera aparentar lo contrario, pero de ser así lo arriesgaría.

Cerró sus ojos y suspiró, de verdad necesitaba liberarse un poco de la presión de sus estudios. Tomó su teléfono y buscó el número de su mejor amigo, más que un amigo era su hermano. Habían crecido juntos y compartido momentos felices, tristes y uno que otro desagradable. Le marcó.

—Wilmi ¿Estás libre esta noche?

—Supongo que sí ¿Qué propones?

—Estoy hasta la coronilla de estos libros que tal si salimos por ahí y nos relajamos un poco. —Se levantó y empezó a buscar ropa.

—¿Vamos por unas nenas? —Duban podía ver el gesto pícaro en su amigo.

—Lo que sea, solo necesito un respiro.

—Debiste pensarlo antes de escoger la carrera de medicina idiota —se ríe— Ahora ¿Que tanto daño hace la marihuana?

—Callate. Hay otras formas de librarse del estrés.

—Pasó por tí en unos momentos. Ponte guapo Dubin.

Tiró el teléfono a la cama y fue al baño. La ropa que usaría la escogió durante la llamada y como le dijo su amigo buscó un estilo que lo hiciera ver guapo, se perfumó,espero a su amigo hasta que escuchó el pitido de su auto.

—Ma saldré con Wilmi —la besó en la mejilla.

—No vengas muy tarde.

—No señora.

Salió de su casa y se montó al auto.

—Casi no te echas perfume. ¿A quién vas a ver? —Dijo mientras ponía en marcha el auto.

—A nadie.

—¿Como te va con aquella chica? —Wilmi levantó y bajó las cejas rápido.

—¿Cuál?

—Ay no te hagas Duban, tú sabes quién. A la que le pediste el número en la Universidad.

— ¿Jeimy? —Duban sabía de quien hablaban pero no quería verse como enamorado.

—Esa misma —ríe de nuevo.

—Pues ahí vamos, poco a poco.

—No me jodas, ¿Poco a poco? ¿Ya se besaron o algo?

—No, nos hemos visto pocas veces en la universidad, no hemos salido formalmente.

—No te enamores. Eso es malo, yo no me enamoró y eso que me llueven las mujeres —Wilmi se rió a carcajadas.

—¿Y quién se enamora? Yo no.

—Eso dicen todos… bueno, ¿Donde vamos?

—Vamos comer algo, ¿Hamburguesa?

—Pizza, prefiero la pizza —Dijo Wilmi.

—Como usted mande jefe.

Se bajaron del auto y tomaron asiento uno al frente del otro. Miraron el menú y luego de tantos debates ordenaron. El teléfono de Duban sonó, sabía que era una notificación.

—¿Es ella? —Le pregunta Wilmi— Ries como tonto.

—Me has descubierto. Sí, es ella.

—¿Qué te dice? —Wilmi puso toda su atención en Duban esperando una respuesta.

—Sí que eres terco Wilmi. Si quieres te lo doy y revisas todo de lo que hemos hablado.

—Buena idea, dame.

Duban quita la mano en un instante, al ver que su amigo sonreía con picardía volteó su cabeza para saber lo que este veía para encontrarse a dos chicas devolviéndole la sonrisa.

—¿Dos?, Comparte.

—No, ¿Qué quieres que Jeimy te mate? yo en cambio no tengo a nadie—Wilmi no quitaba la mirada.

—Claro —respondió sarcástico— al "que le llueven las mujeres"

—¿Trajiste donde anotar?

—¿Anotar qué?

—Las clases de ligue que te daré gratis en este instante.

Wilmi se levantó de la silla y se acercó a ellas.

—Hola ¿Cómo están? Mi nombre es Wilmi.

—Muy bien, me llamo Claudia y ella es Andrea —Las chicas fueron amables.

— Un gusto Claudia...Andrea. ¿Que tal si nos acompañan? Así comemos juntos y pasamos un momento agradable, él es mi amigo se llama Duban —Lo señaló.

Duban las saludo moviendo su mano.

—Nos parece bien, gracias.

Duban se pasó al lado de Wilmi y quedaron los bandos hechos, hombres contra mujeres. Las órdenes llegaron.

—Me muero de hambre —Dijo Wilmi— Pero Duban no seas maleducado deja ese teléfono.

Ellas rieron.

—Sí, Disculpa. ¿A que se dedican? Preguntó Duban.

—Somos estudiantes…

—Claudia disculpa que te interrumpa, pero tu amiga no ha dicho nada. Andrea cuéntanos —Pidió Wilmi.

—Pues… Estudiamos para ser veterinarias…—Andrea respondió, parecía tímida.

—¡Interesante! Yo estudio Filosofía —Responde Wilmi.

—Yo quiero ser doctor —Duban no desperdiciaba un momento para darle a saber a la gente lo orgulloso que estaba de su sueño.

—¡Hey estamos en el mismo canal solo que a diferente hora! —dijo Claudia.

—Entonces ¿Yo soy el raro aquí? —preguntó Wilmi.

—Puede ser —se ríe Duban, otra notificación entra.

—Esa mujer te ama chico —dijo Andrea— mejor responde, no vaya a ser una emergencia —sonríe.

Duban saca su teléfono y su cara se llena de duda.

—Me acaban de invitar a un grupo… llamado Yadiras.

—¿Yadiras? —preguntó Wilmi.

—Así es.

—No importa Duban luego te enteras de que se trata. Hay dos damas aquí.

—De por sí está descargado, pronto se apagará —Dijo Andrea.

—¿Estás viendo mi teléfono? —Preguntó Duban.

—Un poquito —Respondió Andrea.

Así transcurrió la noche, rieron, se contaron anécdotas, intercambiaron números y pasaron un rato agradable, al final Duban lo agradeció ya que pudo dejar de pensar en su próximo exámen.

Luego de dejar a Duban a su casa, Wilmi se dirigió a su casa, después de saludar a su familia entró a su cuarto, se tiró en la cama y revisó sus mensajes. Nada especial excepto por uno, había sido invitado a un grupo llamado Yadiras el grupo que Duban había mencionado antes.

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