Chayrina

65 14 2
                                    

Los supermercados son considerados las selvas modernas, donde aglomeraciones de personas se reúnen para escoger su comida. La diferencia es que todo está a la mano y no tenemos que luchar por conseguirla ni cansar a la presa, todo esta empacado solo es cuestión de tomarlo y pagarlo para luego llevarlo a nuestros platos. Chayrina pensaba en esto cada vez que iba de compras con su madre.

—Me llevaré esto.

—Chay eres una adulta deja de poner cosas en el carrito —Le dijo su mamá mientras sonreía— Sabes que miento siempre serás mi niña.

—No era necesario eso madre ya lo sé.

Chayrina se sonrojó al ver a la gente a su alrededor. Su madre solía hacer eso a menudo.

Despues de un largo dia yendo de aquí para allá, llego a su casa y la primer cosa que hizo fue tumbarse en su cama para descansar. Se sentó en el filo de su cama y envió un mensaje: "Ya estoy en casa" la respuesta fue casi inmediata, sabía que debía estudiar pero su querida amiga Laura la había estado presionando mucho para que le ayudara con una asignación de la universidad y atrasarlo más no suponía una opción, a Chay le gustaba ayudar, tomó la decisión de estudiar luego de terminar el trabajo al que se había comprometido, estudiar cerca de su amiga no era fiable.
Fue a su closet para ponerse ropa mas comoda, mientras lo hacia silbaba una canción, esa sensación de estar tranquila y feliz la reconfortaba. Solo unos minutos después tocaron a su puerta.

—¡Abre chay! —Gritó su amiga desde el otro lado
—voy voy

—¿Que haces ahí dentro ah?
—No soy tú—Respondió al abrir la puerta.

Laura había encomendado este trabajo a Chay ya que ella era una fanática de la investigación, podía pasar horas leyendo todo tipo de información sobre algo que haya calado en su mente.

—¿Trajiste todo? —pregunto Chayrina al ver los cuadernos que su amiga llevaba en el brazo.

—¿Que no ves?

— Pero que genio, disculpa por nacer.

Tomó los cuadernos y los puso al lado de su monitor, se agacho y estiró su mano para encender la computadora. Las peticiones enviadas a su padre y madre para modernizar su computadora aún estaban en espera de ser aceptadas, la necesitaba urgente.

—Pero Lau esto es sencillo, solamente es de buscar información tu misma puedes hacer esto sin ningún problema—reclamo Chayrina con la hoja de asignación en la mano.

—Uno: No tendría razón de hacerlo yo si tengo a una rata de biblioteca como amiga, dos: me da pereza y tres te pagaré Chaysita no te quejes.

—No me llames así. ¿Qué aprenderás si hago tu tarea?

—Ya empiezas con tus cosas, no te mando a la... ya sabes —Chayrina odiaba los improperios— porque te necesito. Tranquilizate es solo una asignación.

Laura comenzaba a molestarse, odiaba esa parte culta de Chay, esa parte donde todo tenía que hacerse correctamente o no se hacía.
La tarde se consumía entre charlas, los sonidos del teclado y los clicks del mouse.  Una de las cosas que Chayrina odiaba era que cuando ayudaba a sus amigos ellos estuvieran clavados en su celular, Laura lo hacía  a  la perfeccion. La ignoró, bostezó y se levantó de su silla para ir la baño.

—Laura por lo menos disimula que te interesa. Iré al baño.

—Ve con dios yo revisare que has hecho. —se sentó en la computadora.

—No lo arruines por favor —dijo desde la puerta.
Laura revisa todo el documento lo leía por partes por que su eterna pereza no le ayudaría a leerlo todo. Miro a la puerta y paso un pensamiento por su mente, revisar que archivos tenia ella ya que Chay era una persona que no compartía mucho sus cosas personales y para ella su amiga era extraña. Tenía la esperanza de encontrar hombres desnudos o cosas morbosas encontró una carpeta llamada EADSM, llamo su atención y la abrió. con la mano en su boca, sorprendida se olvidó totalmente  de Chayrina que ya había entrado.

—¿Que haces Laura?—le quitó el mouse  a la fuerza—Revisar los archivos privados de otras personas esta mal

— Pero tranquila ¿Sierra madre es la universidad a la que vas no?

— ¡Oh! maldita sea

Chayrina creó el documento imprimió las hojas del trabajo de laura y se las dio.

—Vete, ahí esta tu trabajo. —La cara de Chayrina hablaba por sí sola.

—¿Quien es Alma? —Laura quería entender.

— Que te vayas te digo

— Yo quiero ayudarte —Chayrina empezó a empujarla.

— No. Vete.

Chay apagó su computadora y por su mente pasaba lo descuidada que llegó a ser por dejar que una persona entrara en sus archivos. Su investigación estaba empezando y no queria que otra persona se entrometiera, ni aunque esa persona fuera una amiga cercana a ella. Entro un mensaje, había sido agregada a un grupo llamado: Yadiras

Universidad de Asesinos IIWhere stories live. Discover now