Megan

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Luego de un día en la universidad decidió relajarse con sus amigos en el parque de patinetas. Era parte de un grupo el cual la gente miraba con cierto desprecio, usaban ropa extraña, los accesorios que usaban entre otras cosas que no eran bien vistas por la sociedad. A ellos les importaba poco lo que pensaran eran felices a su manera.

—Megg ¿Estás lista para tu primera vez? —preguntó una chica.

—No lo sé, si se entera mi familia me matarán.

—¿Tienes miedo? —responde la misma chica.

—Un poco.

—Entonces te llamaremos "Megallina" —un chico escuchó y dio su opinión.

—Chicos Megan ya no será megan ahora será "Megallina" —Gritó el chico.

—Bueno, bueno... Dejenla, no está lista aún.

—Gracias Lisa pero lo que diga ese idiota no me afecta —Un poco pero lo soportaba.

Si había una persona en la que megan confiaba y daba hasta su vida por ella, esa persona era Lisa.

—Ya llegó Lisa a destruir el momento.

—Raúl cálmate ¿O quieres que te recuerde que la primera vez que lo hiciste casi te mueres porque querías impresionarme y aparte te dio un ataque de ansiedad horrible? — Reprochó Lisa.

Todo el grupo comenzó a reír.

—Lisa no sé de qué hablas —Al oír esto se apartó con la mirada de Lisa encima.

Por eso Megan amaba a Lisa, era la única chica del grupo que evitaba los bandos y cuando había una pelea ella era neutral y escuchaba las dos versiones para llegar a un acuerdo mutuo.
A lo lejos veían como dos chicos se acercaban al grupo, su vestimenta era impecable y llevaban unos libros en sus manos.

—Hola chicos. Mi nombre es Alberto y él es mi amigo Rafael.

—No queremos saber nada de dios, váyanse —Raúl arremete.

—Pero si no hemos venido a eso.

—¿A qué?

—Venimos a invitarlos a una actividad que...

—¡Vete a la mierda! —Raúl se lo dijo en la cara y tiró sus libros.

—¡Hey! Esta bien que odies a dios pero no debiste hacer eso —Dijo Rafael.

—¿Qué vas a hacer? —Raúl lo reta.

—Te voy a destrozar esa cara —Mientras lo decía se quitaba la camisa.

—No, Rafael. No vale la pena. —Alberto lo detiene.

—No, no. Déjalo. Vamos a rompernos los dientes —Raúl hacía lo mismo.

—Calmate Raúl —Megan intervino.

—No me digas que hacer Megallina.

En ese momento Megan atacó a Raúl dándole un puñetazo en la cara. El chico sorprendido se quedó en el suelo sobándose la cara con su mano.

—Te las tenía guardadas Raúl y nadie se meta que venga y peleé conmigo —Megan estaba lista para pelear.

—¿Estás segura Megan? —pregunta Lisa.

—Este idiota ocupa a alguien que lo ponga en raya y esa seré yo.

Raúl en el suelo comenzó a reír.

—Soy hombre ¿Recuerdas? —Se levantó.

—¿Y eso qué? Ser hombre no te salvó de que te haya roto la boca.

—Por naturaleza tengo más fuerza. ¿Estás segura?

—Igual el cristiano te partía los dientes. Muy extraño de un cristiano querer pelear pero bueno.

—¡SUFICIENTE! —Grita Lisa— ¿Qué somos? ¿Monos salvajes?

Una vez más Lisa detuvo una pelea de este grupo tan innestable donde el ego de cada uno no cabía en un espacio pequeño. A este grupo se le conocía como "los rebeldes" hacían lo que se les viniera en gana y en cuanto a las acciones lícitas eran muy cuidadosos para no ser descubiertos. Ahí estaba la verdadera razón del odio del pueblo. La mayoría eran universitarios, el estudio podía significar la única cosa estable que tenían. Igual el estar activos en una universidad no los salvaba del repudio.

"La primera vez de Megan" no era más que la primera vez que probara droga en su vida. Ella era relativamente nueva en ese grupo y parte de ser uno de ellos, consistía en participar en las cosas que hacían. La noche hizo su aparición y era momento de ir a su escondite; un callejón sin salida.

Al llegar Lisa sacó una bolsa con un polvo blanco.

—¿Estás lista? Debes inhalarla.

Lisa alista la droga para su absorción.
Todo tipo de pensamientos pasan por la mente de Megan desde su familia hasta la razón por la cual hacía estas cosas, veía sus caras, parecían leones esperando a que su presa se separara de su manada para atacar. Unos sonreían, otros solamente esperaban. Raúl tenía sus brazos cruzados y su cara decía: "Megallina no harás nada"

Agachó su cabeza...

—No puedo hacerlo.

—Lo sabía —Raúl se sentía feliz.

—No te preocupes Megan luego lo estarás —Lisa trata de calmarla— ¿La quieres Raúl?

—Claro.

—Megg ¿Puedes venir conmigo?—Dijo Lisa.

Las dos se apartaron del grupo.

—Megg el grupo ya comienza a pensar que no quieres estar aquí. Si no lo haces pronto tendremos que echarte.

—¿Por qué usar drogas?

—Porqué somos rebeldes. Nos vale mierda la sociedad.

—Lo mejor será irme, dejaré de ser parte de este grupo.

—Bueno vete.

Megan no le gustaba la forma en la que Lisa la veía, empezó a caminar sin apartar la mirada de Lisa que la saludaba con la mano. Su celular vibró.
Había sido añadida a un grupo llamado Yadiras.

Universidad de Asesinos IIWhere stories live. Discover now