Llevo media hora levantando a Niall, ¿saben cuándo uno era más pequeño y tú mamá te decía «ay, hija. Duérmete temprano que mañana vamos a para la playa» y tú casi que ni dormías y estabas toda excitada hasta el fin de los tiempos? Bueno, ahora mismo me pasa eso. Dormí muy poco, soy la primera en levantarme, y ahora escucho a Niall quejarse porque no quiere levantarse.
-Tú, estúpido rubio. Párate de esta jodida cama y mueves tu culo al baño porque fuiste tú el de la idea de ir a dar un paseo. Si fuera por mí estuvieras invernando ahora mismo y te estuvieras muriendo de hambre y con tu vejiga afuera.
-¡Es solo que esta cama es muy rica! Vente para acá. – palmeaba el espacio libre ¿saben las ganas que tengo de quedarme aquí con este pegoste? MUCHAS, pero… Coloque mis dos manos en su costado y lo comencé a mover.
-¡Viste lo que se siente que te levanten cuando tú no quieres! ¿Viste?
-Ay, sí, ya. Chao. -Se sentó en la cama gruñendo y haciendo berrinche.
-Ay, sí. – dije haciéndole mofa-, cualquiera cae ¡JAJAJAJAJA!
Más vale que no me hubiera reído.
Me tomo de la cintura y me cargo hasta el baño-. ¡Que no se te ocurra, Niall! ¡Si lo haces te dejo de hablar –por lo que sería poco tiempo- ¡Te lo juro! – Cosa que no importo un coño porque igual el rubio abrió la regadera y de esta salió el agua súper fría, ¿para qué me voy a zafar si no me va a soltar? Ni modos, dejamos que el agua nos bañara de la cabeza a los pies, y lo que él no sabe es que yo sigo el tratamiento de Harry –5 días sin lavarme el cabello y que se me vea demasiado hermoso.-
Se va arrepentir.
-Fuera –dije.- ¡Ahora! – no era mucho a donde iba a salir pero algo es algo. Salió riendo de la regadera y dejo todo su brazo extendido para que yo tuviera más flexibilidad con mi muñeca, me deshice de mi ropa y la lance para la esquina del baño, me bañe todo un rato y algunas veces tironeé demasiado fuerte olvidándome de Niall, el rubio se quejaba y no dejaba de hablar.
Su sonrisa es el segundo mejor sonido de esta vida. Se reía de las estupideces que él mismo decía y, sin darme cuenta yo también estaba sonriendo como una loca. Saque mi brazo libre y tome una toalla, me seque, me envolví en ella y, ahora es el turno de Niall.
A diferencia de mí, Niall se la pasó hablando y hablando todo el tiempo mientras se bañaba, él no es tan malo como yo y no me jaloneo nada. Salió al rato y nos fuimos a vestir.
Yo no quiero cansarme a medio día nada más porque llevo tacones, no, papá. Me coloque unos zapatos, un pantalón súper pegado y una camisa gris holgada de una sola manga.
El rubio se colocó unos pantalones pegados, una camisa blanca que es super grande y que puede estirarla para meter su brazo esposado sin ningún problema, y unos botines del mismo color. Perfecto.
Salimos en el auto del rubio y nos paramos a desayunar en un puesto de empanadas. Niall pidió una empanada de pollo y la mía de carne mechada, dos jugos de guayaba y chao.
Toda la mañana caminamos por todo centro -no sin antes pasar por algunos lugares turísticos-, estamos con el estómago lleno de dulces, las lombrices deben de estar gozando. Al jodido no le hable ni un segundo, si reírte y decir «ajam, sí, no, está bien» es hablarle… cuéntenlo, para mí no vale.
¿Me tomo las cosas en serio? No lo creo.
A la hora del almuerzo fuimos a la feria de comida-en un centro comercial-. Yo pedí una pizza pequeña con doble queso, jamón, aceitunas negras, pepperoni y los honguitos verdes.
Niall pidió una hamburguesa grande y una ración de papas, y dos refrescos coca cola.
Después de comer nos fuimos al nivel del cine, el hombresote con el que ando eligió una película de bebés, lo entiendo, él es un bebé. Compramos las cotufas, los refrescos, los chocolates, la rufle, el maní y un poco de cosas.
Se ve demasiado adorable, el rubio estaba emocionado por la comiquita que vamos a ver, cosa que me saca una sonrisa porque es de lo más lindo.
Hablemos de que en toda la película Niall no me hablo, se la paso comiendo y comiendo –al igual que yo-, cosa que me pareció bien porque tendré mi conciencia tranquila durante una hora y media.
El teléfono de Niall sonaba y la gente me miraba a mi ¿qué? ¿Acaso soy yo la que tengo el teléfono prendido? Sí, lo tengo prendido, pero en vibrador. La música de coldplay -viva la vida- estaba sonando a todo volumen, algunos de las personas de atrás comenzaron a cantar y otra hacían el sonido de «shh» ¿Por qué se quejan? Niall no es el único que está haciendo bulla, les recuerdo que es una película de carajitos y hay mocosos en alguna parte de la sala llorando, ¿qué mierda pues?
El rubio metió la mano libre en el bolsillo de su pantalón y me tendió el teléfono sin importarle quien fuera que estuviera llamando, o sea, mejor está su película.
Apreté la tecla para responder a la llamada – ¿Aló…? -de fondo se escuchaba una horrible y jodida voz que conocería aun así teniendo amnesia, la de Arriane.
-¿____?
-¿Qué quieres, Louis?
-¿Cómo siguen de las esposas? – en aquel lado de la línea la voz de mi amiga sonaba más fea de lo normal.
-Tú, jodido imbécil… -Mejor me callo. Diría cosas que no sería apto para menores de 10 años- ¿Qué quieres, Louis? –volví a preguntar.
-¿quieren venir al Karaoke?
-¿Dónde y cuándo?
-Ahora. Vente para el queda en el centro.
-Estamos en el cine, falta poco para que la película acabe, al rato vamos para allá.
-Dale, le dices a Niall que lo quiero.
-Ajam.
Corte la llamada.
La gente de más arriba me mando a callar.
-¡A pues! Yo si les molesto pero los carajitos esos llorones no, ¿verdad? ¡Ustedes si son arrechos!
Niall también me mando a callar. Ahora si me callé pero de nada sirvió porque llego el supervisor.
-Señorita salga de la sala
-Nojoda, ¿y por qué no sacas a los llorones? ¿A mí sí? Tú eres más arrecho todavía.
-Pero…
-Pero nada, no seas tan mamagüevo, soy yo la que me voy. Chao. - Me pare y le coloque el dedo del medio de la mano libre en la cara.
Salí de la sala hecha una furia, tiene que ser justo porque yo no era la única haciendo bulla. Ay, sí. Los otros porque eran pequeños no los sacaban y a mí sí. Bello pues.
Niall y su muñeca x.x calme el paso.
-Lo siento – le dije.
-Vamos a comer un helado, ____. –Dijo serio. Bien bueno, pues. Ahora el que está bravo es él.
Me siento culpable por no dejarlo gozar del final de la película, mi vocabulario es así y si me lo quiere quitar que sea con un beso.
En la heladería Niall pidió un helado de galleta y caramelo y el mío de mantecado con lluvia de colores.
Lo que digo es que vamos a tener una diarrea crónica, hemos comido de todo y aún falta la cena.
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Espero que estén de maravilla.
Aquí dejaré el capítulo ½ que lo disfruten y recuerden votar y comentar. Chao.
Muy pronto la parte dos.
oo.
