Disgustos y borrachera

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A penas y son la 1:30 de la mañana y aquí estoy: comiendo helado, sorbiendo mocos y arropada viendo una película a la cuál ni siquiera presto atención.
¿Cómo es qué la gente se acostumbra a alguien tan rápido?
Casi me caigo del mueble por el brinco que di.
-Mujer, bájale volumen a ese televisor -tengo el corazón a un ritmo no apto.
De pana, que es eso que ella me asuste mientras yo no este concentrada y con todo mi alrededor oscuro, omitiendo la luz del televisor -. ¿Es qué no es escuchas o qué es? - tome el control y le bajé. Mi señora mamá venía de camino al sofá y se sentó a mi lado, tomando posesión del helado y agarrando una buena cantidad -. La herencia familiar. El helado es vida. Amén.
Me reí, porque cuando colocamos el helado en nuestro paladar, toda nuestra familia parece arrebatada, drogada, orgasmeada, renovada y así.
-¿Te desperté?
-Tampoco puedo dormir
-¿Puedes creer que desde tanto tiempo no me ha gustado una persona como me gusta Niall ahora? -Ya lo creo. Es una belleza de muchacho, dígame esos ojos -hizo un baile con las cejas y yo me reí, o sea, ¿saben a lo qué se refiere, verdad?
-Te pasaste. Lo detallaste, lo visualizaste, lo escaneaste por completo - no se nota que es familia mía, que va.
-JAJAJAJA, obvio, o sea ¿a quién crees qué saliste? A mi - río de nuevo, tenía tiempo sin saber lo que era una conversación con mami.
-Me alegro de que estés aquí - me acerqué y la abracé.
-No quieras cambiar el tema. ¿Ya le dijiste lo qué sientes?
-Lo he rechazado -me separó de ella nada más que para interrumpirme.
-Se ve que es un buen muchacho. Dale la oportunidad.
-En realidad he cambiado de opinión y tenía pensado decirselo hoy, pero... ya ves la situación, el momento en el que... - aclaré mi garganta con cierta falsedad - llegaste.
-Sí, claro. Me vas a echar la culpa a mi, cuando la que estaba jugando con él eras tú. Que ofensa. -Dijo con una mano en su pecho.
Coloqué los ojos en blanco.
-Sí eres dramática
-Me voy a dormí - se levantó-. Deberías hacer lo mismo, mira que mañana te voy a levantar temprano y no quiero "media hora más", -ofendida debería estar yo porque realmente me imita mal pero con razón -. Porque voy a buscar una jarra de agua fría y ya sabes lo que te va a tocar.- continuo. Eso seria vergonzoso que lo dijera frente a algún amigo. Oh, Dios. -Sí, mamá. Bendición.
Se fue.
Duré unos quince minutos más pensando en lo vacia y sola que sé sentirá mi cama sin el rubio y comiendo helado con mocos y luego me fui a guardarlo, tomé agua y regresé a apagar la televisión y, salir corriendo a mi cuarto donde en el mismo transcurso mi dedo pequeño se dio con un escalón.
En la mañana mi mamá tenía todo preparado, la jarra de agua fría lista para echarla sobre mi cara.
-Eres una sinvergüenza, deberías más bien agradecer de que te dejé un hora más.
¿Cuándo fue eso?
Me leyó la mente porque: -No escuchaste cuando te llame. Dure mínimo media hora. Casi que me seco.
Entré al baño y hice lo que tenía que hacer, no sin antes mirar el teléfono, cosa que tenía la hora acompañada de la fecha. Ni un mensaje de Niall y desearía saber por qué.
Llamaría al rubio, pero seria como romper una clase de flojera de siempre o algo así: Tengo la mejor de las escusas para llamarlo.
Baje a la cocina y mami hacia una sopita.
Me senté en el sofá y marqué.
"SU LLAMADA SERÁ TRANSFERIDA AL BUZÓN DE MENSAJE. POR FAVOR DEJE SU MENSAJE DESPUÉS DEL TONO... PIIIIIIII"
"-Sólo te llamo para saber tu confirmación con respecto a la cena de esta noche, sí, hoy. Mi mamá espera que vengas y no quiere un no como respuesta."
Me callé.
"Lo que sea que estabas haciendo y de seguro sigues haciendo espero que te deje realmente satisfecho porque por sino sabías, es de muy mal gusto que te vayas de la casa de alguien y no avises si llegaste bien a la tuya. Se puede decir que estoy preocupada y no es una confirmación aún, así que manifiestate pronto." Aproveché para escribir a todos las chicas y chicos y hacerle saber que mi mamá está aquí, que los quiere ver y que habrá una cena.
Después de comerme la sopita de pollo, salió mi mamá-. Tienes que ir a comprar cosas que hacen falta -Me entregó una lista.
-Espera y me cambio. Será rápido.
-No, señor. Así estás bien. -sí, claro.-Tienes que traer las cosas rápido
-Por lo menos déjame ponerme un pantalón.
-5 segundos pues, andando,- ella habla en serio, por eso subí a mi habitación y busqué unos zapatos presentables pero ¿por qué cuando necesitas un par de zapatos decentes visibles, no lo encuentras? Tomé el primer pantalón y iba en busca de un sosten pero mamá gritó-.¿¡¡¡¡Puedes moverlo!!!? Yo le grite de vuelta- ¡Ya vooooy!
Baje abrochandome el pantalón, me hice un moño desarreglado, tomé las llaves del auto, la lista, mi cartera y salí a buscar lo que la reina quería.
Maneje a mi destino y al llegar vi que el estacionamiento del supermercado estaba medio lleno y no detalle ningún carro como el mío porque lamentablemente me pierdo.
Fui rápidamente hacia la entrada, tomé un carrito y comencé a llenarla con cosas de la lista y una que otra cosa fuera de ella.
Me dirijo a la caja concentrada en el helado que me estoy comiendo, ya no me preocupo por los mocos porque la sopa como que ya los selló.
Hago la cola para pagar y dejo un momento el helado para buscar en mi cartera la tarjeta. Cuando ya esta afuera retomo lo que estaba haciendo y en eso alguien reza.
-Señor Jesucristo, gracias por darme este empleo. Amén.
Levanto la vista y una vista me agrada pero la otra... no tanto.
-Disculpa, ¿lo dices por ella o por mi? -llamo la atencion del cajero, Sebastian, quien tenia los ojos fijos en Elena.
-Heey, claro que lo digo por ti, muñeca. -Levantó sus manos en forma de rendición y bajó la vista a mis pechos. Sonreí con orgullo.
-Me gusta que te gusten naturales- y enfatizé la última palabra.
Mire a Elena y esta tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras escribía en la copia de la factura su número.
-Esto es para ti, bebé. -Lo atrajo hacia ella y le plantó un beso en la comisura al tiempo que guardaba el papel en el bolsillo de su camisa-. Llámame. -Agarró sus bolsas y salió moviendo el culo, el cual lo único que lo tapaba era una camisa manga larga blanca que realmente huele exquisita y de momento me pareció conocida, pero que va. No lo creo.
-Esto no está permitido -sacó el papel de su bolsillo y lo guardo en alguna gaveta- ¿Cuándo quedamos? Punto para mi.
- Yo te aviso... Aunque pensandolo bien, deberías venir a una cena en mi casa con mi mamá y amigos.
Pasó las cosas que faltaban y finalmente aceptó.
Al terminar de pagar le di las gracias y bese su mejilla.
-Gracias a ti por invitarme.
Le escribi la direccion en su mano, guiñe y me dirigí a la salida donde le di la copia de la factura al guardia, quien me la selló como prueba de compra.
Salí del supermercado y saque mis llaves del bolso y cuando levanté mi mirada me quedé atónita, lo que vi me dejo con la boca abierta. Ver a Elena subiendo al auto de Niall, y lo peor de todo es que ella no iba de copiloto. Más bien, de conductora.
Justo en los ovarios
*
Llegue a mi casa lanzando todo.
No creo que Niall me haya dejado anoche por ella.
Mi subconsciente me regaña y dice que no saque conclusiones antes de tiempo.
Pero también prueba lo de la camisa, y el que no contestara el teléfono, y el auto... ¿QUÉ OTRA EVIDENCIA QUIERES?
-Mujer, ¿se puede saber por qué llegas con esa actitud?
-Niall me está engañando -¿qué yo dije qué?
Mi mamá se rió -. Pero si él no es nada tuyo.
-Lo sé, se me salio.
-La cosa como que se está saliendo de control - cantó mientras se llevaba las bolsas a la cocina.
-Desde hace tiempo, mamá. Desde hace tiempo. -susurre para mi misma y busqué mi teléfono a ver si hay indicios del rubio. ¡MASOQUISTAAA!

Arriane como que se excita cuando mi mamá está cerca. Se aman mutuamente.
"DILE QUE ESTOY ANSIOSA POR VERLA"

Willy por detrás. (Niall y tú) *HOT*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora